Entre 2001 y 2010, la serie 24 nos tuvo muy entretenidos a muchos, y lamentamos que se interrumpiera porque su protagonista, Kiefer Sutherland --actualmente al frente de Designated survivor, aún ausente de nuestras parrillas--, se había cansado de interpretar al incansable Jack Bauer, agente de la UAT (Unidad Antiterrorista) sobre cuyas espaldas recaía cada temporada la responsabilidad de salvar al mundo libre.
24 era una serie adictiva que transcurría en tiempo real y ponía muy, pero que muy nervioso al espectador. La mejor manera de verla era en DVD, tragándose un episodio después de otro porque la tensión y el ritmo eran de un agobiante que te mantenía pegado a la pantalla. La idea no se agotó en las temporadas protagonizadas por el señor Sutherland, así que no es de extrañar que se le haya acabado dando una nueva vuelta de tuerca, con otro protagonista, para seguir alimentando a los seguidores de la propuesta, que nos habíamos quedado huérfanos.
Así ha nacido 24 Legacy, que el canal Fox estrenó este jueves y que sigue fielmente el estilo de la original, aunque reduciendo las veinticuatro horas habituales a doce y sustituyendo a Jack Bauer por Eric Carter, un ranger que participó en la eliminación de una especie de Osama Bin Laden cuyos partidarios pretenden ahora matar. La cosa, en reglas generales, funciona, pero me temo que el señor Carter no tiene el carisma de su antecesor. Los zapatos le van algo grandes.
Jack Bauer era '24', pero está por ver que Eric Carter se baste y se sobre para sostener '24 Legacy'.
Tiene a su favor ser joven y negro --lo que confiere a la serie un punto progre muy codiciado, pues siempre fue vista como ligeramente de derechas por sus detractores, a causa de su implícita bendición de la tortura para lograr bienes mayores--. Pero en su contra, cabe destacar una personalidad más difusa y menos pretoriana que la de Bauer, que era un psicópata del patriotismo capaz de unos sacrificios desquiciados;
Carter, de momento, solo se preocupa de salvar el pellejo mientras hace como que intenta desbaratar los perversos planes de unos terroristas (y la presencia de su hermano narcotraficante, bajo cuya protección pone a su sufrida esposa, incurre levemente en el racismo que aparenta combatir la elección del protagonista: ¿insinúan que en cada familia negra hay un camello?).
Vistos los dos primeros episodios, uno se queda con ganas de más porque la maquinaria funciona y, sobre todo, el producto recuerda poderosamente al original. Pero mucho me temo que se trata de una serie dedicada en exclusiva a los nostálgicos de una ficción que les alegró la vida audiovisual hace años. Y, sobre todo, la ausencia de Jack Bauer, un personaje con el que habíamos logrado empatizar pese, o gracias, a su chaladura masoquista, lastra notablemente el remake. Jack Bauer era 24, pero está por ver que Eric Carter se baste y se sobre para sostener 24 Legacy.