Martí Estela, portero del Club Natació Barcelona, falleció ayer en la capital catalana después de que su moto impactara contra un bloque de hormigón en la vía pública. El accidente se produjo por la tarde en el lado izquierdo de la calle Balmes con Gran Via de les Corts Catalanes.
Según ha avanzado Metrópoli Abierta, el guardameta, de 28 años y jugador de waterpolo, perdió la vida como consecuencia del impacto contra uno de los obstáculos instalados por el Ayuntamiento de Barcelona en su estrategia de urbanismo táctico.
Versiones contradictorias
Pese a la información del digital, que ha tenido acceso a las imágenes del siniestro y al testimonio de varios testigos presenciales, la Guardia Urbana mantiene otra versión sobre el suceso.
Según la policía local, Estela murió tras chocar contra un turismo en la confluencia entre ambas arterias. El joven es la decimocuarta víctima mortal por accidente de tráfico en lo que se lleva de año en Barcelona. La Unidad de Investigación y Prevención de la Accidentalidad (UIAP) de la Guardia Urbana se ha hecho cargo de la investigación.
El polémico urbanismo de Colau
La trágica muerte del waterpolista reabre la polémica sobre la instalación de los bancos de hormigón en la capital catalana. Mientras el equipo de gobierno municipal defiende la medida para pacificar el tráfico rodado, la oposición política y distintas asociaciones señalan los peligros para la circulación viaria.
De hecho, la Fiscalía Provincial de Barcelona llegó a abrir una investigación para averiguar si la política de Ada Colau suponía un delito contra la seguridad vial --aunque posteriormente archivó las pesquisas--. La denuncia partió de la plataforma Barcelona ets tu, liderada por el abogado Daniel Vosseler, y alertaba sobre la peligrosidad de estos elementos urbanos. También la portavoz municipal de JxCat, Elsa Artadi, amagó con llevar ante los tribunales al consistorio si no retiraba los bloques. La edil posconvergente aún no ha cumplido su amenaza.