Evangelion es para muchos críticos una de las mejores series de anime de la historia. Su cuidada estética y, sobre todo, la mirada distópica que propone han llevado a millones de personas a valorar su compleja historia y su calidad gráfica. Ahora, Netflix ha recuperado esta ficción para alegría de sus fans.
Y es que Neon Genesis Evangelion, más conocida como Evangelion, es todo un clásico. Creada por el prestigioso Estudio Gainax, con sede en Tokio, la serie incorpora elementos de la ciencia ficción más clásica y les aporta una nueva mirada, salpicada con un montón de mechas (robots de aspecto humanoide controlados por humanos) que terminan firmando grandes escenas de acción. He aquí tres motivos por los que todo el mundo debería ver esta serie:
Personajes inolvidables
El gran acierto de Evangelion está en sus personajes y en cómo van evolucionando a través de la serie, dejando ver su lado más psicológico. El director, Hideaki Anno, comentó que las relaciones entre los personajes están basadas en sus propias experiencias y por eso quería crear una serie de identidades que respondieran de manera fiel a varios tipos de ideas psicológicas e incluso religiosas.
A pesar de que se utilizan arquetipos clásicos, como el héroe o el antihéroe, el resto de los personajes secundarios que complementan la trama tienen una poblada vida interior, basada en sus propias relaciones personales. Esto crea personajes complejos e interesantes que nada tienen que ver con otros animes y le otorga un plus a la hora de verla, ya que el espectador puede acceder a una historia más profunda e identificarse con alguno de los protagonistas.
Historia con trasfondo
La trama comienza en el año 2015, cuando un importante desastre mundial acaba con la mitad de la población de la Tierra. El hecho es que unos seres de procedencia desconocida, llamados ángeles, llegan para atacar el planeta. Con el fin de evitar nuevos ataques, se crea una organización, llamada NERV, que combate este tipo de ataques con unos robots gigantes llamados EVA, abreviatura de Evangelion.
Como se puede observar, la serie incorpora elementos de la cultura cristiana, de hecho, el título podría traducirse como "Nuevo Evangelio". Éste es uno de los puntos fuertes de la obra, donde estos elementos religiosos del cristianismo y el judaísmo se integran dentro de la historia, extrayendo ideas de la cábala (uno de los libros más importantes de la fe judía, utilizados para interpretar la Torá) o del Antiguo Testamento. Además, el trasfondo de la ficción añade una fuerte parte psicológica que hace referencia a la escuela del psicoanálisis, fundada por Sigmund Freud.
Una distopía robótica
Evangelion podría englobarse dentro del subgénero de mecha-anime, una clasificación a la que pertenecen otras series como Mazinger Z o Transformers. Obras que lograron una gran repercusión durante los años 90, cuando se puso bastante de moda la utilización de robots, la mayoría de ellos gigantes, en las principales escenas de acción de este tipo de animes. Es muy interesante comprobar cómo, partiendo de esa base tan orientada a la ciencia ficción, la mayoría de esas series son capaces de tratar otras temáticas más profundas.
Y aquí es donde reside el gran interés de Evangelion. Una serie de 26 capítulos (de unos 25 minutos de duración cada uno) donde se desarrolla una trama profunda con personajes complejos (nada que ver con otro tipo de animes más infantiles, como Dragon Ball o Campeones). Elementos que influirían en animes posteriores y que suponen un salto de calidad en el género para ser considerado algo más allá de mero entretenimiento juvenil.