Netflix, uno de los servicios de streaming y videos bajo demanda de pago más famosos del mundo, se ha visto envuelto en la polémica. Una de sus series, concretamente 13 Reasons Why, o en español Por trece razones, que estrenaba su segunda temporada el pasado 18 de mayo, ha sido acusada por el Parents Television Council (PTC) de mostrar escenas dañinas para sus hijos tales como violaciones o tiroteos en el colegio durante la primera temporada.

El principal requerimiento de esta organización es el que la compañía retire del mercado cuanto antes y cancele su emisión. Alegan que, aparte de los abusos y escenas violentas, se tocan temas sensibles como adicciones a drogas y se banalizan en cierta medida estos asuntos, acusando a todo el plantel de no dar la importancia que se merece.

¿Realidad o ficción?

Parte de las críticas se iniciaban a raíz de difundir escenas demasiado gráficas y realistas que pueden herir la sensibilidad de los televidentes. Con perspectivas de que no cambiará la temática de la serie, el PTC estudia emprender acciones legales contra la empresa y conseguir el propósito de evitar cuanto antes que los jóvenes consuman ese tipo de contenido.

Tim Winter, presidente de esa asociación, comentaba que al ver el adelanto de la segunda temporada, los elementos temáticos iban a ser cada vez más agresivos sin mostrar vías de solución para los problemas que plantean, hiriendo los sentimientos de quien lo pueda sufrir.

Productora y actores se defienden de las acusaciones comentando que por muy duras que puedan ser algunas partes de los capítulos, nunca llegarán a mostrar el dolor que sufren las víctimas de verdad. Y que lo que pretenden es acercar la realidad de muchas mujeres y hombres a los espectadores y así hacer una crítica constructiva con objetivo de intentar concienciar y paliar este estigma de muchos ciudadanos.