La directora de cine Isabel Coixet ha dado la voz de alarma en torno a la preocupante deriva que está tomando la migración procedente de África con destino a Europa. La cineasta catalana ha recalcado con especial énfasis que la sociedad no está tomando la medida real de un problema que se ha agravado en los últimos años por la inacción de la clase política, tanto en España como en el resto del continente.
Coixet es una de las productoras del documental dirigido por Paula Palacios Cartas Mojadas, que con gran realismo detalla la dureza de la situación que tienen que afrontar aquellas personas que en un momento de su vida deciden arriesgarse a morir en el mar en busca de un futuro.
A bordo del Open Arms
El largometraje rememora los años más trágicos de la migración hacia Europa y narra una de las misiones más duras del barco de la ONG Open Arms. Cartas Mojadas cuenta, a través de una voz misteriosa que surge del fondo del mar, el drama de la migración en el Mediterráneo. Siguiendo cartas escritas por madres que llegaron a Europa a sus hijos, que tuvieron que quedarse en la miseria y la hambruna. La voz acompaña al Open Arms en su lucha por salvar a 550 personas de un naufragio.
Después, el espectador se encuentra en un momento del documental en las calles de París, donde la violencia policial contra los migrantes contrasta con la titánica lucha por alcanzar las costas europeas. La situación todavía empeora más cuando la película nos lleva a bordo de guardacostas libios, el lugar más peligroso del mundo, donde se maltrata y se esclaviza a seres humanos.
Isabel Coixet insistió en que es necesario que la sociedad española acuda en masa a ver el documental para que “tome conciencia” de la gravedad del problema, que no se soluciona cuando los migrantes toman tierra. Todo lo contrario. En su opinión se agrava.
"Una bofetada a la realidad"
El día que se presentó oficialmente el documental, la directora barcelonesa ya avisó de que Cartas Mojadas sería “una bofetada, un grito, una ola de indignación, una sacudida de empatía que no puede dejar a nadie indiferente. Cartas Mojadas no va a ser papel mojado. La belleza y la inteligencia del trabajo de Paula son una lección imposible de olvidar“.
Coixet incide que se trata de una cuestión de humanidad que las autoridades de los países más ricos de Europa se tomen en serio que las personas que huyen de sus países, por el motivo que sea, deben encontrar una salida al desafortunado callejón en el que se encuentran. Y muy dura se ha mostrado al valorar que ciertas formaciones políticas hagan uso de la demagogia y saquen a relucir su xenofobia para obtener algún tipo de beneficio electoralista y no aportar ningún tipo de alivio a tanto sufrimiento.
“Si dejamos que ciertos partidos critiquen la acogida, si dejamos que los centros de acogida estén en el estado en el que están, con una precariedad... Que yo sé que la precariedad existe, pero estamos hablando de precariedad y de miseria y condiciones inhumanas”, recordó la directora de cine en Europa Press.
El “coraje” de Paula Palacios
Paula Palacios, de la que Coixet alabó su “coraje” por la forma en la que trata las desgraciadas historias de sus auténticos protagonistas, reconoció que su principal motivación es remover las conciencias de los ciudadanos que viven ajenos a este drama de la migración.
“Ni en España ni en Libia ni en Europa. Nadie ha tratado esta odisea como la ha tratado ella”, ha llegado a decir la catalana sobre Palacios. "Yo quería que todo esto cree en el espectador un efecto de que por momentos me olvido que estoy viendo una historia real, porque a veces parece un cuento, para que vuelva a la realidad, me golpee fuerte y diga: ¡ostras, pero que esto es verdad!", señaló la directora del documental.
Ambas mujeres coinciden en que es fundamental que la sociedad se dé cuenta de la auténtica magnitud de un problema que viene degenerando desde hace ya demasiados años. Y en opinión de Coixet gran parte de la responsabilidad la tienen los ciudadanos al mirar hacia otro lado cuando alguien saca a relucir que en el Mediterráneo existe un conflicto en el que están muriendo miles de personas, la mayoría mujeres y niños.
"Toda la gente que protesta cuando llegan pateras, que se queja de la gente que llega a quitarnos el trabajo... Este es un documental con el que yo les ataría a la silla y que lo vieran", acentuó la catalana.