El mercado de los teléfonos móviles es uno de los más rápidos y cambiantes, pero esto estimula una competencia por parte de los fabricantes para posicionarse como un top of mind en la mente del consumidor. En este sentido, las diferentes gamas de teléfonos las acaban marcando los precios.
Pero Xiaomi ha querido posicionarse por encima de todo esto, lanzando productos con unas características superiores a lo que por precio les debería corresponder. Uno de los últimos casos es el de Mi 9T Pro, un teléfono inteligente con grandes prestaciones en su interior y una agradable sorpresa en su pantalla.
El primer 'todopantalla' de Xiaomi
Y es que el fabricante chino se ha posicionado por delante de la competencia y se ha olvidado del famoso notch, esa pequeña banda negra que incorporan casi todos los teléfonos móviles en la parte superior de la pantalla y que permite alojar la cámara de selfie y los diferentes sensores de reconocimiento facial.
El Mi 9T Pro incorpora una pantalla que cubre todo el frontal del teléfono, salvo una finísima línea negra en la parte inferior de la pantalla. La sensación es un frontal limpio y elegante, en el que está integrada una pantalla con tecnología AMOLED de 6,39 pulgadas y una resolución de 2340 x 1080 Full HD+ con 403 PPI (puntos por pulgada).
¿Dónde está todo lo demás?
Pero la siguiente pregunta que cabe hacerse es dónde ha escondido Xiaomi todo lo que suele ubicarse en el frontal de un smartphone. Y la respuesta sería: detrás y encima. Detrás de la pantalla han integrado el sensor de reconocimiento de huella dactilar, que es la única manera de desbloquear el teléfono, además de la contraseña o los tradicionales patrones de dibujo.
La cámara delantera se integra de manera perfecta sobre el terminal con la tecnología pop-up, es decir, la cámara sube y baja mecánicamente, aparece cuando se pulsa el botón de selfie y desaparece cuando no se está usando. Sin duda una innovación que bien merece ser aplaudida y que muchos fabricantes podrían plantearse en el futuro.
Interior potente
En cuanto a las prestaciones, este teléfono incorpora un procesador de ocho núcleos de gama alta, el SnapDragon 855, uno de los más potentes de Qualcomm y lo acompaña de 6GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento. Unas especificaciones que bien podrían ser las de un portátil o una tablet, pero que están metidas dentro de este terminal.
Esto permite que cualquiera de las acciones que se realizan a diario con el teléfono ocurran de manera fluida. Bueno, todo lo fluida que pueden ir con el sistema operativo Miui 9 de la compañía, que aún tiene que mejorar en cuestión en cuanto al retardo de algunas aplicaciones, en especial la cámara. Pero la ejecución de aplicaciones o juegos es uno de sus puntos fuertes y puede ejecutar lo que sea sin problemas.
Una cámara de póster
En cuanto a la cámara, Xiaomi tiró la casa por la ventana con una triple cámara trasera que permite tener zoom óptico de doble aumento gracias a la lente de teleobjetivo, un objetivo ultragranangular para las imágenes de lejos y, la joya de la corona, un objetivo de 48 megapíxeles.
Este último es capaz de captar mucha más información en las imágenes normales y permite ampliar sin una pérdida de calidad en casi todas las situaciones. Eso sí, el modo nocturno también es mejorable, ya que por el momento parece no estar al nivel de otras grandes cámaras del mercado.
Una apuesta de valor
Xiaomi apuesta en cada uno de sus terminales por equilibrar de la mejor manera una gran tecnología con un precio asequible. Y este es el caso del Mi 9T Pro, que además incluye algunos detalles que gustarán a los más puristas de la música y el sonido, como conexión de cable minijack y otros indicados para todos los públicos, como una batería de 4.000 MhA que permiten usarlo de manera intensiva durante todo el día.
En este caso, el fabricante vende este dispositivo en tres acabados: negro carbón, rojo llama y azul glaciar y con dos configuraciones diferentes. La primera, con 64GB de almacenamiento, por 399 euros y la segunda, con 128 GB de almacenamiento, por 449 euros. Un precio que correspondería a un teléfono de gama media, pero que por prestaciones quiere jugar en la liga de las estrellas.