La alcaldesa de Barcelona lo ha vuelto a hacer. Tras cosechar centenares de críticas por compartir una fotografía en la que aparecía tumbada en la cama, Ada Colau subraya que compartirá todas las imágenes que le "dé la gana" a través de sus redes sociales.
"Hace una semana colgué una foto de un momento inédito: después de meses de confinamiento con dos niños, pude tener un rato de soledad en mi habitación. Un milagro digno de ser inmortalizado con un selfie. La comunidad de Instagram lo entendió, pero rápidamente hubo quien trasladó la foto a Twitter para incentivar el linchamiento, tan de moda en los últimos tiempos. Entre las cosas más suaves que me dijeron fue que si tenía 15 años, que si era una frívola en plena pandemia, que si estaba intentando ligar", ha manifestado Colau.
"No tengo propiedades"
Por ello ha instado a quienes han cargado contra ella por compartir un "momento personal", a seguir el perfil institucional del consistorio. "Hace mucho tiempo que recibo ataques por ser quien soy: una mujer normal que ha entrado en política y que no ha cambiado su forma de vida por el hecho de ser alcaldesa. Renuncio a gran parte de mi sueldo, no tengo propiedades, sigo en la misma casa de alquiler en la que vivía antes. Y ante esta realidad hay quien quiere a toda costa deshumanizar al adversario político, para hacer creer que somos todos iguales", ha aprovechado para deslizar.
También ha cargado contra el "machismo que no soporta que mujeres en lugares de decisión política y muy visibles, tengamos voz propia y seamos libres. Nos recuerdan constantemente cómo deberíamos vestir, hablar o movernos. Guapas, recatadas y políticamente correctas". Así, ha reivindicado que, pese a que se dediquen a "depellejarla", seguirá siendo quien es, "sin justificarme ni victimizarme, y animar a otras mujeres a hacer lo mismo", ha concluido.