El cambio empieza por la innovación y sigue por la inversión. A estas máximas se aferran las plataformas online Netflix y Amazon. Las dos destinan ahora el doble de dinero en contenidos de televisión que hace apenas dos años.
El fundador de Netflix, Reed Hastings, lo tiene claro: la televisión tal y como la conocemos hoy perecerá en 2030. El consumo de contenidos vía internet, muchos de ellos de pago, sustituirá a los canales en abierto actuales.
Crecimiento constante
La apuesta es tan firme que, en apenas dos años, Netflix ha doblado la inversión en contenidos televisivos. De los 2.170 millones de dólares de 2013 a los 4.470 millones de dólares de 2015, según estimaciones de IHS Markit. La previsión es que aumente la cantidad este año.
Fruto de esta inversión, entre otras virtudes, la plataforma ha cerrado el tercer trimestre del año con resultados muy positivos --prácticamente supera ya el beneficio de 2015--, con 3,2 millones de abonados en el mercado internacional y 370.000 en el estadounidense.
Amazon se sitúa al acecho, algo más rezagada, pero con la misma proyección. La estadística demuestra que, en su caso, ha pasado de 1.112 millones de dólares invertidos en 2013 a 2.416 millones de dólares en 2015. Y subiendo.