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Sami Naïr. Europeísta convencido. Catedrático de Ciencias Políticas, consejero de Estado honorario, ex diputado europeo, francés de origen argelino, es un referente para todos aquellos que todavía desean hacer realidad “el sueño europeo”.

Naïr acaba de publicar Europa encadenada (Galaxia Gutenberg), con un subtítulo ilustrativo: El neoliberalismo contra la Unión. Su posición supone una crítica feroz al funcionamiento de las instituciones europeas: la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han alejado al ciudadano de ese “sueño democrático”, y los estados “están callados, no pueden decir nada”, a juicio de Naïr.

Ese poder burocrático, “tecnocrático”, es el que ha provocado, en gran medida, el auge de los populismos, de izquierda y de derecha. “El neopopulismo de extrema derecha y de izquierda es una consecuencia directa del neoliberalismo de Bruselas", señala en esta entrevista con Letra Global.

Naïr considera que todo cambió a partir de los años ochenta, y, en gran medida, debido a la alianza entre la socialdemocracia francesa –Mitterrand y los socialistas franceses-- y los conservadores europeos, principalmente con los alemanes. “Es evidente que hay un cambio de rumbo, y que se trunca el sueño europeo, a partir del Acta Única de 1996, y del Tratado de Maastricht de 1992. Se debilita ese sueño de desarrollo común”, señala.

El cambio supone una apuesta por el mercado, por políticas neoliberales. Justo cuando determinadas voces reprochan a la Unión Europea que no haya sido capaz de competir con Estados Unidos y China, Naïr incide en que el déficit democrático en Europa, el malestar social y político, se debe en gran medida a la apuesta por el “neoliberalismo”.