El sanatorio de Himmelstal, en el valle italiano del Trentino, parece a simple vista un lugar tan agradable y relajante como aquel al que acudía Hans Castorp, el protagonista de la novela de Thomas Mann La montaña mágica, pero bajo ese ambiente pulcro y ordenado, donde en teoría se aplican terapias innovadoras a gente con problemas mentales y a delincuentes peligrosos, hay en realidad una extraña institución cuyos objetivos no están nada claros. Como decía la célebre ranchera, aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión: de Himmelstal se sabe cómo se entra, pero no cómo (ni cuándo) se sale. Dirigido por un iluminado con un aspecto entre el hipismo y la new age, el siniestro doctor Fisher (Matthew Modine), allí pasan cosas muy extrañas.
Lo puede comprobar en sus propias carnes la protagonista de la nueva serie de HBO, Sanctuary, cuando acepta la invitación de su hermana gemela, Siri, para que la visite en Himmelstal, donde se halla recluida por no estar en sus cabales y haber cometido algunos delitos graves. Helena Brant, que se aburre como una ostra en su trabajo de teleoperadora en Suecia, decide visitar a su hermana Siri, a la que ha visto de uvas a peras desde que sus padres decidieron separarlas porque ésta ya apuntaba maneras de psicópata, y no tarda mucho en descubrir que ésa ha sido probablemente la peor decisión de su vida.
Tras una jornada de confraternización en la que Siri le pide a Helena que la sustituya un día en el sanatorio mientras ella se va a ver a una novia que se ha echado, Helena despierta sin su pasaporte, sin su móvil y sin el resto de sus cosas: haciéndose pasar por ella, Siri se ha fugado del sanatorio y la ha dejado allí tirada para que se apañe como pueda con los médicos, que se niegan a creer que sea quien dice ser y la siguen tratando como a su desaparecida hermana. Así se inicia una pesadilla que, de momento –vamos por el capítulo seis–, consigue mantener al espectador pegado a la pantalla. Oblicuo homenaje a la vieja serie británica de Patrick McGoohan El prisionero, Sanctuary (Sanatorio en la versión española) se centra en los inútiles esfuerzos de Helena por salir de Himmlestal y muestra una serie de personajes secundarios realmente inquietantes, muchos de los cuales deberían estar directamente en la cárcel o en un frenopático, no paseando más o menos libremente por ese decorado de ensueño en los Alpes.
Basada en la novela El santuario del diablo, de la autora sueca Marie Hermanson, Sanatorio es un magnífico thriller claustrofóbico protagonizado por la también sueca Josefin Asplund que avanza a un ritmo levemente moroso, aunque nunca aburrido, hasta llegar a una conclusión que, por el momento, parece un tanto lejana, pues quedan muchas preguntas por responder. Para empezar, ¿quién está detrás de ese santuario aparentemente paradisíaco y qué se pretende con su existencia?, ¿dónde se ha metido la gemela loca y malvada?, ¿es su novia la mujer que apareció muerta al fondo de un barranco? Tras ver el capítulo seis, las preguntas superan ampliamente a las respuestas, así que seguiremos acompañando a la desafortunada Helen por el siniestro sanatorio alpino hasta que nos enteremos de qué pasa exactamente allí.