El arquitecto Ricardo Bofill ha muerto a los 82 años de edad. Nacido en Barcelona en 1939, su obra es clave para explicar la arquitectura del país desde la segunda mitad del siglo XX con obras tan destacadas como el Teatre Nacional de Cataluña de la capital catalana, los jardines del Túria de Valencia o el Parque de Manzanares de Madrid. Asimismo, es el autor de edificios internacionales como el Citadel Center de Chicago (EEUU) o el Casablanca Twin Center.
Bofill inició su educación en la prestigiosa Escola Virtèlia. Estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, centro del que fue expulsado en 1957 por su militancia política. Completó sus estudios en Suiza, en la Escuela de Ginebra, y fundó su Taller de Arquitectura en 1963, una de las firmas de referencia en todo el mundo.
Equipo pluridisciplinario
Tomó una decisión clave para entender su legado y, además de arquitectos e ingenieros, sumó a jóvenes filósofos, sociólogos, escritores, directores de cine y otros intelectuales en este centro de creación, más que un despacho de arquitectura al uso. El equipo inicial estaba formado por su hermana Anna Bofill, músico y arquitecta, José Agustín Goytisolo, Juan Malagarriga, Dolors Rocamora o Serena Vergano, la actriz italiana que se convirtió en su primera mujer.
Formó un equipo integral que, con el paso de los años, que ha ideado tanto proyectos de inmuebles como urbanísticos, ya que Bofill también ha jugado un papel destacado en este ámbito. Su firma está en la Place de l’Europe de Luxemburgo, Nueva Castellana de Madrid, la Arteria Central de Boston, el barrio de Antígone de Montpellier o el puerto de Nova Bocana de Barcelona.
Obra en España
Su obra destaca por reivindicar las formas clásicas y la geometría. Unas bases que quedan claras en, por ejemplo, el edificio Walden 7 de Sant Just Desvern (Barcelona), un inmueble de referencia.
En España, también es el responsable del Hotel Vela (W Barcelona), la Torre Suecia y el Palacio de Congresos de Madrid, La Muralla Roja de Calpe, el Centro de Cultura Miguel Delibes de Valladolid, la T2 del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol y la T2 del Josep Tarradellas-Barcelona-El Prat, como edificios públicos o abiertos al público destacables.
Reconocimientos
Bofill recibió en 1973 la Creu de Sant Jordi, el máximo galardón que otorga la Generalitat a sus ciudadanos. En 1985 fue designado miembro honorario del Instituto Americano de Arquitectura y es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Metz (Francia) y Officier de l’Ordre des Arts et des Lettres, del Ministerio de Cultura de ese país. Hasta su muerte, era jurado del Premio Internacional Cataluña.