Un clásico inagotable que da pie a infinitas lecturas, un cineasta que concibe sus rodajes como aventuras al límite, un actor literato, la biografía de un director de culto en formato de cómic, el horror en la pantalla, dos veteranos -delante y detrás de las cámaras- del cine norteamericano, un raro del cine español, un recorrido por el género documental… Seleccionamos diez libros sobre el séptimo arte publicados en los últimos meses para que puedas disfrutarlos (y regalarlos) en Sant Jordi.
Ficción fatal. Manuel Arias Maldonado (Taurus)
Cuando se estrenó en 1958, Vértigo fue recibida entre la indiferencia y la hostilidad, en 2002 fue coronada en la lista de Sight and Sound como la mejor película de la historia y después han arreciado las críticas desde la teoría feminista sobre la presunta misoginia de este título y de su creador. Pocos largometrajes han dado pie a tantas lecturas como esta obra maestra de Hitchcock, incluida la de la Eugenio Trías en su imprescindible ensayo filosófico Vértigo y pasión. Llega ahora Ficción fatal, la muy recomendable aproximación del catedrático de Ciencia Política y entusiasta cinéfilo Manuel Arias Maldonado, que analiza las infinitas capas de Vértigo, con un amplio repertorio de reflexiones y anecdotario. Un libro minucioso y sagaz, que aborda desde la relación de la cinta con el original literario de Boileau y Narcejac del que parte hasta la mirada hitchcockiana sobre el deseo y la obsesión, y además rebate las acusaciones de male gaze lanzadas desde el feminismo.
Monster Show. David Skal (Es Pop Ediciones)
Publicada originalmente en 1993, esta “historia cultural del horror”, como dice el subtítulo, aborda la evolución del terror en la pantalla y su relación con lo que sucede en el mundo real. La primera edición española llevaba años descatalogada y esta nueva y cuidadísima presentación de la editorial capitaneada por Óscar Palmer incorpora nuevo material gráfico. El libro es mucho más que un simple recorrido por las películas de miedo para uso de aficionados al género. Es un ambicioso ensayo cultural, que utiliza el cine como vehículo -aunque también habla de literatura- para explorar los miedos de la sociedad contemporánea y su proyección en las producciones artísticas populares. Recorre desde el expresionismo alemán hasta las cintas de explotación de los años setenta del pasado siglo y presta especial atención a los llamados monstruos de la Universal, es decir, el terror norteamericano de los años treinta. Habla también de la fascinación -adulta e infantil- por los monstruos, ejemplificada por la revista Famous Monsters of Filmland y su impulsor, el legendario Forrest Ackerman, empecinado coleccionista de parafernalia terrorífica cinematográfica en su casa-museo.
Stephen King: guía ilustrada del maestro del terror. Matthieu Rostac y François Cau. (Lunwerg)
Este año Stephen King cumple cincuenta como escritor desde la publicación de Carrie en 1974. Gustará más o menos, pero no se puede hablar en serio de la literatura de la segunda mitad del siglo XX sin mencionarlo. Nadie como él ha literaturizado las angustias de la sociedad contemporánea. Sus novelas son best sellers, pero las adaptaciones al cine y la televisión de la práctica totalidad de ellas han contribuido sin duda a convertirlo en una figura que forma ya parte del imaginario colectivo, con títulos como Carrie, El resplandor, It, Misery… Este volumen repasa todas las películas y series basadas en sus obras y valora el grado de fidelidad al original literario El repaso es tan completo que incluye también los llamados One dollar babies: los proyectos nacidos de la iniciativa de King, que vende por un simbólico dólar relatos suyos a estudiantes de cine para que filmen un cortometraje (Frank Darabont empezó así su relación con el escritor y acabó rodando Cadena perpetua, La milla verde y La niebla). Hay también un capítulo dedicado a repasar los cameos del rey del terror en pantalla.
Cada uno por su lado y Dios contra todos. Werner Herzog (Blackie Books)
A sus 81 años, el director alemán tiene ya aura de mito viviente. Siempre concibió el cine como una aventura y jamás se amilanó a la hora de rodar en parajes inhóspitos luchando contra los elementos. En sus vibrantes memorias repasa su infancia durante la guerra, con un padre nazi que abandonó a la familia; sus inicios tras la cámara siendo todavía adolescente y la radicalidad de sus propuestas iniciales; la compleja y tóxica relación creativa con el perturbado Klaus Kinski, con el que rodó algunas de sus obras más emblemáticas; su particular concepción del documental como una suerte de mirada poética sobre la realidad; la etapa americana de su carrera y su faceta de actor en pequeños y suculentos papeles de malvado -¡ese peculiarísimo tono de voz!- que le han dado popularidad entre un público joven que lo idolatra (y probablemente no han visto ni una de las películas que ha dirigido).
Clint Eastwood. Ian Nathan (Libros Cúpula)
El crítico británico Ian Nathan acumula ya una buena pila de libros amenos, eficaces y bien documentados sobre directores como los Coen, Tim Burton, Nolan, Wes Anderson, Tarantino, Guillermo del Toro, todos publicados en ediciones ilustradas por Cúpula (y todavía inéditos en castellano: Spielberg y David Lynch). Acaba de aparecer el dedicado a Clint Eastwood, que se centra sobre todo en su labor detrás de las cámaras, aunque también aborda su trayectoria actoral. El volumen ofrece lo que se espera de Nathan: anécdotas interesantes y una aproximación divulgativa y muy solvente a la obra del cineasta, con algunas pinceladas biográficas, como su coqueteo con la política cuando fue alcalde de Carmel. Quien quiera una biografía más minuciosa -y en ocasiones muy maliciosa- puede acudir a Clint Eastwood. Vida y leyenda de Patrick McGilligan (publicada por Lumen), que traza un retrato chismoso y no muy amable del personaje.
Conversaciones con Woody Allen. Eric Lax. (Reservoir Books)
Ahora que, tras el estreno de su largometraje francés Golpe de suerte, con 88 años y cincuenta títulos a sus espaldas, parece que el momento de la despedida del cine de Woody Allen está ya cerca, leer estas conversaciones que recupera Reservoir Books es ideal para repasar la carrera de alguien que con sus películas ha marcado a toda una generación de cinéfilos. Eric Lax trató a Allen durante décadas, estuvo en sus rodajes y mantuvo con él largas entrevistas. El libro es casi una autobiografía dialogada y el complemento perfecto a las memorias del director, A propósito de nada. A pesar de que en los últimos años su carrera ha sido algo más irregular de lo que nos tenía acostumbrados y de que hoy tal vez los más jóvenes lo conozcan más por el escándalo y linchamiento público que lo ha perseguido, lo importante de Woody Allen es el legado de su inmensa obra, su agudo humor y su inteligencia. A todo ello rinde homenaje esta estupenda obra.
Quentin por Tarantino. Amazing Améziane (Redbook)
Desde hace un tiempo abundan las novelas gráficas planteadas como biografías de figuras de relevancia pública. En su mayoría son entre apañadas y discretas, pero hay algunas que destacan por encima de la media. Esta aproximación a Tarantino es una de ellas. El autor tiene una trilogía dedicada a cineastas (los otros dos volúmenes, inéditos en español, son sobre Scorsese y Coppola) y se documenta profusamente. El resultado es un cómic de lectura amena, con una puesta en página muy creativa y que aporta una sorprendente cantidad de información, incluidas algunas curiosidades que hasta los más forofos de Tarantino es probable que desconozcan. Y ya que hablamos de cómics sobre cineastas, permítanme recomendarles Alice Guy (Salamandra Graphics) dedicado a la pionera francesa que empezó como secretaria de Léon Gaumont y acabó montando su propia productora en Estados Unidos. Los autores son Catel & Bocquet, pareja en la que él, José-Louis Bocquet, es el guionista y ella, Catel Muller, la ilustradora; juntos han realizado magníficos trabajos sobre varias mujeres ilustres: Olympe de Gouges, Josephine Baker y Kiki de Montparnasse.
Memorias del cine de la transición. Alfonso Ungría (Cátedra)
Es un raro del cine español, cuya obra va desde el tardofranquismo y la transición hasta el cambio de siglo. Su carrera es guadianesca y la combinó con trabajos para televisión española (el más notable la serie Cervantes). Sus películas más relevantes -aunque minoritarias y hoy olvidadas- son las que las realizó al inicio de su carrera: El hombre oculto, Tirarse al monte y Gulliver, esta última, inspirada en Swift, con Fernando Fernán Gómez -que además coescribió el guion- rodeado de enanos (¿se podría rodar hoy una cosa así?). En estas memorias, Ungría evoca su trayectoria, la precariedad de la industria española, la evolución sociológica del país y su empeño de seguir haciendo películas contra viento y marea.
Cine documental. Ian Haydn Smith. (Libros Cúpula)
La historia del documental a través de sus títulos más relevantes, tanto en cine como en televisión. Concede tal vez demasiado peso a producciones recientes frente a piezas históricas, lo cual crea cierto desequilibrio, y hay algunas ausencias chocantes. La más imperdonable es mencionar solo muy de pasada a Leni Riefenstalh y sus dos películas fundamentales, El triunfo de la voluntad y Olimpiada. Por muy nazi que fuera la directora, es imposible explicar la historia del documental sin estas dos obras maestras (del género y también, claro, de la manipulación del espectador y el uso ideológico del cine). En cambio, sí está la también extraordinaria El hombre de la cámara de Dziga Vertov, rodada en pleno estalinismo y otro ejemplo de uso propagandístico y manipulador del documental, en este caso al servicio del comunismo. A pesar de alguna otra ausencia discutible, el autor plantea un recorrido interesante y rescata títulos poco conocidos y muy relevantes como Araya de Margot Benacerraf o Minamata: The Victims and Their World de Noriaki Tsuchimoto.
Un brillante rayo de oscuridad. Ethan Hawke. (Berenice)
Y para terminar una novela escrita por un actor literato. No es la primera incursión en la narrativa de Ethan Hawke, pero sí la más íntima y autobiográfica. El protagonista es un actor famoso por sus apariciones en el cine que se dispone a trabajar en un montaje de Enrique IV en Broadway. Hay mucho sexo muy explícito y bastantes drogas y alcohol. El personaje tiene no pocos elementos en común con su autor en la época de la crisis de su matrimonio con Uma Thurman. La novela muestra de forma muy verosímil las entrañas de la vida de un actor, sus inseguridades y el peso aplastante de la fama. Además, en estos tiempos de masculinidades melifluas, es un retrato testosterónico de un hombre que está entrando en la madurez y tiene serios problemas para comportarse como un adulto. Hawke bebe de la recia tradición norteamericana que va de Hemingway a Richard Ford, pasando por Mailer y Roth, y aunque no llega a la altura de estos maestros, logra un texto muy competente. Otra muestra de las inquietudes literarias del actor es que la nueva película que ha dirigido -todavía inédita en España-, con su hija Maya como protagonista, cuenta la historia de Flannery O’Connor en los tiempos en que publicó su primera novela. Se titula Wildcat y la esperamos con expectación.