Federico Correa, arquitecto clave en la remodelación del Estadio Olímpico y en la ordenación del Anillo Olímpico de Montjuïc para los Juegos de Barcelona 1992, ha fallecido este lunes a los 96 años en la Ciudad Condal.
Tal y como ha informado el Colegio de Arquitectos de Cataluña en sus redes sociales, Correa fue "uno de los arquitectos más influyentes de la arquitectura del siglo XX" y "un gran maestro de diversas generaciones" en esta profesión.
Ampliación de la Diputación
Nacido en 1924 en la capital catalana, Correa estudió Arquitectura en la Universidad de Barcelona (UB) y dirigió la construcción de edificios como la Casa Milà de Esplugues de Llobregat, la Fábrica Godó i Trias en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y la sede de la Diputación de Barcelona, que integró junto a la modernista casa Serra de Puig i Cadafalch.
Asimismo, también colaboró en el proyecto del Anillo Olímpico en 1984, formando parte del equipo que restauró el estadio de Montjuïc junto a Alfonso Milà, Joan Margarit, Carles Buxadé y Vittorio Gregotti, entre otros proyectos.
Correa era profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) y de la Universitat Politécnica de Cataluña (UPC), cuyo rector, Francesc Torres --al igual que el Colegio de Arquitectos--, ha lamentado su pérdida.
"Lamentamos la muerte de Federico Correa Ruiz, querido y admirado profesor de ETSAB y también diseñador de gran prestigio", ha afirmado Torres en su perfil de Twitter, donde ha recomendado leer el estudio Hablando de color, ante la duda: marrón. Homenatge de l'ETSAB a Federico Correa, para conocerlo mejor.
Otras obras destacadas de su trayectoria profesional fueron la Casa Villavecchia (1955) de Cadaqués, el edificio Atalaya de Barcelona (1972), premio FAD de Arquitectura, la reforma de la Plaza Real de Barcelona (1981) o el Museo Episcopal de Vic (1997).