Un terremeto, una sacudida de grado máximo. La literatura catalana tiene una voz que puede seguir la estela de sus mejores representantes. Es abril, en vísperas de Sant Jordi, y la escritora es Eva Baltasar, nacida en Barcelona en 1978, y que acaba de ser seleccionada en la llamada ‘short list’ del Booker Prize, uno de los premios más importantes de la literatura mundial. La creación en lengua catalana en lo más alto. Sin complejos. El galardón lo han conseguido en el pasado escritores de la altura de Margaret Atwood, Julian Barnes, John Banville o Kazuo Ishiguro.
El nombre de Baltasar se dio a conocer ayer, en Londres, como integrante de los seis finalistas al Booker Prize 2023 por la novela Boulder (Club Editor). El galardón premia la mejor obra de ficción internacional traducida al inglés. Los otros cinco finalistas son Cheon Myeong-Kwan, por Whale; Maryse Condé, por The gospel acording to the new world; GauZ, por Standing heavy; Georgi Gospodinov, por Time shelter y Guadalupe Nettel, por Still born. El ganador se dará a conocer el 23 de mayo, en un acto en el Sky Garden de Londres, y el premio económico es de 50.000 libras, a repartir entre el autor o autora y quien firma la traducción, que en este caso es Julia Sanches.
Pero el movimiento sísmico ya se ha producido. Hay buen material en la literatura en lengua catalana, y lo que falta es una referencia que destaque de forma clara, y que sea reconocida, para que pueda tirar del resto de escritores y, principalmente, escritoras. Y, con ello, enganche con miles de lectores.
Retorno al bosque
Eva Baltasar se mantiene firme en su convicción literaria de que la ficción debe sostenerse sobre una vivencia, sobre una mirada propia, sobre un ‘querer estar’. El jurado destaca que la autora ofrece una “prosa frágil y bella” a partir de una historia antigua. La presidenta del jurado, la escritora Leïla Slimani, la descrito así la novela Boulder: “Es un libro sensual, sexy e intenso, Eva Baltasar condensa las sensaciones y experiencias de una docena de novelas en poco más de cien páginas de vibrante prosa. Una incisiva historia de amor y maternidad queer que disecciona los dilemas de intercambiar independencia por intimidad”.
Y esa es la característica de una escritora que busca la experiencia, la vivencia íntima, y que es el resultado de un trabajo intenso. Boulder es la continuación de la primera novela de Baltasar, Permafrost (2018). En esa primera creación, la escritora exploró en primera persona la voz de tres mujeres que necesitaban afrontar las contradicciones de su tiempo. Boulder continuó esa búsqueda, mientras que Mamut (2022) es la última parte de esa trilogía, no pensada desde un inicio, pero lograda a medida que Baltasar daba vida a sus personajes.
El momento actual está muy centrado en la mujer. Crea interés, porque las mismas mujeres han querido reflejar sus propias percepciones. Baltasar, en gran medida, refleja ese deseo. La protagonista de su obra vive mucho tiempo sola en un barco, entre diversas travesías. La escritora ha vivido sola un tiempo en el Berguedà, y ha experimentado esa sensación, con la idea de que, en realidad, se necesitan muy pocas cosas para vivir. Es un retorno a ciertas consideraciones básicas, que se han acrecentado tras la experiencia de la pandemia. Y que algunos autores han denominado como un ‘retorno al bosque’.
Pero hay mucho más en ese mundo de Baltasar. La protagonista se ve atraída por una de sus amantes, hasta el punto de formar una familia. Y surgirá la posibilidad de ser madres, gracias a la gestación asistida. Es el mundo de hoy, muchas veces ocultado. Por ello, se considera que la novela forma parte de la literatura queer, con un lenguaje poético, que apela a la identidad y al cuerpo de las mujeres.
El salto para una literatura
El hecho de que ya sea finalista de uno de los premios literarios más prestigiosos del mundo ya ha movido todos los cimientos. Porque nunca una obra en catalán lo había alcanzado. Y puede promover un salto importante para escritores, lectores y editores.
La editorial And Other Stories publicó la obra el año pasado, con la traducción de Julia Sanches. Tener el libro en inglés es la condición para poder optar al premio. Se ha publicado en castellano, francés, italiano, alemán, danés, griego, holandés, esloveno y gallego. En catalán la novela ya ha obtenido un gran éxito, con 20.000 ejemplares, editada por Club Editor, en marzo de 2020, justo antes del inicio de la pandemia. En castellano el mérito es para Random House, con la traducción de Nicole d’Ammonville Alegría. Y Boulder ya logró un galardón, el premio Òmnium a la mejor novela de 2020.
Las literaturas necesitan estos saltos para que puedan ser grandes referentes. Y pasen una barrera que, a veces, parece insalvable. Lo ha conseguido Eva Baltasar.