Luís García de Oro

Luís García de Oro SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Letras

Luis García de Oro, el poder sanador de las grandes historias

Junto a su hermano Gabriel, García de Oro publica 'Historiograma: cambia el argumento de tu vida', un método para trabajar el crecimiento personal a partir del storytelling

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Mucho le debemos a los relatos que forman parte de nuestro patrimonio cultural. Contar historias es una práctica inherente al ser humano. Con ellas transmitimos ideas, ordenamos el mundo que conocemos, lo dotamos de sentido. Hoy, el storytelling –término anglosajón que define este arte–, ha trascendido su labor ancestral y se ha convertido en una herramienta muy codiciada para el marketing y la publicidad.

Aunque entendida bajo un prisma comercial, su función sigue siendo la misma: otorgar valor y sentido. Lejos de servir tan solo al entretenimiento, la capacidad de la narrativa para explicar y enriquecer la realidad, la ha convertido en una técnica con gran efectividad a su vez en el ámbito de la psicología y el crecimiento personal, bajo el paraguas de la 'psiconarrativa'. 

Los hermanos Luis y Gabriel García de Oro entienderon hace tiempo su poder. Y la convirtieron en parte de su modus vivendi. Por separado, Gabriel es escritor de literatura infantil y juvenil. Luis, además de profesor universitario es el director creativo en Barcelona de Ogilvy, una de las agencias publicitarias más importantes del mundo.

Ambos decidieron unirse para escribir un libro que es mitad teoría narrativa, mitad manual creativo y de autoayuda. Historiograma: cambia el argumento de tu vida (Destino) es el sugerente título. Contiene en sus páginas un peculiar método que han desarrollado con la ayuda del escritor Francesc Miralles, a quién consideran su maestro

“A través de las historias entendemos el mundo y nos entendemos a nosotros mismos", reflexiona Luis en esta entrevista con Letra Global. "Reconocernos en un relato, el saber que lo que nos ha ocurrido ya le ha pasado a otras personas. Para mí es el gran poder de las historias”. 

Un viaje interior

"Nos proyectamos en el protagonista del relato, porque necesitamos entender cómo se comporta para ser el protagonista de nuestra propia historia".

Luís García de Oro

Luís García de Oro SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Para García de Oro, las enseñanzas pueden encontrarse también fuera de las historias infantiles. Es el famoso esquema del 'Viaje del héroe'. Definido por Joseph Campbell, estructura la odisea por la que pasan prácticamente todos los protagonistas en las ficciones convencionales.

"Atrapado en el tiempo, por ejemplo. En el fondo nos está hablando de una persona que no es capaz de mejorar porque repite una y otra vez el mismo patrón". Al final de la trama de este film clásico, que sigue las etapas del 'viaje del héroe', el protagonista termina extrayendo una enseñanza después de su periplo.

Los hermanos de Oro rescatan este esquema en uno de sus 'historiogramas', y lo trasladan a las etapas que cualquier persona puede experimentar en la vida al enfrentarse a un reto. "Todos los historiogramas se refieren a tramas arquetípicas", esquemas narrativos que esconden una vía de escape a diferentes problemáticas que toda persona enfrenta alguna vez en su vida. "Si los vas repitiendo, en cierta manera influyen en tu visión del mundo, en tu comportamiento".

Así, la serie de Netflix Stranger Things y El extraño caso del dr. Jekyll y mister Hyde remitirían a los conceptos de la Sombrael inconsciente según Jung, e invitarían a abrazar el lado oscuro que todos tenemos dentro. Hamlet y su "ser o no ser" remitiría a la eterna duda que puede llevarnos a tomar decisiones catastróficas. Robinson Crusoe y el film La vida de Pi nos llevaría a replantearnos el concepto catastrófico de naufragio: "Los restos del barco pasan a formar parte de la solución. Un naufragio nos obliga a construir desde cero, y eso puede traer nuevas oportunidades".

'Historiograma: cambia el argumento de tu vida'

'Historiograma: cambia el argumento de tu vida' Editorial Destino

La cuestión de fondo está en distinguir entre los relatos dominantes, entre aquellos positivos y negativos, los que psicológicamente alivian y son más "útiles", en cuanto a más esperanzadores.

Cambiar la narrativa

"Hoy en día siempre nos encontramos con un relato de estrés y negatividad, en las redes y en las noticias, sobre guerras, intolerancia...". No se trata de evitar confrontar la realidad, especifica Luis, sino de entender cómo funcionan los relatos dominantes. "Cuando ocurrió el desastre de Valencia, el relato pasó de ser "a la gente joven todo le da igual" a la sorpresa de "la gente joven se mueve cuando se la necesita, y a cambio de nada". ¿Cambiaron los jóvenes de la noche a la mañana? No, cambió la narrativa. 

"Si buscamos los relatos que nos ayudan en lugar de los que nos perjudican, deberíamos poder encaminarnos hacia lo que nos hace felices y alejarnos de lo que nos hace daño".

Algunos podrían considerar que el creer que podemos cambiar nuestra historia por motu propio, es un pensamiento muy naif. "Si ya lo tienes todo resuelto, la creatividad no es necesaria. Sin embargo, cuando surge un problema nuevo es la herramienta que te permite trascender y encontrar una solución".

De Oro destaca el dato de que hoy en día la creatividad es una de las skills más demandadas por las empresas, y como directivo de una de las agencias más grandes del mundo, deja claro que no será algo que pueda suplir la inteligencia artificial en un futuro próximo. 

Luís García de Oro

Luís García de Oro SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

"Las IA aún dejan mucho que desear. Crean textos, sí, pero son solo palabras. Están bien puestas una detrás de otra, pero no tienen ese algo que te emociona, que hace que se te quede grabado en la memoria".

Para enfrentar la áspera verdad

Por delante queda la idea de que "estamos hechos de historias". Cada capítulo de este manual de voluntad humanista, Historiograma, está formado en su totalidad por ellas. La idea es que podamos extraer de la ficción una verdad.

Para aclarar este propósito que puede sonar paradójico, Luis García de Oro se vale de la primera frase de su título de cabecera, Rojo y negro, de Stendhal: "la verdad, la áspera verdad". Aunque a veces no es como nos gustaría, "es necesaria para avanzar. Y el relato no es igual a la mentira".

"De hecho, es la mejor herramienta que hemos encontrado hasta ahora para contar verdades".