La compañía de proyecciones de películas Ocine, fundada en Olot (Girona), cerró el ejercicio 2017 con una facturación de 34,5 millones de euros, lo que supone un crecimiento de cerca del 9% con respecto al año anterior. Esta cifra anima a la tercera generación de la empresa familiar, que dirige actualmente la compañía, a apostar por el crecimiento mediante compras de salas en el mercado francés.
Actualmente cuenta con 19 complejos y más de 170 salas repartidas entre España y Francia. El objetivo es alcanzar las 200 estancias para proyecciones en 2020. Jordi Agustí, consejero delegado de Ocine, apunta a que el ritmo de compras variará entre dos o tres salas anualmente. Para el ejercicio en curso, con la incorporación de tres salas, esperan un incremento de la facturación del 8%.
Expectadores
Durante 2017, Ocine recibió a 4,5 millones de personas en sus salas, lo que la coloca en cuarta posición en el mercado de la exhibición de cine en España y "el primero de capital español", tal como resalta Agustí en declaraciones a Expansión. Por delante se sitúan Cinesa, perteneciente al grupo inglés UCI Odeon; Yelmo Cines –propiedad de la compañía mexicana Cinépolis– y Kinépolis, de origen belga.
El directivo asegura que uno de los motivos de su éxito después de 75 años es que mantiene el balance económico saneado y la deuda muy baja. Explica que la financiación se basa en recursos propios y, a pesar de haber recibido ofertas de compra en varias ocasiones, la familia nunca se ha planteado vender la firma.
Empresa familiar internacional
Joan Agustí Pujol fundó Ocine en 1943. En la actualidad, la compañía está presidida por su hijo Narcís Agustí Agustí y sus nietos son vocales en el consejo: Joan, Esteve y el propio Jordi Agustí Illa (consejero delegado). Además, en el órgano de gestión también participa Carmen Illa, madre de los tres.
La empresa de proyecciones de cine tiene cerca del 50% de las salas en propiedad. El resto de las salas en las que proyectan sólo actúan como gestores. Para evitar caer en endeudamientos, la financiación de nuevos proyectos es compartida con los socios, que suelen ser centros comerciales que buscan operadores para sus salas de cine.
Nueva sala en Burdeos
La internacionalización de Ocine comenzó gracias a una de estas colaboraciones con un socio del País Vasco. El destino inicial fue el país galo, en el que crearon dos salas de proyecciones en Anglet y Béziers.
Actualmente la compañía prepara la inauguración de un tercer emplazamiento, esta vez en Burdeos.