La creación en España de un Museo de la Historieta (similar al que existe desde hace décadas en la localidad francesa de Angulema) se ha convertido claramente en una quimera irrealizable. En Madrid, no parece una prioridad de la administración. Y en Barcelona…Bueno, en Barcelona nos hemos tirado años reclamando un museo del comic y nunca ha habido manera de conseguirlo porque tampoco era una prioridad de los gobiernos nacionalistas.
¿Merece la pena volver a intentarlo ahora que tenemos a los sociatas al mando? Pues no lo sé, la verdad. En cualquier caso, tendrán que intentarlo otros, ya que a los de mi quinta nos coge cansados o, en algunos casos, hasta muertos (por cierto, acaba de fallecer Miguel Agustí -Barcelona 1945 – 2025-, hijo de Ignacio Agustí -1913 – 1974, al que se recuerda por best Sellers viejunos como Mariona Rebull o El viudo Rius-, creador en 1969 del estupendo tebeo Strong e inventor del término Pitufos, algo de lo que se sentía muy orgulloso: le conocí y era un tipo muy simpático que me alegró la primera adolescencia con su revista).
Buddy Bradley, personaje de cómic creado por Peter Bagge
Lo de Barcelona con el museo ha sido de traca (tenemos uno en Sant Cugat, cerca de la ciudad, montado por dos particulares, pero hace tiempo que no tengo noticias de él): promesas oficiales que nunca llegaban a nada.
Sin subvenciones
Llegó a haber un edificio en Badalona destinado a tal efecto, pero la cosa nunca despegó. Una vez, hablando con un gerifalte cultural del antiguo régimen, me reconoció que el hecho de que la inmensa mayoría de la producción de historietas estuviese en español impedía la creación de un museo nacional (catalán, se entiende). Si le decías que la mayoría de autores y editoriales estaban en Barcelona, el hombre te miraba como si pensara que sí, que muy bien, pero que elegir el idioma equivocado es lo que tiene.
Portada (con caricatura de Ventura & Nieto) de 'Catódicos e integrados'
El mundo de los tebeos tiene la costumbre de darte una de cal y una de arena. Así, mientras en Barcelona se hundía la editorial ECC (¡publicando a Batman y Superman, cuando uno se lamentaba de que los súper héroes son de lo poco que se vende decentemente en este país!), en Madrid se inauguraba (6 de febrero) La embajada de los tebeos, en el número 28 de la calle Cáceres, distrito de Arganzuela, barrio de Embajadores, una iniciativa particular, sin subvención alguna, que, sin ser un museo, puede cumplir una función parecida (aunque, lógicamente, más modesta).
Los impulsores de la cosa son una asociación denominada P.E.R.C.E.B.E., que es un homenaje a la serie de Francisco Ibáñez 13, Rue del Percebe y también las iniciales de Exhibición y Reconocimiento del Comic Español en el barrio de Embajadores (sí, lo sé, falta la P, pero no he conseguido averiguar a qué palabra corresponde). Al frente del colectivo están Miguel Bartolomé, Juan José Jiménez Blázquez (en arte, Juanjo el Rápido) y Marian San José, más algunos compañeros de viaje como mi amigo y tintinólogo de pro Elías García.
La revista de cómic 'Mad', de Haver Kurtzmann
La embajada de los tebeos se nutre principalmente de la colección personal de tebeos españoles de Juanjo el Rápido, quien, según propias declaraciones, le ha hecho un favor a su mujer sacando de casa su inmensa colección, que podrá ser consultada por el respetable, pero solo si se hacen socios de la Embajada y abonan la módica suma de cien euros al año. La Embajada servirá también para montar exposiciones. Han arrancado con una magna retrospectiva de Max (el catálogo tiene muy buena pinta) y luego vendrán muestras dedicadas, por este orden, a Juan Berrio, Amelia Navarro y Miguelanxo Prado. Asimismo, el local servirá también para conferencias, encuentros con autores y, supongo y deseo, lugar de reunión para aficionados a los tebeos, función que en Barcelona cumplieron años ha las librerías Continuará y Makoki.
Con calma
Los comics, nunca reconocidos del todo, pero jamás hundidos por completo, registran nacimientos y defunciones. Siento lo de ECC y lo de Miguel Agustí, pero me alegro por la materialización de La embajada de los tebeos. Donde, por cierto, los domingos se celebrará a partir de ahora el Mercadillo Pata Negra de Comics, zoco de compra y venta que, según me cuentan amigos de la capital, ya empieza a ser casi una institución.
Advertencia: los percebes no son partidarios del estajanovismo y solo abren de jueves a domingo. Agradecerían alguna subvención, pero no parece que se hagan muchas ilusiones.