Saga Noren, inspectora de la policía sueca en Malmö, es uno de los personajes más fascinantes de toda la ficción televisiva reciente: a un paso del autismo, carente de mano izquierda y de la menor capacidad de disimulo, lo entiende todo de forma literal y tiene serias dificultades para relacionarse con los demás seres humanos, cuya manera de ser y reaccionar se le escapa con mucha frecuencia. Incapaz de mantener una relación sentimental con nadie, se limita a acudir a un bar cuando le pica la entrepierna y proponerle relaciones al primer tipo que le parece atractivo, el cual suele salir por piernas al considerarla una loca. Saga Noren es muy buena en su trabajo porque ese trabajo es, en el fondo, lo único que tiene en la vida como protagonista de la espléndida serie sueco-danesa Brön (El puente), cuyas tres temporadas acaba de colgar Movistar en su archivo.
El puente es, en mi opinión, la mejor muestra de nordic noir audiovisual hasta la fecha
El puente tiene uno de los mejores comienzos de toda la historia del thriller audiovisual: un cadáver cortado por la mitad aparece en mitad del puente que une las ciudades de Malmö y Copenhague, la primera en Suecia y la segunda en Dinamarca; el torso está en un país y las piernas en el otro, lo que obliga a intervenir a un policía de cada extremo del puente (la rarísima Saga Noren, interpretada por Sofia Helin, viene del extremo sueco); el torso es de una persona y las piernas de otra; y a partir de ahí, la primera temporada de la serie emprende un camino vertiginoso que se repite en la segunda y en la tercera, que me acabo de tragar en Movistar en cuestión de días (las dos primeras las vi en DVD) y en la que el protagonismo de la extraña Saga Noren se hace más patente que nunca: tiene un nuevo compañero danés --al anterior lo envió ella misma al trullo, aunque a su manera le tenía aprecio, por saltarse las normas de manera disculpable por alguien menos literal que nuestra heroína--, un tipo que arrastra su propio tormento --su mujer y sus dos hijas desaparecieron seis años atrás y no han vuelto a ser vistas-- y al que acabará ayudando a resolver el enigma que lo atormenta... Suponemos que en la cuarta temporada, si la hay.
El puente es, en mi opinión, la mejor muestra de nordic noir audiovisual hasta la fecha, y el hecho de que haya tenido dos versiones extranjeras --una franco-inglesa, ambientada en el Eurotúnel, y otra norteamericana, situada en la frontera con México-- es una clara muestra de su poder de fascinación. Lamentablemente, la genuina Saga Noren está muy por encima de sus homólogas francesa y estadounidense, más planas que el modelo en que se inspiran y meras aspirantes a excéntrica.