“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Este es el famoso comienzo de una de las novelas más famosas y reconocidas de todos los tiempos: Cien años de soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Como obra cumbre en la narrativa hispanoamericana, la historia de las siete generaciones de los Buendía en el pueblo imaginario de Macondo ha estado a punto de llevarse al cine en numerosas ocasiones. Sin embargo, lograr plasmar lo que García Márquez expuso sobre papel siempre ha resultado una tarea complicada.
El realismo mágico es difícil
Y no es de extrañar esta reticencia si se tiene en cuenta el modo de escribir del autor colombiano, ya que ni el realismo mágico ni su capacidad para describir sensaciones son sencillas de mostrar en pantalla. Así que el hecho de que Netflix haya anunciado que va a hacer una serie sobre Cien años de soledad es una excelente noticia… siempre que los resultados sean buenos.
Para lograr tamaña empresa, la plataforma de contenidos contará con el apoyo y la colaboración de los hijos del Premio Nobel, Gonzalo y Rodrigo García Barcha, que serán los encargados de que la serie haga justicia a la inmensa novela de su padre.
Tiempo e idioma
Y por el momento, todo va tal y como se han propuesto todas las partes integrantes, ya que se ha decidido no escatimar en tiempo -se calcula que se rodarán unas 20 horas que estarán repartidas en dos o tres temporadas- y rodar en español, dado que Cien años de soledad destaca precisamente por la maravillosa prosa del escritor colombiano.
El propio Rodrigo García ha llegado asegurar que lleva “escuchando la discusión sobre si vender o no los derechos de Cien años de soledad desde que tenía ocho años. No era una decisión fácil, ni para mí, ni para mi hermano o mi madre. Da la sensación de que se ha abierto un gran capítulo, pero al mismo tiempo se ha cerrado otro muy largo".
Más detalles sobre la futura serie
Para llevar a la pantalla los 20 capítulos de la novela que se sumerge en la construcción y caída del pueblo de Macondo de la mano de la familia Buendía, hará falta un arduo trabajo por parte del guionista José Rivera, quien se verá abocado a realizar cambios en la estructura narrativa de la novela, dado que el lenguaje cinematográfico es muy diferente al literario.
Ante esta necesidad, Rodrigo García tiene claro que no hay otra manera de hacerlo, tal y como declaró recientemente en un vídeo charlando con el director Andrés Wood y con el crítico Samuel Castro. Sobre el trabajo de Rivera, comentó que “ha hecho un par de cambios que no están reinventando nada, se parece mucho a la novela. Pero sí ha hecho un par de cosas estructurales, muy astutas, que no van a ser alarmantes. Es muy fiel al libro”.
Fidelidad al espíritu de Macondo
Precisamente esa es la labor de los hijos de Gabo: conseguir que la serie de Netflix sea lo más fiel posible a un libro que marcó un antes y un después en la literatura iberoamericana. No obstante, García cree que es necesario que tanto los guionistas como los directores deben apoderarse del libro, ya que muchas adaptaciones únicamente “funcionan si el director tiene una visión universal de lo que está haciendo en la adaptación. Hay que tomar ciertas libertades, sino no funciona”.
Lo que está claro es que en el momento de su estreno, la serie de Cien años de soledad se va a someter al escrutinio de los millones de lectores a los que la novela ha cautivado en las últimas décadas. Y es que desde que se publicara en el año 1967, ya ha vendido más de 50 millones de copias y ha sido traducida a 46 idiomas.
Origen del Premio Nobel
Además, esta obra fue el germen del Premio Nobel de Literatura que le fue entregado al escritor colombiano en el año 1982, cuyo modo de escribir sigue enamorando a lectores de todo el mundo.
Es por ello que la apuesta de Netflix será uno de los platos fuertes especialmente en los países de habla hispana. Aunque probablemente tenga un gran recorrido también en Estados Unidos. A fin de cuentas ya en su día el expresidente Bill Clinton declaró que era su libro favorito.