No hay nada como acudir a tu cine preferido, comprar un enorme bol de palomitas y disfrutar de una buena película en pantalla grande. Para muchos, este es el plan perfecto. Sin embargo, el séptimo arte pone a disposición del espactador un sin fin de experiencias. Sobre todo en una ciudad como Barcelona, donde la cultura es la auténtica protagonista en todas sus vertientes. ¿A qué esperas para dar rienda suelta a tu cinefilia?
Cines alternativos y con encanto
En la calle Villarroel se encuentra uno de esos cines plagados de historia. Tras sufrir un terrible incendio, el Cinemes Mélies se convirtió en todo un referente del medio en la ciudad condal. Entre sus propuestas destaca el cine europeo y alternativo en versión original. Una delicia para los amantes del género.
Un concepto similar al del Cinema Maldá, aunque con títulos más comerciales. Eso sí, si pagas tu entrada, tienes acceso a todas las películas que se proyectan durante el día. Además de mantener un estilo propio de los años 50, los multicines Aribau organizan a menudo proyecciones con karaoke, donde los musicales clásicos traspasan la pantalla y convierten al espectador en un personaje más.
Calidad y comodidad por los cuatro costados
Otra alternativa interesante son los cines Texas, que ofrecen películas de reestreno subtituladas al catalán y a un precio más que asequible. A veces, incluso, organizan festivales de gran acogida entre los cinéfilos de la ciudad.
En cambio, si lo que buscas es comodidad, el exclusivo Soho House ha preparado para sus miembros una sala de cine con butacas y reposapiés tapizados en terciopelo y un servicio de cafetería a su entera disposición.
A pesar de que esta opción solo es puntual y no siempre se celebra en la misma sala, algunos cines organizan proyecciones cuya banda sonora corre a cargo de una orquesta que toca en vivo y en directo. E.T, Casablanca, West Side Story, Gladiator, Blancanieves o las sagas de Star Wars y Harry Potter son solo algunos de los títulos escogidos para esta experiencia única en su especie.