Hay imágenes que no se olvidan y que quedan para siempre en el recuerdo colectivo. Y una de ellas es la fotografía de una niña afgana con unos impresionantes ojos verdes y una mirada de lo más penetrante. Una instantánea icónica que desde que se hizo ha dado la vuelta al mundo y que fue obra del fotógrafo Steve McCurry mientras trabaja para la prestigiosa agencia Magnum, además de ser portada de algunas de las revistas más importantes del momento.
Precisamente, buena parte de la obra de este artista con la cámara se podrá ver por primera vez en Barcelona en una retrospectiva que tendrá lugar en la nueva sala FotoNostrum y de cuyas paredes colgarán 80 fotografías de gran formato. La sorpresa, para todos aquellos que acudan a ver esta exposición, es que dos de esas imágenes fueron tomadas por Steve McCurry en la misma ciudad condal.
La exposición
Comisariada por el propio McCurry, además de por Julio Hirsch-Hardy en calidad de director de FotoNostrum, esta muestra que lleva por título La vuelta al mundo en 80 imágenes hace un recorrido inédito a través de estas instantáneas que fueron tomadas entre los años 1981 y 2019 y que reflejan tradiciones de distintas culturas a lo largo del planeta.
Una exposición que se abrirá al público a partir del 24 de febrero y que permanecerá abierta hasta principios del mes de mayo. Sin duda, una oportunidad tanto de ver el trabajo de este artista como de acercarse para conocer y contemplar este nuevo espacio cultural de Barcelona.
¿Dónde se podrá ver?
Ubicado en el número 48 de la calle Diputació, la inauguración del centro expositivo donde se podrá ver esta retrospectiva de Steve McCurry nace con la idea de servir de referente en la ciudad para la difusión, exhibición y promoción de todo tipo de muestras de fotografía, tanto de los grandes maestros de la imagen como de artistas emergentes que están empezando y sorprenden con su obra. Todo en un rincón único formado por 1.000 metros cuadrados repartidos en dos salas.
Pero el trabajo de McCurry no será la única muestra que uno no puede perderse este año en FotoNostrum. Este mismo 2022 aterrizarán en este mismo centro cultural otras dos exposiciones temporales de grandes fotógrafos como son Helmut Newton y Richard Avedon. El primero de ellos es considerado como uno de los más importantes de su sector en el siglo pasado con unas imágenes únicas en las que predominan los desnudos femeninos y los tacones de aguja. Por su parte, Avedon fue todo un referente en el mundo de la moda.
Steve McCurry
Nacido en la década de los 50 este fotoperiodista estadounidense se hizo famoso a nivel mundial con el retrato de la niña refugiada; tanto que le sirvió para que apareciera como portada en la revista National Geographic en el año 1985. Precisamente, en el contexto en que fue tomada esta imagen es donde comenzó su carrera como fotógrafo, en la Guerra de Afganistán (1978-1992). Pero, no es el único conflicto en el que ha tomado parte McCurry ya que también con su cámara ha retratado el horror de Irak e Irán o la Guerra del Golfo.
Precisamente, en buena parte de su obra artística, el fotoperiodista estadounidense refleja el dolor que causan estas guerras en los habitantes de esas poblaciones en conflicto. Y es que sus fotos no se centran tanto en el campo de batalla y en los edificios que quedan arrasados, sino también en las personas que vivían en ellos antes de los bombardeos.
Su famosa foto
En Afganistán, McCurry tuvo la idea de disfrazarse con las vestimentas del país para pasar inadvertido y poder trabajar sin temor a que fuese detenido (o aún peor). En los carretes que sacó del país cosiéndolos imaginativamente a su ropa se encontraba la fotografía que le ha dado fama mundial como parte de un trabajo más amplio que le hizo ganar la medalla de oro Robert Capa (Robert Capa Gold Medal) al mejor reportaje fotográfico en el extranjero; además, de tener la suerte de que se publicó en medios como The New York Times, TIME y Paris Match.
De todas ellas destaca la imagen de Sharbat Gula, que entonces era una niña de 12 años, de la etnia pashtún y que se se encontraba en el campo de refugiados de Nasir Bagh en Pakistán. Su cara y sus ojos verdes recorrieron todo el mundo, pero su imagen pasó desapercibida hasta que en el año 2002 fue localizada y fotografiada de nuevo por el mismo fotógrafo que la había retratado décadas antes. Actualmente vive en una aldea remota de Afganistán, está casada y es madre de tres hijas.