En la búsqueda del próximo libro que nos atrape, nos enfrentamos a un dilema: ¿cómo descubrir esa obra maestra entre la abrumadora cantidad de opciones disponibles en el vasto universo de la literatura?La elección de un libro por parte del lector puede tener diversas razones, pero es importante destacar que la irrupción de Internet ha transformado radicalmente el panorama divulgativo, desafiando el tradicional monopolio de la enseñanza y los formatos tradicionales de comunicación. En la era digital, el acceso al conocimiento se ha democratizado, ya sea de manera deliberada o fortuita, lo que ha llevado a una revisión profunda de las teorías convencionales del aprendizaje y de la información para adaptarlas a la realidad digital.

Desde sugerencias de amigos y familiares hasta opiniones de críticos literarios en medios de comunicación, pasando por algoritmos de recomendación en plataformas digitales, la fuente de inspiración puede provenir de cualquier lugar. Este aspecto se ha convertido en el eslabón perdido de la cadena de venta de libros, un dato preciso que los especialistas en marketing de grandes sellos editoriales desearían poseer.

Booktube

Es crucial entender que gran parte de los lectores jóvenes y no tan jóvenes encuentra su inspiración a través de la capacidad de Internet para crear espacios virtuales donde usuarios con intereses comunes pueden interactuar e intercambiar experiencias. En áreas como la lectura literaria juvenil cercana al romance o la fantasía, se han formado comunidades virtuales que comparten el disfrute y análisis de obras, promoviendo el aprendizaje y la participación de los usuarios. Estas actividades en línea no solo amplían la experiencia de lectura de los jóvenes más allá de la mera decodificación de textos, sino que también fomentan la participación, desde la observación silenciosa hasta la creación activa de contenido narrativo en clubes de lectura.

Booktubers, Booktokers y Bookstagrammers

En las redes sociales, abundan las personas opinando, escribiendo y comunicando. En el caso de la temática de libros, la cantidad de contenidos en redes es exponencial. Cada red social tiene sus características únicas. La primera en asociar video y reseñas de libros fue YouTube y sus protagonistas, los BookTubers. Este nuevo perfil de prescriptores de libros ha llamado la atención de investigadores educativos y socioculturales, críticos literarios y autores. Se reconoce que estas comunidades no solo promueven la lectura entre los jóvenes, sino que también contribuyen a su formación literaria. De hecho, ya se están implementando propuestas pedagógicas en instituciones educativas y actividades de fomento de la lectura en bibliotecas públicas, aprovechando el potencial de los BookTubers para llegar a una audiencia ávida de literatura juvenil.

Josu Diamond

Los datos de Amazon de ese año confirmaban que las críticas positivas de los BookTubers pueden aumentar hasta un 20% las ventas de un libro. Muchos de los BookTubers que lideraban el mercado hace cinco años han desaparecido, pero algunos continúan produciendo contenido y alimentando el algoritmo de YouTube. Por ejemplo, Josu Lorenzo, conocido como Josu Diamond, cuenta con 247.000 suscriptores en su canal, donde publica reseñas de libros relacionados con el fandom, desde sagas de fantasía hasta cozy romance. Además, ha publicado varios libros bajo el sello editorial Grijalbo de Random House. De manera similar, Patricia García, conocida como Little Red Read, tiene 52.000 suscriptores y no solo es BookTuber, sino también escritora de fantasía y romance en Matchstories, sello juvenil de novela romántica en el grupo Planeta. Por último, Diego Beaumont, otro BookTuber español, reseña novelas de diferentes géneros como terror, literatura clásica o poesía. Beaumont tiene un libro de poesía autoeditado.

Instagram, el inicio del todo

Tras la aparición de Booktube, un fenómeno que transformó las recomendaciones de lectura, Instagram se posicionó como un nuevo epicentro para dichas sugerencias, trascendiendo el ámbito juvenil. Conocida por fomentar la publicación de imágenes y videos, incluyendo transmisiones en vivo, esta red social creó un espacio propicio, mucho más cercano que YouTube, para la interacción y el crecimiento de seguidores.

Los bookstagrammers surgieron como protagonistas en esta dinámica, dando prioridad a la estética icónica, según señalan los investigadores argentinos Diego Vigna y Lucía Coppari en un estudio de 2020. El entusiasmo literario se comparte meticulosamente con elaboradas fotografías de las portadas de los libros y se complementa con breves reseñas o vídeos, ya sean reels o videos largos. La rápida difusión de las publicaciones de los bookstagrammers hacia miles de usuarios ha captado la atención de las editoriales, que ahora envían ejemplares de promoción a estas cuentas de Instagram.

Fernando Bonete

La proliferación de recomendaciones de libros en Instagram desde la pandemia ha transformado no solo la promoción editorial, sino también ha obligado a las editoriales a adaptarse al acelerado ritmo de las plataformas mediáticas. Según Vigna y Coppari, el crecimiento constante de cuentas dedicadas a la recomendación de libros y sus comunidades ha generado una expansión del mercado editorial. Este cambio evidencia la influencia significativa de las plataformas sociales en la promoción y difusión literaria, alterando de manera destacada el modelo de negocio editorial.

Del fenómeno bookstagrammer podemos conocer perfiles que provienen de YouTube, como Patricia García, quien mantiene el mismo nombre de usuario en Instagram y cuenta con más de 21.000 seguidores, impactando al mismo segmento de mercado que en su canal de YouTube: fantasía y romance juvenil. En Instagram también hay perfiles que vienen de la prensa o que pasaron de Instagram a la prensa digital. Fernando Bonete escribe en El Debate sobre libros y es el director del grado en Humanidades de la Universidad CEU de San Pablo. Administra una de las cuentas de Instagram con más alcance en España, según él mismo comentó en una entrevista reciente en Tribuna de Albacete.

A diferencia de otros perfiles, Bonete es solo divulgador en esa cuenta, reseña todo tipo de libros y puede decir cuando un libro es malo. Además, por el momento, no vemos un contrato literario con algún sello editorial detrás de sus casi 500.000 seguidores. Bonete comentaba en esa misma entrevista que las redes sociales no son juveniles porque el promedio de usuarios ronda una media de 42 años y que el problema posiblemente no sea que el influencer de su opinión sobre un tema, sino que ahonda en temas delicados y que no se conoce solo por dar su opinión.

Booktokers, prescriptores que crean en 60 segundos

El fenómeno de la prescripción en video se ha duplicado o migrado a otras plataformas desde la pandemia. El hashtag #BookTok en TikTok se inició en 2020, pero es a partir de 2023 que a nivel internacional se han creado nuevos desarrollos en una comunidad que hasta ahora había sido un fenómeno orgánico. En Reino Unido, Ámsterdam o Estados Unidos, el fenómeno BookTok llega a las librerías, donde se encuentra un espacio exclusivo para libros recomendados por Booktokers, además de ser un punto de encuentro físico para lectores aficionados de dichos influencers. La respuesta de una comunidad online pasa al offline en pleno punto de venta, donde los lectores pueden conversar o comprar los géneros más representativos de este fenómeno en TikTok: romance o fantasía.

TikTok Book Awards

En 2023, en Reino Unido, se crearon premios para personas influyentes del fenómeno BookTok, desde librerías independientes que los apoyan, hasta el galardón al Mejor BookTok Revival, una categoría que premia la captación de novelas clásicas o antiguas en nuevos lectores. Los finalistas en esta categoría en el mercado inglés fueron novelas publicadas décadas o siglos atrás, como One Day (Siempre el mismo día) de David Nicholls -con los derechos comprados por Netflix UK y que actualmente se puede ver bajo el formato miniserie bajo el mismo nombre, dentro del Top 10 de lo más visto en España-, Never let me go (Nunca me abandones) de Kazuo Ishiguro, Pride and Prejudice (Orgullo y Prejuicio) de Jane Austen y 1984 de George Orwell. 

Un caso extraordinario de revival fuera de los premios TikTok fue el caso del autor Lloyd Devereux Richards y su primer libro, Stone Maidens. Esta una novela negra publicada por Amazon Publishing en 2012 se hizo viral en 2023 gracias a una publicación en Tiktok de la  hija de Devereux Richards contando la experiencia de escritura de su padre y las pocas ventas que había tenido el libro. El resultado fue insuperable, ya que el libro llegó a la lista de los más vendidos de Amazon y un aumento de las ventas que ascendían a más de 100.000 copias y con una calificación en la plataforma de Jeff Bezos de 4,6 estrellas.

En España, con los Tiktoker sucede lo mismo que con los Booktubers, los perfiles son parecidos, aunque muchos se destacan. Es el caso de Patricia Fernández (@patriciafedz), quien cuenta con 420.000 seguidores en su cuenta de TikTok dedicada a las reseñas literarias de varios géneros y editoriales y, como ella misma afirma en su biografía, a saleos culturales”. Cuenta cotilleo del mundo de la cultura o hace vínculos entre novelas y canciones o cine, entre otras curiosidades divulgativas. Su poemario La luna en verso será publicado por Aguilar, sello de Penguin Random House en abril de este año y lleva dos años consecutivos ganando en la categoría divulgación de los Premios TikTok.

Otro ejemplo que no está solo en TikTok sino también en Instagram, con miles de seguidores, es el de Tamara Molina, conocida en TikTok como @tawiebooks y en Instagram como @xtawie, tiene 128.000 y 135.000 seguidores, respectivamente. Su perfil invita a conocer libros de diversos géneros relacionados con la fantasía o el romance, integrados dentro de la audiencia juvenil y generación Z, y segmentando dichos contenidos en secciones como los conocidos unboxing de libros, las recomendaciones o los wrap up. Molina publicará su novela Dónde no puedas perdonarme con Matchstories.

@patriciafedz

Estadísticas del sector educativo, editorial y universos digitales

Un dato relevante en este fenómeno es que los BookTubers, Bookstagrammers y BookTokers son prescriptores que buscan fomentar la lectura de literatura infantil y juvenil dentro de la generación Z o más jóvenes aún, coincidiendo con la franja de edad que más lee por placer en España, según el Barómetro de lectura 2023. "La lectura en menores sigue siendo muy mayoritaria. En el 76,3% de los hogares con menores de 6 años, los padres leen a sus hijos pequeños. El 86% de niños y niñas entre 6 y 9 años leen en su tiempo libre". Dentro del mismo informe, hay dos datos relevantes: el primero afirma que "la lectura de libros en el tiempo libre hasta los 18 años se ha mantenido relativamente estable en los últimos años, destacando el tramo de 10 a 14 años”,que ha alcanzado el 85,7% en 2023. El estudio señala, además, que Internet "es el principal canal de compra entre los más jóvenes (entre 25 y 34 años), representando el 55,6% de las compras de libros”, entendiendo que este sector estaría dentro del 26% total de lectores que compran por Internet en España.

A la par de estos datos están otros como los de la prueba estandarizada internacional PIRLS, ensayo donde se revisa la comprensión lectora y enseñanza a nivel de la UE y la OCDE. De acuerdo a los datos del informe, España se mantiene por debajo de la media. En la edición 2021 de PIRLS obtiene una puntuación de 521 puntos, lo que supone un retroceso respecto al anterior estudio del 2016. La caída de siete puntos, aunque podría parecer leve, es suficiente para que se considere de impacto, según explica la organización.

Booktubers

El informe sostiene que la caída generalizada en alcanzar una comprensión lectora, en varios países, está ligada al cierre escolar que provocó la pandemia en 2020. Sin embargo, profesores como Mihael Kovač, experto en lectura y el efecto de las pantallas, quien se suma a los suscriptores del Manifiesto Liubliana, por quien la Universitat Politècnica de Catalunya -BarcelonaTech (UPC) se ha adherido al manifiesto, respaldando así la promoción de la lectura de textos avanzados para preservar la capacidad de pensamiento crítico en una era marcada por la tecnología digital y el exceso de consumo de contenidos superficiales.

Entendiendo esto, podemos constatar que las redes sociales, ya sea YouTube como plataforma de video más antigua, TikTok o Instagram, están generando nuevas formas de comunicación entre lectores y nuevos prescriptores para fomentar la lectura y la venta de libros, pero también están cambiando o segmentando los gustos y deseos de los usuarios y, en consecuencia, modificando las formas de acercamiento a la lectura y las estrategias en las editoriales, ya sean grandes o pequeñas e independientes, las cuales están copiando estrategias de mercados como el americano o el inglés con segmentaciones en los sellos comerciales.

Estos datos representan una ventaja frente a una amenaza palpable: el rigor del divulgador versus el capital de venta de un perfil al que la editorial le da un espacio para crear un libro, el libro como objeto consagrado. La frase escribí un libro pierde sentido cuando la calidad poco importa o cuando la diversificación hace que esta se pierda de vista. El problema no es el influencer o el prescriptor; el problema es el modelo de negocio de los grandes sellos y los bajos niveles de comprensión lectora no solo en España sino a nivel mundial.