Fútbol y videojuegos son los dos sectores que mejor repelen la piratería. Son los únicos que han registrado un descenso de pinchazos ilícitos, una caída de usuarios a contenidos pirateados y, en consecuencia, han visto reducido el daño directo en términos económicos.
“Son los que más defensa tienen por el tipo de contenido que ofrecen”. Es la conclusión que aporta a Crónica Global Carlota Navarrete, directora de La coalición de creadores e industrias de contenidos. Esta semana ha presentado, junto a La Liga, el Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2016.
Rojadirecta, KO
Navarrete argumenta esta afirmación: “El fútbol, o lo ves en el momento o no lo ves; nadie se descarga un partido entero que ya se ha jugado, además de las medidas que se están tomando contra la piratería”. Entre ellas, la clausura judicial de Rojadirecta, ratificada en febrero por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña, como recuerda a este medio Emilio Fernández, responsable de Propiedad intelectual y métricas de La Liga.
En el campo de los videojuegos, Navarrete asegura que tienen “medidas de protección” durante el primer año de lanzamiento que dificultan o imposibilitan su copia y distribución ilegales. La piratería, constata, sube después de este periodo.
En el caso de los juegos electrónicos, los pinchazos ilícitos han pasado de 225 millones a 223 millones (-1,2%); los usuarios piratas, del 14% al 12% (-14%), y el valor del contenido distribuido sin consentimiento del propietario, de 5.710 millones de euros a 5.608 millones de euros (-1,8%).
El fútbol televisado deja de ingresar otros 100 millones
En el fútbol se ha pasado de 141 millones de accesos ilícitos a 122 millones; los usuarios que lo ven sin pagar han decaído del 11% al 10%, y el valor de los partidos pirateados se ha reducido de 410 millones de euros a 369 millones de euros (-10%). Sin embargo, el lucro cesante –la aproximación al número de usuarios que se suscribirían a un canal de pago si no existiesen las vías ilícitas— ha aumentado de 175 millones de euros a 271 millones de euros.
El lucro cesante ha pasado de suponer el 42% en 2015 al 75% en 2016, según Fernández: “Seguramente, por una mayor concienciación de los usuarios”. Navarrete apunta dos motivos para su incremento: se piratean las emisiones de mayor valor en pago y ha aumentado el valor de la industria con la venta de los derechos de televisión de La Liga en todo el mundo.
Internet deja paso a otros métodos
Preguntado el responsable de La Liga por si afecta el hecho de que ningún operador tenga los derechos de todos los partidos y sea necesario contratar más de un paquete para verlos todos, niega este supuesto: “Al tener más de un operador se alcanza a un mayor número de aficionados con oferta legal”. “La piratería es un tema de concienciación”, añade.
Javier Gómez, el director general corporativo de La Liga, destacó en la presentación del observatorio que “la piratería a través de internet ha descendido de un 21% a un 18% entre los dos últimos cursos”. Por el contrario, aumenta el uso de otros soportes para acceder de forma ilegal al fútbol. Los enumera Fernández: apps, redes sociales, card sharing –varios usuarios comparten ilícitamente la señal de una única tarjeta de abonado— e IPTV –televisión por internet—.
Apuestas, sexo, citas... y marcas reputadas
Para entender la persistencia de la piratería digital, Navarrete expuso que “las medidas legislativas tienen una incidencia positiva, pero los resultados de su aplicación siguen siendo insuficientes”.
Además, más del 67% de las webs que ofrecen contenidos ilícitos están financiadas por publicidad. Cierto es que son las apuestas, el sexo y las casas de citas los principales anunciantes. Pero el 37,6% de los anuncios corresponde a productos de consumo de marcas de prestigio, lamenta la directora de La coalición.
El caso de las series
Otro dato llamativo del informe es el incremento de series piratas consumidas (959 millones de contenidos, el 0,9% más) y su valor (1.577 millones de euros, el 0,6% más), en un momento en el que conviven, por ejemplo, Netflix, Amazon y HBO. “Hay muchas series” sostiene Navarrete.
En el resto de sectores afectados, música y libros de ocio han registrado más usuarios, pero han accedido a menos material (no se descargan un álbum entero, sino una canción) y han hecho menos daño a la industria. En el caso de las películas, han bajado los pinchazos y los usuarios, pero ha aumentado el valor del contenido visualizado ilícitamente hasta los 6.935 millones de euros (+0,4%).
En datos generales, se mantiene el porcentaje de ciudadanos que accede a contenidos pirateados e incluso aumenta en algunos sectores, como música y libros; mengua el número de material descargado, y crece el lucro cesante. Entre los argumentos de los usuarios, destacan que “los contenidos originales son muy caros” y no hacen “daño a nadie”.