Elegir el lugar para hacer las fotos de boda es algo más importante de lo que parece. Estas son las fotografías que posteriormente adornarán la casa de los novios, por lo que elegir un enclave bonito es fundamental. Es cierto que los mejores fotógrafos de boda pueden sacarle partido a cualquier lugar, pero si se les facilita la tarea proponiendo algún sitio con posibilidades, sin duda será aún mejor. Los novios de Girona están de suerte, ya que esta ciudad puede dar mucho de sí.
La celebración de las bodas de nuevo está en pleno funcionamiento y muchos de los novios de este 2020 han decidido seguir adelante con su enlace. Debido a la situación actual, lo ideal es escoger, en la medida de lo posible, sitios al aire libre para que todo sea mucho más seguro, tanto para los novios como para los invitados y los proveedores, como el propio fotógrafo. Desde el clásico Barrio Viejo hasta otros lugares algo más apartados, como el Mirador de Santa Lucía, pero también con un entorno y unas vistas envidiables, Girona tiene mucho que aportar a la fotografía urbana.
Basílica de Sant Félix
La zona de la basílica de Sant Félix es un enclave extraordinario para hacer las fotos de boda en Girona. Cogiendo una toma desde el puente, se puede obtener un gran angular maravilloso, donde quede reflejado el puente en un primer plano y la construcción en el fondo. También se puede sacar en la foto el río y alguna de las callejuelas estrechas que parten desde este lugar y que, en días de poca afluencia de gente por las calles, se pueden obtener instantáneas mágicas y con mucho encanto.
La Basílica de Sant Félix es, además, un punto de referencia en la ciudad de Girona, por lo que tiene el encanto de convertir en protagonista de las fotos de boda un símbolo con el que, si los novios son naturales de la ciudad, habrán crecido desde pequeños.
Barri Vell
A veces los novios se complican demasiado buscando lo extraordinario sin darse cuenta de que esto se encuentra junto a ellos. El Barri Vell o Barrio Viejo de Girona es un lugar impresionante, enmarcado históricamente entre la Torre Gironella y el Río Oñar. A destacar especialmente las fotos junto al río, en el marco de las casas de colores que se sitúan en su ribera. Adentrándose en su maraña de calles, el fotógrafo puede encontrar verdaderos rincones con muchísimo encanto para utilizar como marco de sus fotos.
Se recomienda que tanto los novios como el fotógrafo den un paseo por la zona en algún momento previo a la boda para detectar los lugares exactos en los que quieren guardar el recuerdo de este día tan especial y tener en cuenta aspectos como la cantidad de gente que suele haber en ellos o la luz que incide en los edificios según las horas del día. No es lo mismo una boda de mañana que una boda al atardecer y esto también hay que tenerlo en cuenta para planificar las fotos. En cualquier caso, la ribera del río Oñar siempre es un acierto seguro.
Mirador de Santa Lucía
El Mirador de Santa Lucía es uno de los lugares más bonitos de esta zona de Cataluña. Una de sus principales ventajas es que está muy céntrico, por lo que los novios no perderán tiempo en el desplazamiento. Esto es algo que hay que tener en cuenta, ya que el tiempo disponible suele ser bastante escaso entre la ceremonia y la celebración. A este mirador se puede acceder a través de los jardines de John Lennon, muy recomendables también para hacer una parada y tomar algunas instantáneas.
Ofrece vistas a los edificios monumentales de la ciudad, al río y al barrio viejo. Es un lugar mágico especialmente para fotos al atardecer, donde el contraste de los edificios con el sol poniéndose sobre ellos conseguirá llenar de magia las fotografías de boda. En algunos de sus rincones se puede disfrutar de callejuelas muy estrechas con un entorno de naturaleza al fondo. Es el lugar perfecto para quienes busquen fotos de boda muy cerca del centro de la ciudad pero que aporten vistas espectaculares.