El día treinta de enero es el Día Mundial de la Paz. Es un día que, a través de distintas actividades, muchos colegios conmemoran. Desgraciadamente, para hablar de la paz, hay que hablar también de la guerra, de víctimas, de pobreza, de falta de derechos… Porque la paz es precisamente la ausencia de todas estas realidades que, sin embargo, describen nuestro presente y nuestra historia. A los más pequeños hay que hablarles de paz, pero también de estas realidades que vislumbran a través de la televisión, en imágenes no siempre contextualizadas. Son noticias aisladas que les llegan, noticias a las que un día se hace caso y que al día siguiente pasan al olvido, porque -dicen- carecen de actualidad.
Sin embargo, ni las guerras, ni a pobreza ni la falta de derechos han pasado nunca de actualidad. Todo lo contrario. Estos libros nos permiten acercar estas realidades a los más pequeños y también a los lectores más jóvenes; desde el presente hasta el pasado, estos libros nos ayudan a contestar a preguntas como por qué la guerra, por qué la falta de derechos para las niñas, por qué a los migrantes se les impide el paso, por qué hay que quien debe huir del país, qué significa vivir con miedo, escondido por los bombardeos o huyendo sin apenas nada. Preguntas que no son fáciles pero que es importante responder, porque para hablarles de paz a los niños antes hay que hablarles de todas estas realidades.
Colas de Sueños de Rita Sineiro y Laia Domènech (Akiara Books).
¿Cómo explicar a un niño porque miles de personas huyen de sus casas y abandonas sus países? ¿Cómo explicar a un niño porque miles de personas, entras las cuales hay niños como él, se acinan en la frontera o son recluidos en campos porque no se les deja pasar? ¿Cómo explicarle a un niño que hay niños como él que junto a sus padres deben huir de la guerra y la miseria, pero lo que se encuentran es un muro que les impide pasar, hambre y colas a la espera de un sello azul que nunca llega? Cosas de sueños es una conmovedora historia para tratar de contestar a estas preguntas; es un homenaje a Alan, el pequeño niño sirio devuelto sin vida por el mar y es un homenaje a todos esos niños que huyen de sus países en guerra y lo único que encuentran son muros y campos de reclusión.
¿Qué es en realidad el fascismo? De Kalle Johansson (Takatuka).
El auge de la extrema derecha en todo Occidente es una realidad incuestionable, tan incuestionable como la importancia de conocer la historia para no repetir las atrocidades que, en nombre de la patria, de la religión o de la raza, se han cometido a lo largo de los siglos. Por ello, este libro es tan relevante, porque explica a los lectores más jóvenes (a partir de los diez años) qué es el fascismo: su origen, su ascenso y sus consecuencias. La profesora de historia Lena Berggren, una de las mayores especialistas en fascismo y antisemitismo, es la narradora de este cómic, donde se narra la historia del fascismo y del nazismo de manera paralela, partiendo de sus bases teóricas, hasta su derrota. En el epílogo, Berggren recuerda, sin embargo, que el fascismo no ha muerto, de ahí la importancia de conocer su historia.
Anne Frank de Sveta Dorosheva y Mª Isabel Sánchez Vegara (Alba).
Todos hemos leído el Diario de Anne Frank, un testimonio imprescindible sobre la persecución nazi y una obra que, además, con el tiempo ha sido también revalorizada en términos literarios. La historia de Anne Frank, sin embargo, puede contarse independientemente de su diario para, de esta manera, acercar su figura y, por tanto, su historia, a los lectores más pequeños. Esta pequeña biografía ilustrada es la mejor manera para que aquellos que todavía no tienen edad para leer el Diario, conozcan la historia de Anne y, a través de ella, comiencen a tomar consciencia de conceptos como miedo, guerra, racismo, víctimas… Una historia imprescindible ante un presente en el que todavía hay mucho miedo, mucha guerra y muchas víctimas.
¡De aquí no pasa nadie! De Isabel Minhó Martins y Bernardo P. Carvalho (Takatuka).
Un general quiere imponer su voluntad: “¡Alto! Lo siento, pero no está permitido pasar a la página de la derecha”. Pero ¿qué orden es esta? Los otros personajes no piensan aceptarla; se reúnen en la página izquierda cada vez son más. El militar que tiene que mantener el orden cede, les deja pasar. No puede seguir ahí apelotonados. Cuando llega el general y ve que su orden no ha sido cumplida ya no puede hacer nada. Una metáfora por el deseo de poder y, al mismo tiempo, sobre la importancia de la unión, de la rebeldía y de la protesta. Un cómic imprescindible sobre los héroes anónimos que, uniéndose, consiguieron vencer a quienes imponían por la fuerza su orden.
El diario de Anne Frank de Ari Folman y David Polonsky (Penguin Random House).
Si antes apelábamos a los más pequeños, ahora nos dirigimos a los lectores algo mayores con esta magnífica adaptación al cómic de El diario de Anne Frank. El cómic es otro lenguaje respecto a la narrativa y es un lenguaje que, en muchos casos, resulta más accesible a los lectores jóvenes, acostumbrados a la serialidad, a la imagen y al fragmento. Un excelente libro para, una vez más, conocer la historia de Anne Frank y, además y más importante, el contexto político y social que lleva a la joven a encerrarse en una habitación para no ser llevada a un campo de concentración.
Caminando bajo el mar, colgando del amplio cielo de Patricio Pron (Siruela). Patricio Pron es uno de los novelistas más interesantes de la literatura en castellano contemporánea. Sus novelas siempre han sido sinónimo de ambición, de indagación y de exploración crítica; el compromiso literario y, consecuentemente, político de Pron es indiscutible y queda perfectamente reflejado en esta fábula en torno a la experiencia migratoria y en torno a la aceptación del otro, pero también de uno mismo. Retomando la tradición clásica de las fábulas, Pron narra la historia de Nahuel, un venado que debe escapar, por culpa de la sequía, de la pampa argentina, su casa. En su viaje, que le llevará a cruzar el océano, un cerdo que ladra, porque quiere ser perro, un búho, un sabio todo, un puercoespín y unas reivindicativas luciérnagas. Además de sus amigos, Nahuel lleva consigo mucha esperanza, porque, nos recuerda Pron, emigrar puede ser también una oportunidad, para el que emigra, sobre todo, pero también para aquel que recibe y acoge.
¿Qué es la guerra? de Eduard Altarriba (Bang).
Explicar la guerra no es fácil. La guerra es irracional, pero, desgraciadamente, es muy propia del ser humano, puesto que, como recuerda Altarriba, “los seres humanos siempre hemos utilizado la violencia. Las primeras sociedades cazadoras-recolectoras seguramente ya hacían ‘guerras’ para defender sus territorios o robar los recursos de otros grupos”. Este libro, para niños de diez años o más, intenta explicar qué es la guerra, quiénes son los protagonistas, quiénes son los victimarios y las víctimas, quiénes decide ayudar y quiénes, por el contrario, hacen negocio con la violencia y la muerte. Las armas, la propaganda, la tecnología o las distintas formas de conflicto -de la revolución a la guerra civil pasando por la guerra entre estados o el terrorismo- son algunos de los temas que aquí se tratan. La paz y cómo llegar a ella es el punto final de este libro que, además, incluye un dosier sobre Siria, para que los más jóvenes conozcan las guerras en curso, aunque de ellas ya no se hable en los medios.
Los migrantes de Marcelo Simonetti y Maria Girón (Kalandraka).
Un libro de gran belleza que debería leerse en todos los colegios; un libro sobre el encuentro con el diferente y, a la vez, un libro sobre el descubrimiento del drama de la migración por parte de unos niños que no saben que es tener que dejarlo todo para huir. Todo empieza con el anuncio por parte de la maestra Alicia de que al día siguiente llegarían a clase dos compañeros nuevos, dos compañeros que, explica la maestra, son inmigrantes. La curiosidad se apodera de los más pequeños; quiénes serán y cómo serán sus nuevos compañeros. Un relato lleno de humanidad sobre la belleza que reside en la diferencia, sobre todo lo que se aprende de aquel que no es como nosotros y sobre la tristeza de quien lo deja todo y solo espera ser aceptado, ser considerado uno más y, así, encontrar un nuevo hogar.
Malala Yousafzai de Carla Pascual Roig y Wugi House (Shackleton).
Malala es la persona más joven en ganar el Premio Nobel de la Paz. Lo consiguió con tan solo 17 años por su lucha en favor de la educación universal, por su lucha para que ningún niño y, sobre todo, ninguna niña fuera privada del derecho de ir al colegio. Malala es una pequeña heroína y, por ello, está en esta recomendable colección, “Mis pequeños héroes”, de la editorial Shackleton. Carla Pascual Roig y Wugi House nos cuentan aquí la historia de Malala, una historia importante para los niños y niñas de aquí que, afortunadamente, no saben qué significa no poder ir al colegio porque se es niña o porque no se tiene el dinero para pagarlo. La historia de Malala nos recuerda, y recuerda a los lectores más pequeños, que sin colegio y sin educación no hay libertad ni futuro. La historia de Malala es la historia de muchas niñas y mujeres a las que se les priva de todos los derechos, es una historia de violencia y del compromiso de una niña por cambiar el mundo.
¡Vuela, abejorro! De Christine Nöstlinger (Siruela).
La literatura juvenil no tiene, desgraciadamente, el reconocimiento que merece y son muy pocas las ocasiones en las que la crítica la toma en consideración. Esto resulta difícilmente explicable sobre todo cuando una se encuentra ante una obra como ¡Vuela, abejorro!”, una novela más que meritoria dirigida a los lectores en la que su autora, a través de la ficción, su infancia en la Viena de 1945. A través de la mirada y de la voz de la protagonista, una niña de ocho años nos relata la vida en la Viena de 1945, nada más terminar la guerra. Después de que las bombas derrumbaran su casa, la niña se traslada junto a sus padres a las afueras de la ciudad. Este es el punto de arranque de una novela que, más allá de sus méritos literarios, tiene el mérito de narrar un momento crucial de la historia reciente, sin obviar el miedo y la violencia, pero encontrando gestos de humanidad capaces de transformar las situaciones más trágicas.
Imagine de John Lennon (Flamboyant).
“Imagine es un alegato lleno de fuerza, escrito con un amor impresionante y profundo por la humanidad y su futuro”, escribe Yoko Ono en el prólogo a este libro en el que las famosas letras de Lennon son ilustradas por Jean Jullien. La figura de la paloma es el liet motiv que recorre este libro. La paloma, símbolo de la paz, viaja y da sentido a los versos y a las notas de Lennon, a este alegato de la paz que no ha perdido un ápice de vigencia. Un libro de enorme belleza que, además, permite a los niños descubrir la música de Lennon y su figura.
¿Por qué? De Nikolai Popov (Kalandraka).
¿Con qué palabras se puede explicar la guerra? Con ningunas, pues la guerra escapa de la razón. Lo sabe bien Nikolai Popov, que era solo un niño cuando el ejército nazi invadió la Unión Soviética. Este libro, sin palabras, pero con unos dibujos que expresan la dureza, la violencia y la locura de la guerra, es un clásico que no pierde vigencia. Porque las guerras siguen ahí. “Si los niños y las niñas pueden entender la insensatez de la guerra, si se dan cuenta de lo fácil que es caer en un ciclo de violencia, quizás en el futuro se conviertan en impulsores de la paz”, escribió Popov. Este es un libro sobre la guerra, pero sobre todo sobre el diálogo, la empatía, la comprensión del otro. Un libro para que los niños de hoy sean en el futuro unos adultos que impulsen la paz de la que gran parte del mundo carece.
Me llamo Maryam de Claude K. Dubois (Blackie Books).
Aquí la protagonista es una niña migrante, una niña Maryam que no entiende por qué tiene que marcharse de su casa, alejarse de su abuela, dejar sus amigos y sus juguetes, su casa y su colegio. Maryam no entiende por qué tiene que marchar e ir a un país donde no hablan su lengua y donde la comida es diferente; un país nuevo, donde no están sus amigos y tampoco su abuela. Se siente sola, pero su soledad no durará mucho tiempo, porque en este nuevo país encontrará amigos, encontrará quien le pregunte “¿Cómo te llamas?”. Una sola pregunta que, sin embargo, le hace confiar a Maryam en que, a pesar de lo dejado atrás, hay grandes cosas por venir.