Los thrillers televisivos británicos suelen ser extremadamente fiables, incluso cuando no constituyen el colmo de la originalidad. Algunos son brillantes y la mayoría son de una eficacia y una pulcritud admirables. Entre esa mayoría, me permito la licencia de recomendarles esta semana La Torre, en HBO Max, y Sospechoso, en Movistar, dos miniseries que no pasarán a la historia, pero que cumplen su función de entretener dignamente y formar parte de lo que uno insiste en calificar de thrillers confortables. Aunque los principales representantes del thriller confortable, en el que uno se siente como en casa, sean productos como Colombo o Se ha escrito un crimen, la televisión británica cuenta con abundantes ejemplos de esas tramas policiales en las que uno entra de inmediato y las sigue hasta el final, consciente de que no constituyen un avance espectacular en el género policíaco, pero que lo que hacen, lo hacen muy bien. Su visionado resulta especialmente adecuado cuando uno no está para complicarse demasiado la vida y solo aspira a productos audiovisuales bien urdidos que lo mantengan entretenido y en una cierta tensión hasta el final. Eso es exactamente lo que consiguen The tower y The suspect.
La primera está basada en una novela de Kate London titulada Post mortem y que es la entrega inicial de una trilogía protagonizada por una inspectora lesbiana a la que acaban de plantar, Sarah Collins (Gemma Whelan), y gira en torno a unas muertes que la policía se da demasiada prisa en hacer como que resuelve: una adolescente árabe se ha llevado a la azotea del edificio de enfrente de su casa al hijo de la vecina, al que amenaza con arrojar al vacío; un agente veterano y una novata se plantan en lo alto de la Torre, pero no pueden impedir que la adolescente se caiga y arrastre con ella al policía barrigudo llamado a poner orden en la situación.
La novata que lo vio todo desaparece sin dar explicaciones, y sus mandos se apresuran a cerrar el caso basándose en las apariencias, que a la inspectora Collins se le antojan tan dudosas como confusas. Reflexión sobre el espíritu de cuerpo, el racismo y la autodefensa gremial, La Torre resuelve en tres episodios de una hora de duración un caso que los mandamases policiales pretendían archivar en diez minutos: la adolescente árabe –y no creo incurrir en el spoiler- era un falso culpable, y descubrir la verdad oculta tras las apariencias le causará abundantes problemas a la inspectora Collins, quien, por cierto, volverá en la segunda temporada de la serie, que ya tiene título: The tower II: Death message.
Para un fin de semana lluvioso
El otro falso culpable de la semana es el psicólogo Joe O´Loughlin (Aidan Turner), protagonista de Sospechoso, cuyos cinco episodios pueden verse en Movistar. Acusado del asesinato de una antigua paciente, el doctor O´Loughlin deberá resolver el misterio fuera del sistema, dado que la policía lo ha declarado culpable desde el minuto uno. Tras el primer crimen, los muertos se multiplican, y todos ellos parecen apuntar al desdichado psicólogo, convencido de que hay una conspiración en su contra cuyos motivos se devana los sesos por desentrañar. El auténtico responsable de los crímenes está muy cerca de él y lo hemos conocido en el primer episodio de la serie, pero hasta ahí puedo leer. Sospechoso está basada en la novela de Michael Robotham del mismo título, publicada en España por Roca Editorial, y es una de las mejores de este irregular escritor australiano que a veces es ingenioso y brillante (como en el caso de The suspect) y en ocasiones resulta previsible y rutinario (hay novelas suyas que he disfrutado mucho y otras que he dejado a medio leer).
Ni La torre ni Sospechoso son productos de visión obligada. No descubren la pólvora dentro del género policiaco, pero están muy bien escritas, actuadas y dirigidas. O sea, que estamos ante dos miniseries confortables, ideales para un fin de semana lluvioso, que mantendrán al espectador en un estado de agradable tensión durante todo su metraje. Y hay momentos en los que uno no pide nada más porque eso es exactamente lo que necesita.