Angy Fernández (Palma de Mallorca, 1990) lleva un año imparable. Más allá del regreso de Física o Química, la actriz se ha subido de nuevo a las tablas para participar en el musical de Broadway Kinky Boots que se estrenó en octubre en el Espacio Ibercaja Delicias de Madrid.
Por si fuera poco este 17 de noviembre ha estrenado en Playz la serie Yrreal, una apuesta radical dentro del panorama audiovisual español que mezcla animación 2D con imagen real. Una propuesta “muy diferente” y de la que está muy orgullosa de participar.
Heroína de armas tomar
La intérprete da vida a Lucía, una joven que quiera ayudar a una chica cuya hermana ha desaparecido. Con una intención de Robin Hood del siglo XX ambas salen a buscar justicia y acaban involucradas en una espiral de sangre y venganza.
Orgullosa y “contenta” de participar en un proyecto así, Angy conversa con Crónica Directo para hablar de este atrevido proyecto y recordar que las mujeres siguen padeciendo acoso, pero eso no las amedrenta para tomar las riendas de sus vidas. ¿La música? Es otro cantar.
--Pregunta: ¿Qué le atrajo de la propuesta y cómo le llegó?
--Respuesta: Este proyecto hace cuatro años que la intentamos sacar adelante. El director me conoció en otra serie, Bajo la red. Allí hacíamos una serie de improvisaciones y en una de ellas le surgió la idea. A partir de allí me dijo que empezaba a escribir el guion de una película, nos reunimos, me comentó que intentaría sacarla adelante. Al final, es una serie no una película, cambió cosas y estuvo mucho tiempo para sacarla adelante. Yo siempre estuve dentro. Y gracias a Ganar, hemos podido sacarlo adelante.
--¿Cómo definiría a su personaje, Lucía? ¿Loca, valiente…?
--Es una chica que tiene traumas por cosas que le han pasado en su vida e intenta ayudar a las demás, en este caso a Elena cuya hermana había desaparecido. Ve que Elena tiene muchos seguidores contando los detalles del caso e intenta ayudarla dándole otra opción para dar con su hermana. Ella es como una justiciera, su sueño era una ser una superheroína con superpoderes. ¿Loca? No sé. Tiene algún punto, claro.
--¿Diríamos que tiene unos prontos justificados?
--Es que se justifica. No es que haya que tomarse la justicia por su mano, pero es ficción (ríe).
--De hecho, en un momento, la serie se cuestiona si lo que se está haciendo está moralmente bien o mal.
--Se ve unos policías que ven las cosas siguiendo lo que dicta la ley y Lucía que no piensa en lo que dice la ley. Se la ha mirado, ¿eh? Y tiene claro cuánto tiempo le puede caer en función de sus acciones. Ella espera no acabar allí, pero la cosa se va complicando porque ella no es una superheroína ni esto es Marvel.
--La serie reflexiona también sobre la vulnerabilidad de las mujeres y una cierta violencia contra ella.
--No quiero hacer spoilers, pero esto pasa. Es muy fuerte cómo nosotras hemos de tener ese cuidado, tenemos miedo y eso no cambia. Es muy fuerte que muchos salgan de la cárcel tan pronto, sigan ejerciendo esa violencia contra la mujer, que tengan penas tan bajas…
--¿Cómo ve la justicia aquí en estos casos?
--Hay cosas que no se entienden, como el caso de Marta del Castillo. Se deberían revisar las leyes. Hay gente que debería pasarse, no sé si toda la vida, pero bastantes años allí para dejar de hacer daño a la sociedad que ya suficiente tenemos.
--Aun así muestran a mujeres empoderadas en ‘Yrreal’
--Elena al principio está hecha polvo. Ve como el único sospechoso sale de la cárcel y no sabe dónde está el cuerpo de su hermana, si está viva o muerte. ¡Cómo debe ser eso para una familia! Vi el documental del caso de Marta del Castillo y te pones en la piel de esos padres, de esa madre… ¡Hay gente que no ha vuelto a ver a sus familiares sin saber si están muertos o desaparecidos! Lo que hace Lucía es tratar de ayudar a Elena que pasa por ese momento y buscan que este tipo confiese porque la justicia no hace nada o no sabe cómo hacerlo.
--De hecho, en España se dan entre 20.000 y 30.000 desapariciones al año y no todas trascienden y hay familias que todavía busca a sus desaparecidos sin un apoyo mediático.
--Yo no lo puedo decir porque, afortunadamente, no he vivido un caso así. Supongo que el apoyo mediático siempre viene bien. O no, porque también hay que tener cuidado con lo mediático a veces. Los padres o familiares que tienen las cámaras siempre encima… En el caso de la serie, Lucía lo vive bien, le gusta que hablen de ella y se siente un poco como Spider-Man, una superheroína que hace el bien, al menos en su cabeza. Pero sí, podría decir que está empoderada y ayuda a empoderar a Elena.
--Usted acostumbra a tener papeles de personajes echados para adelante, ¿se siente así?
--No te creas ¿eh? No sé si me han dado nunca un papel así. En una serie que combina el 2D con la ficción. Es algo muy diferente.
--Me refería a que los personajes que ha interpretado a mujeres con decisión.
--Sí, eso sí. A veces soy más impulsiva, pero no soy tan decidida como Lucía.
--Ahora, además está con un personaje incluso comprometido en el teatro con Kinky boots. ¿Cómo está siendo la experiencia?
--Estoy muy contenta de hacer un musical tan bonito, que viene de Broadway y con un mensaje tan bonito. La gente nos dice que sale con un chute de energía y es muy agradecido generar eso en la gente y muy necesaria para los tiempos que corren.
--¿Usted se siente una actriz comprometida como estos dos personajes?
--Lo intento. No tengo problema en debatir sobre algo en lo que creo firmemente. Sí, me siento comprometida con la gente y con los animales. A veces, por eso, me meto demasiado en las cosas. Pierdes la salud en algunos casos porque da rabia cuando sientes que no avanzas, pero sí lo haces, al menos lo desprendes a tu alrededor. Si tengo un poco más de voz que otras personas y puedo hablar de algo en lo que creo es una suerte.
--Lo que pasa que muchas veces se les acusa de titiriteros…
--Es que la gente se piensa que por salir en la tele no puedes opinar. Yo también voto, pago impuestos, soy una persona normal como tú, sufro cómo tú, ¿por qué no puedo opinar? Siempre te critican por todo, como si no tuvieras derechos. Me acuerdo de que criticaron a Pilar Bardem cuando falleció porque murió en un hospital privado. ¿Por qué no ven que ella se lo puede pagar pero que hablaba por los que no podían permitírselo y que tuvieran una sanidad pública decente? Hay que ver que los que tenemos voz tratamos de dársela a los que no la tienen, en mi caso a los animales.
--Ahora que menciona Pilar Bardem, ¿cuáles fueron sus referentes en actuación?
--Al final mis referentes, tristemente, son hombres porque de las películas que veía ellos eran los protagonistas. Flipaba con actores, porque son a quienes les dieron la oportunidad, pero pienso qué pena que mis películas favoritas estén casi todas protagonizadas por hombres porque quiero tener referentes femeninos. Evidentemente, tengo a Kate Winslet en un pedestal. Mi película favorita es Kill Bill, y Umma Thurman era un gran referente para mí. También ahora me fijo en las protagonistas femeninas de las series y si me gustan intento ver más de ellas.
--Curioso que cites Kill Bill porque 'Yrreal' parece sacada de una de las historias de Tarantino con esa mezcla de cómic e imagen real.
--Puede ser… Hay muchas referencias al cine de Tarantino y a Kick Ass. Parte de esa admiración. Tarantino es una referencia para todos y hacer una serie igual de sangrienta es guay (ríe).
--Ccree que gracias a las series se empiezan a ver más mujeres protagonistas y no sólo en historias de desamor.
--Ya hacía falta. A muchas se las pone como novia de… Yrreal es una historia diferente. Son dos chicas que se juntan para hacer justicia sin muchos poderes ni medios.
--Por último, ¿la música ya la tiene apartada?
--La verdad que con Yrreal y el teatro me he centrado más en la actuación. La música la tengo más apartada, sí. No sé si algún día volveré porque esto me quita bastante tiempo y me gusta mucho. La música ahora mismo, no. Además, hay mucha gente, muchas canciones. Lo guay ahora es intentar ser diferente y como no sé cómo ser diferente entonces espero (ríe).