Quentin Tarantino ha creado personajes femeninos muy potentes en sus películas, heroínas que han dejado huella en mucha gente. En Death Proof (2007), incluso la aparición de mujeres y hombres se reparte 63%-27% a favor de ellas, y las líneas habladas reflejan una clara diferencia del 80%-20%. Algo insólito en el mundo cinematográfico.
Sin embargo, y aunque él lo niegue, las películas de Tarantino mantienen a las mujeres un escalón por debajo de los hombres. Solo uno de cada tres papeles es para una actriz. Una proporción que se repite en los filmes de todo el mundo y de todos los directores. La desigualdad de género en este sector empieza a desaparecer en las series, pero en la gran pantalla el cambio es más lento.