Netflix acaba de colgar un largometraje de algo más de dos horas de duración que marca el regreso de un personaje muy querido de la casa, el inspector londinense John Luther (Idris Elba), creado por Neil Cross, responsable también de la película en cuestión, que llega cuatro años después de la emisión de la quinta y última temporada de la serie. Es probable que Luther necesitara un descanso, pues si bien las tres primeras temporadas (estrenadas en 2010, 2011 y 2013) eran soberbias, las dos últimas, aunque mantenían la dignidad, no estaban a la altura de las anteriores aventuras del peculiar policía cuyos métodos no siempre se ajustan debidamente a las normas que regulan su oficio. Uno, que había disfrutado enormemente de las primeras temporadas de Luther, se despidió con cierta tristeza de la serie, cuya última temporada sonaba más a cubrir el expediente que al deseo de repetir el impacto de las primeras.
Entre otras cosas, por la ausencia de un personaje secundario fundamental en los mejores momentos de la serie, la doctora Alice Morgan (una muy inquietante Ruth Wilson), a la que Luther conoce en la primera temporada, cuando ella es acusada de la muerte de sus padres, y se establece una conexión inmediata entre ambos (aunque sin sexo, por más que éste esté siempre presente en grado de no consumación). Cuando Luther descubre que la doctora Morgan se deshizo de sus padres y es una psicópata de cuidado, algo le impide denunciarla y sacarla de la circulación, mientras ella se convierte en una especie de colaboradora extra policial, como si el profesor Moriarty sintiera una gran simpatía por Sherlock Holmes y decidiera dejar de ser su némesis para convertirse en su socio. La turbia y ambigua relación entre Luther y Morgan era de lo mejor de la serie, que perdió parte de su interés cuando sus responsables decidieron deshacerse de la siniestra y fascinante asesina fan de un poli negro con cierta tendencia a saltarse las reglas de su profesión.
Con Luther: Cae la noche, el largometraje recién estrenado, los fans de ese poli tan especial nos hemos llevado una alegría, pues lo reencontramos en plena forma y decididamente dispuesto a seguir haciendo justicia a su manera. Ni rastro de la doctora Morgan, pero Neil Cross se ha sacado de la manga un malo magnífico, David Robey (Andy Serkis, al que por fin le vemos la cara tras haber interpretado papeles para personajes generados por ordenador, como el Gollum de El señor de los anillos, algunos de La guerra de las galaxias y hasta el de un mono sabio en la saga de El planeta de los simios). El tal Robey es un genio del ciberespacio que utiliza su talento para hacer el mal con el único objetivo de jorobarle la vida a gente que le cae mal. ¿Su especialidad?: chantajear a personas que ocultan actividades censurables que él mismo y su equipo descubren en la red, convirtiendo a esos desgraciados con secretitos inconfesables en sus esclavos, sacándoles toda la pasta posible, hasta que Robey decide que ha llegado la hora de eliminarlos.
Cuando Luther empieza a meter las narices en los asesinatos de Robey, éste opta por quitárselo de en medio de la manera habitual; es decir, colándose en el Internet profundo y sacando a la luz todas las ocasiones en que Luther no se portó de manera estrictamente legal, que son unas cuantas y le acaban costando a nuestro inspector un juicio que acaba dando con sus huesos en la cárcel. Una vez (cree que) se ha deshecho de Luther, el infame David Robey cree que puede continuar tan tranquilo con sus extorsiones y sus crímenes, pero no cuenta con que Luther será capaz de escapar del trullo para dar con él y acabar con su siniestro reinado en el ciberespacio.
La siniestra doctora
El enfrentamiento entre Robey (un villano a la altura de los mejores de la saga de James Bond) y Luther (con más ritmo y más uso de la violencia que de costumbre) es la base de Luther: cae la noche, un thriller sólido y trepidante que demuestra que el señor Cross aún tiene muchas que decir de su personaje. Quienes descubran ahora a John Luther, harán bien en tragarse las temporadas de la serie que no vieron en su momento, y los que nos reencontramos con nuestro poli alternativo favorito, esperamos que este largometraje funcione a nivel de audiencia y permita el retorno definitivo de John Luther a la televisión, ya sea en forma de serie o de largometrajes independientes. A destacar en Luther: Cae la noche, las interpretaciones de Andy Serkis e Idris Elba (que sonó hace un tiempo como posible sustituto de Daniel Craig en el papel del agente 007). Sin el señor Elba, Luther no sería el mismo y, probablemente, tendría menos interés, menos sutileza y menos ambigüedades morales.
Quedo a la espera, pues, de una nueva aventura de John Luther, Y, si no es mucho pedir, ¿habría alguna manera de que volviera a su mundo la siniestra (y extrañamente sexy) doctora Alice Morgan, que tanta vidilla le dio a la serie en sus primeras entregas? Por pedir, que no quede, y el no ya lo tengo.