No hay nada especialmente original en la miniserie británica The guilty (2013), pero está tan bien hecha y se sigue con tanto interés que se le perdona, y hasta se le agradece, no ser nada más que una nueva vuelta de tuerca al tema del niño desaparecido en extrañas circunstancias que, a partir de ese momento, convierte en un infierno la vida de sus pobres padres. Los ingleses son muy buenos en este tipo de productos, y los tres capítulos de The guilty, escritos por Debbie O'Malley, dan para una excelente velada ante el televisor si uno se los traga seguidos, como hice yo hace algunas noches.
Todo empieza con la desaparición, durante una barbacoa que se celebra en el barrio residencial donde transcurre la acción, de un crío de cuatro años. Se hace cargo del caso una inspectora embarazada que enseguida es apartada del asunto, que queda en manos de unos ineptos que no llegan a ninguna parte: los padres del niño estaban a la greña, la canguro lo desatendía por atender a un novio más bien friki —quien, acosado por la policía, se acaba suicidando, mientras ella vuelve a su Alemania natal, donde es ingresada en un psiquiátrico—, otros sospechosos fueron ignorados… El caso languidece durante cinco años hasta que aparece el cadáver del niño, enterrado a escasos metros del domicilio paterno, y la investigación recae nuevamente en la inspectora embarazada de antaño, que ahora tiene un crío de cinco años del que se sospechan posibilidades de autismo.
Infidelidades: más pimienta
Haciendo compatible el horror que tiene en casa y el de esos Arcadian Gardens donde desapareció el crío, la inspectora se propone resolver el caso del que no pudo hacerse cargo en su momento, guiada por una corazonada que señala al padre de la criatura —que mantenía una relación adúltera con una vecina—, no tanto como asesino de su propio hijo, sino como hombre que guarda un secreto horrible relacionado con la muerte de éste.
Algunas historias no hace falta que duren doce horas. The guilty va que chuta con menos de tres, como tantas otras excelentes miniseries británicas que a veces llegan a España y a veces no. Los suscriptores de Movistar la encontrarán en su archivo y harán bien en dedicarle una noche.