Inspirada en unos crímenes reales que se cebaron con la comunidad homosexual de Sidney --concretamente, en la zona de Bondi, que cuenta con una de las playas más grandes de Australia--, Deep water (2016, aunque recién colgada en Netflix) es una ficción en cuatro capítulos protagonizada por Noah Taylor y Yael Stone, que interpretan a una pareja de inspectores que deben enfrentarse a una serie de asesinatos de gays que a ella le recuerdan poderosamente los que tuvieron lugar en la zona durante los años 80 y 90 y que nunca se resolvieron de una forma satisfactoria.
La inspectora vuelve a su lugar de nacimiento tras unos años destinada en otra parte de Australia, y el caso que le cae encima solo contribuye a incrementar su lista de deberes. Su hermano, aunque el padre de familia insista en que se suicidó, fue una víctima de las tristemente célebres palizas a homosexuales --a veces con resultados mortales-- que fueron comunes en la zona años atrás mientras la policía miraba hacia otro lado porque, total, ¿a qué persona decente le importaba la suerte de unos desviados sexuales? El jefe que se encuentra la inspectora al regresar a Bondi es, precisamente, uno de los que miraron hacia otro lado cuando su hermano fue arrojado por un acantilado mientras todos preferían creer que se había quitado de en medio él solo.
Deep water transita, pues, entre el presente y el futuro, íntimamente ligados para la inspectora, delirios de una mujer afectada por la muerte de su hermano, según el inspector, quien, poco a poco, va siendo ganado para la causa de la verdad y debe acabar reconociendo que la homofobia en el cuerpo de policía australiano es un problema que lleva durando ya demasiados años.
Entre la denuncia social por un tema preocupante y el thriller de asesinatos en serie de toda la vida, Deep water logra un equilibrio admirable: se cumplen las reglas del buen relato policial y la inquietud moral nunca adopta la forma de un sermón. Si la traigo hoy a esta sección es porque podría pasar desapercibida entre la amplia oferta de los canales de pago, lo cual me parecería una pena, la verdad, ya que Deep water es una miniserie muy digna procedente de un país del que no nos llegan muchas cosas. Aunque la mayoría de actores son desconocidos en España, al espectador avisado le sonará Noah Taylor por sus apariciones en Juego de tronos (tercera y cuarta temporadas), Peaky blinders o Powers (su intervención era de lo mejor de esa fallida vuelta de tuerca al universo de los superhéroes), así como en las dos aventuras de Lara Croft que protagonizó Angelina Jolie.