Carrie Fisher fallecía este martes a los 60 años tras un paro cardiaco. La actriz que fue popularmente conocida por dar vida a la princesa Leia en el universo de Star Wars dejó varios proyectos cinematográficos y televisivos inacabados. Pero uno de ellos no fue el episodio VIII de la conocida saga intergaláctica.
El rodaje de la octava entrega de la saga Star Wars creada por George Lucas acabó el pasado julio y en estos momentos se encuentra en fase de post-producción. Las escenas de Fisher en esta película ya estaban rodadas por lo que los productores de Disney y Lucasfilm encargados de mantener el exuberante universo de Lucas no tendrán que lidiar con su muerte en la gran pantalla hasta el noveno episodio de la saga, que empieza su rodaje en 2018 y en la que estaba programada la aparición de la princesa Leia. Además, Fisher tendrá un gran protagonismo en el episodio VIII de la franquicia.
Más allá de la galaxia muy, muy lejana de Star Wars, Fisher se prodigó en la industria del entretenimiento por su doctorado en escritura de guiones y detrás de las cámaras. Entre sus muchos proyectos, la talentosa actriz tenía un rol recurrente en la comedia Catastrophe que emiten Amazon y Chanel 4 interpretando a la cáustica madre del personaje de Rob Delaney. Precisamente la actriz regresaba desde Londres de rodar la serie cuando sufrió el fallo al corazón que terminaría con su vida.
Hija de la veterana del espectáculo Debbie Reynolds y el animador Eddie Fisher, Fisher se crió en el mundo a veces tumultuoso de cine, teatro y televisión dejando un legado de valor incalculable en la princesa Leia, un personaje femenino paradigmático en la industria cinematográfica que serviría de modelo a seguir para miles de jóvenes.