Nuestras casas reflejan las tendencias imperantes de una determinada época, pero sobre todo enmarcan nuestros gustos y personalidad. Refugio y santuario, en ellas somos nuestra versión más libre y honesta. Telón de fondo de nuestras alegrías y anhelos y también de nuestras derrotas. El menos es más de Mies Van der Rohe, la habitación propia de Virginia Woolf o el estilo eterno de Yves Saint Laurent son algunos de los espacios que Sam Lubell, experto en arquitectura, recoge en esta magnífica edición.
El libro es una ecléctica selección de 250 dependencias privadas de algunas de las mentes más creativas del planeta: arquitectos, diseñadores, músicos, escritores, pintores, cineastas, dramaturgos… Un viaje apasionante que abarca seis siglos, más de treinta países y todos los estilos imaginables.
La editorial Phaidon publica Life Meets Art / CG
Muchas de estas residencias, en concreto 168, están abiertas al público, así que si quieren contemplar in situ los santuarios creativos de Victor Hugo, Charles Chaplin, Auguste y Louis Lumière, Jimi Hendrix, Jackson Pollock, Lee Miller o Georgia O’Keefe podrán hacerlo. El resto solo será posible asomándose a la “ventana indiscreta” que se esconde tras la cubierta de este extraordinario volumen.
La intimidad de los clásicos
En el castillo de Clos-Lucé, en la ciudad francesa de Amboise, vivió Leonardo da Vinci sus últimos años. Hoy en día se conserva como museo y su interior guarda el excepcional legado del genio del Renacimiento. Lo mismo ocurre con otro maestro renacentista, Raphael, en la ciudad italiana de Urbino. El atelier de Cézanne es visita obligada si se encuentran en Aix-en-Provence. Como adelanto, la imagen que aparece en el libro muestra los objetos que utilizó en el que fue su estudio hasta su muerte en 1902. Sus más de 300 páginas nos sumergen, por ejemplo, en el cuadro impresionista que es la casa de Claude Monet. También en el universo extravagante de Marc Chagall, la sobriedad germánica de Durero, el refugio mallorquín de Joan Miró, el de Picasso en Cannes, o mucho más cercanas, las casas de Salvador Dalí en Portlligat o la de Joaquín Sorolla en Madrid. Rubens, Jackson Pollock y Lee Krasner, Frida Kahlo, Georgia O`Keeffe, Francis Bacon…
Existen muchos momentos en la vida de todo escritor en los que debe enfrentarse en solitario a la inmensidad de un folio en blanco. Las hermanas Brontë lo hicieron desde Haworth, una ciudad al norte de Inglaterra. Es divertido imaginar qué libros descansan sobre las viejas estanterías de madera que adornan la sala. Jane Austen creó Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio o Emma entre los muros de su casa en Chawton. Agatha Christie, la novelista más vendida de todos los tiempos, se refugiaba en una residencia georgiana en Devon, un lugar que ella misma definía como “el más bonito del mundo”.
Otro de los grandes de la literatura inglesa, Dickens, vivió desde 1837 en el barrio londinense de Bloomsbury. Aquí escribió algunos de sus libros más famosos como Oliver Twist o The Pickwick Papers. Al otro lado del Atlántico, en Hartford, Connecticut, Mark Twain encontró paz e inspiración, a menudo con un whisky en la mano, para dar vida a los personajes de Huckleberry Finn y Las Aventuras de Tom Sawyer.
Una atmósfera melancólica y decadente envuelve las habitaciones de Lord Byron y John Keats, y todo el encanto rústico del condado de Sussex (Inglaterra) se percibe en la doble página dedicada a la brillante y atormentada Virginia Woolf.
Historia de la Arquitectura
Los amantes del diseño y la arquitectura están de enhorabuena. Gran parte de sus páginas la ocupan diseñadores y arquitectos. El diseño y funcionalidad de los maestros de la Bauhaus: Walter Gropius y Mies Van der Rohe; la pureza de líneas de la Casa das Canoas de Oscar Niemeyer, donde prácticamente no existen límites entre interior y exterior; la depuración estética de Le Corbusier y Alvar Aalto; y además nos adentramos en el que fuera durante algunos años el refugio de Norman Foster y Elena Ochoa en Cap Ferrat en Francia, puro minimalismo.
Y Frank Gehry, Frank Lloyd Wright, Zaha Hadid, Lina Bo Bardi… Los grandes arquitectos del siglo XX están aquí.
Legendarias eran las reuniones que organizaba Coco Chanel en su sofisticado apartamento de la parisina rue Cambon. Salvador Dalí, Igor Stravinsky, Picasso o Jean Cocteau eran habituales de estos estimulantes encuentros que marcaron una década irrepetible de esplendor cultural y artístico.
Fabulosas fiestas también las que se vivieron en Twin Palms, la residencia de Frank Sinatra en Palm Spring. El Hollywood gamberro se divertía en interminables fiestas amenizadas por la más famosa pandilla de ratas, el Rat Pack. Aquí apuraban las noches en juergas memorables a las que se sumaban las rutilantes estrellas de los grandes estudios: Lauren Bacall, Marilyn o Shirley MacLaine. Si su billetera se lo permite, actualmente se alquila como alojamiento vacacional.
Excéntrica y extravagante como su propietario. Así es Graceland, la mansión en Memphis del eterno Rey del Rock. Elvis vivió aquí gran parte de su vida y es la propiedad más visitada de los EEUU. por encima de la Casa Blanca. Una atmósfera excesiva y kitsch envuelve las salas. Un claro ejemplo de que el buen gusto no es una cuestión de dinero…
David Bowie, Marc Jacobs, Alexander Mc Queen, Iris Apfel, Dylan Tomas, Luciano Pavarotti, Louis Armstrong, Grace Coddington, Givenchy, Hemingway... Si están pensando en redecorar su hogar aquí tienen una fuente inagotable de inspiración.