El entorno del recinto de Fira Gran Via vivirá “la mayor reconversión urbanística en Barcelona desde el 22@”. La zona abarca 500 hectáreas --frente a las 600 del distrito tecnológico barcelonés-- en los términos municipales de las dos principales ciudades catalanas en cuanto a población, Barcelona y L’Hospitalet.
Un escenario vaticinada por la consultora inmobiliaria CBRE en su informe sobre este ámbito urbanístico, uno de los tres en los que se prevén los grandes cambios de la ciudad en los próximos años, junto a la Sagrera --con un área mucho más reducida-- y al 22@ --más explotada y cara--. La firma ha detectado en Zona Fira cinco grandes polos de promoción inmobiliaria.
Cinco polos de atracción
Entre estos núcleos, cuatro están ya bastante avanzados o se encuentran en desarollo. Se trata de plaza Europa, un área de grandes espacios comerciales, hoteles, congresos y, sobre todo, oficinas; el Distrito 38, una microlocalización eminentemente de oficinas que se terminará a corto plazo; BCN Fira District, de oficinas de calidad superior, como las grandes torres de Iberdrola, dos de las cuales se entregan esta semana; y la Ciudad de la Justicia y plaza Cerdà, cuyo desarrollo fue más precoz.
El quinto es La Marina del Prat Vermell, uno de los únicos barrios de Barcelona todavía por construir. Ubicado en el distrito de Sants-Montjuïc, genera gran interés en el sector inmobiliario por estar más orientado a la promoción de viviendas, lo que también puede atraer otras actividades.
Una zona en transformación
Xavier Güell, Director de CBRE Barcelona, ve en Zona Fira “una gran oportunidad para la ciudad”, ya que cree que se convertirá “en un banco de pruebas para empezar a hacer barrios grandes equilibrados en cuanto a usos y espacios verdes”. Sin embargo, su gran debilidad es que “hasta ahora se ha visto como una zona hostil y sin actividad comercial.
Pero Güell pronostica que “cuando se consolide la parte residencial, habrá más comercio”, de modo que el desarrollo de viviendas en La Marina del Prat Vermell será clave también para dinamizar el resto de las actividades económicas. “Vamos a ver una ciudad equilibrada que consiga atraer talento”, ha señalado el directivo en la presentación del informe.
El reto del sector público
Dicho barrio tiene actualmente solo 1.200 habitantes, pero llegará a los 29.196, con un total de 12.000 viviendas y una densidad poblacional similar a la de Sants o la Vila de Gràcia. Güell considera que “La Marina del Prat Vermell cobra relevancia porque es la que se va a consolidar a más corto plazo”.
Para la firma consultora, otro aspecto esencial es la inversión pública en transporte y espacios verdes para articular unos espacios con mayor equilibrio. “Falta conectar líneas de metro, pero de la mano del desarrollo de los usos de las zonas empieza a haber una posibilidad de movilidad”, ha apuntado Marta Tarrío, responsable de investigación de CBRE en Barcelona. Por ello, la compañía llama a la Generalitat y a los ayuntamientos de Barcelona y L’Hospitalet a exhibir “sintonía”. “Es un ámbito tan grande y que tiene tanto por hacer que las administraciones tienen mucho que decir”, analiza la firma.
Un nuevo 22@
Zona Fira concentra actualmente un 10% de todas las oficinas de Barcelona y ha resistido el impacto de la pandemia, fundamentalmente porque presenta unos costes contenidos en comparación con otras áreas como el 22@, pero con oficinas de calidad. De hecho, Güell opina que “puede ser una zona que se beneficie” del teletrabajo y del hecho que “se va a concentrar mucha gente viviendo alrededor”.
Sin embargo, no espera un gran impacto del teletrabajo en las oficinas corporativas. Una reducción que, según los cálculos de la empresa, quedará contenida por debajo del 10% a causa, entre otros factores, de la tendencia a apostar por espacios más amplios. Pero el conjunto de características que presenta Zona Fira lleva a la consultora a prever que pasará de ser un conjunto de polígonos industriales y logísticos a un espacio para la industria 4.0 y otras actividades, en un contexto de creciente interés por parte de compañías internacionales, cuyas inversiones en la zona han pasado de representar un 22% al 66% actual.