El libro clásico que siempre está presente
Son muchos y simultáneos, pero digamos que nunca salgo del Gilgamesh, del Eclesiastés, los presocráticos, del De rerum natura de Lucrecio. Ayudan a limpiarse de todas las excrecencias de nuestro tiempo y a diluiirse en la infinidad del pasado.
El libro del año
Me cuesta mucho decidirme. Pongamos uno de los últimos que me ha entusiasmado: La obra de una vida, selección de ensayos del escritor húngaro Béla Hamvas, hecha y traducida por mi amigo Adán Kovacsics. Es prodigioso: “El ser humano sólo es poder cuando no es nada”.
La película de tu vida
Luces de la ciudad, de Chaplin. Ni antes ni después, el cine ha producido una reflexión tan honda sobre las virtualidades de un arte a punto de morir. Pero también Ese obscuro objeto del deseo de Buñuel. Podría ver la escena final una y otra vez durante horas. Como en el caso de Chaplin, eso es algo que sólo puede hacer el cine.
La serie que te engancha o el pensador de referencia
No he conseguido engancharme a ninguna serie. Todas me aburren. Entre los grandes pensadores modernos, siempre vuelvo a Spinoza y Heidegger.
El disco o la canción de tu vida
La variedad es infinita. Depende de qué vida.”Sa ximbomba ja no sona”. I’’ve got you under my skin de Cole Porter. Las óperas de Mozart. Todo Bruckner.
El cuadro preferido
Las hilanderas de Velázquez. “Tanta serenidad es ya dolor”.