El Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña ha otorgado el Premio a la Mejor Infraestructura 2018 al Mercado de Sant Antoni de la ciudad de Barcelona. El jurado de este órgano colegial, que tiene por objeto el análisis, la evaluación, la deliberación y la propuesta de iniciativas y políticas públicas en el ámbito de las infraestructuras en Cataluña, ha reconocido de este modo las obras de reforma del Mercado de Sant Antoni que comenzaron hace más de una década y que concluyeron en el año 2018.
“La obra galardonada es un buen ejemplo de la apuesta de nuestras administraciones para mejorar los mercados municipales de la ciudad, adaptándolos a las funcionalidades actuales, a la vez que se preserva y potencia su belleza arquitectónica, convirtiéndolos en verdaderas piezas de arte”, han declarado los miembros del Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña responsables de entregar los premios.
Mercado centenario
Según el órgano colegial de infraestructuras catalanas, la convivencia entre funcionalidad y belleza arquitectónica resulta un impulso dinamizador para el entorno urbano que ocupan. En el caso del Mercado de Sant Antoni, el Consejo asegura que ha revalorizado el barrio y ha incentivado el comercio y la vida en la calle.
Las obras de remodelación del edificio inaugurado en el año 1882 comenzaron en el 2007. Más de una década después, y tras varias interrupciones, la reforma concluyó en 2018, año de su reinauguración. Tal y como ha explicado el Ayuntamiento de Barcelona, el proyecto ha respetado la fachada original. Ha sido el interior el que se ha construido de cero.
83 millones de euros
En total, la inversión de rehabilitación del Mercado de Sant Antoni fue de más de 83 millones de euros. “La superficie construida es de 53.388 m² en cinco niveles, que acogen 235 establecimientos”, explican desde el Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña. Gracias a los trabajos de reforma en el Mercado de Sant Antoni salieron al descubierto restos arqueológicos de la época del Imperio Romano y de la Edad Media.
La recuperación de estos restos de importante valor patrimonial y cultural de Cataluña, ha supuesto que se haya habilitado un espacio dedicado a ellos en el propio mercado.