Un sentimiento contradictorio invade a comerciantes y vecinos de la Ronda de Sant Antoni. Esta importante calle barcelonesa ha dejado atrás una época oscura de casi una década, donde su principal protagonista eran unas grandes carpas blancas que ocupaban gran parte de la vía, ahora ya retiradas. Las lonas daban cobijo, de forma provisional, a los comerciantes del Mercat de Sant Antoni, mientras el original permanecía en obras. Aquí han permanecido durante nueve años, un período de tiempo tan largo que casi los había incrustado en el paisaje del barrio.
Tras la reapertura del flamante mercado de estilo modernista el pasado 23 de mayo, ubicados a pocos metros de esta zona, las carpas provisionales de la Ronda de Sant Antoni dejaron de tener sentido, por lo que el Ayuntamiento de Barcelona las desmontó en noviembre.
Así hasta 2020
No obstante, la nueva situación ha dejado un sabor agridulce a los comerciantes. El centro de la calzada, ocupada antes por las carpas, ha quedado despejado, pero se mantiene en un estado provisional. Y es que el gobierno de Ada Colau ha retrasado la reforma definitiva de la ronda hasta 2020, por lo que dicha cuestión quedará pendiente del ejecutivo saliente de las próximas elecciones municipales.
Mientras tanto, el paisaje urbano actual recuerda al de una obra. El pavimento instalado es el elemento que más contribuye a generar esta imagen decadente, reforzada con la colocación de unos tristes árboles en maceteros que no gustan a los tenderos y vecinos. “Han puesto los árboles más baratos posibles” afirma Carlos, un franquiciado de la tienda de decoración Muy Mucho, ubicada en esta calle. El comerciante asegura desilusionado que han optado por “una reforma de bajo presupuesto” y que se trata de una “chapuza en toda regla”. “En Barcelona hay barrios de primera y barrios de tercera. ¿Crees que se atreverían a hacer una reforma así en Passeig de Gràcia o en la Diagonal?” pregunta de forma retórica.
Estado de la Ronda de Sant Antoni tras la retirada de las carpas / CG
A escasos metros de esta tienda, la propietaria de una joyería respira aliviada después de ver cómo retiraban las lonas que durante años han ocupado gran parte de la calzada. Sin embargo, se muesta soprendida de que vayan a dejar el espacio de esta forma hasta 2020. "Ya ves cómo está", afirma resignada. Al lado, el dependiente de una ferretería mira al cielo con cara de incredulidad cuando es preguntado por el estado actual de la ronda. "No me gusta, pero es mucho mejor que lo que había antes. Tampoco es que fuera muy difícil", agrega un vecino, que destaca que el pavimento instalado es "casi de barriada".
Recortes en el proyecto inicial
Joan Rodríguez, portavoz del PDeCAT del distrito del Eixample, denuncia que la nueva urbanización de esta vía es de “pa sucat amb oli”. Según Rodríguez, en el proyecto inicial --que fijó el inicio de las obras en septiembre de 2018-- no había "ninguna provisionalidad prevista". Según consta en el portal oficial de contratación pública, el gobierno municipal abrió un concurso público para adjudicar la remodelación del primer tramo de la Ronda de Sant Antoni, comprendido entre las calles Comte Urgell y Floridablanca. El presupuesto de licitación fijado por la empresa Barcelona d'Infraestructures Municipals SA era de un total de 5.098.006,63 euros. Sin embargo, dos días antes de que finalizara el período de presentación de ofertas, el Ayuntamiento de Barcelona anunció que anulaba la licitación del proyecto. En una notificación, el consistorio comunicó a los interesados que dejaba sin efecto el procedimiento de contratación de las obras “por la conveniencia de disponer de la totalidad del proyecto ejecutivo de remodelación antes de licitar el primer tramo”.
El PDeCAT asegura que tras esta anulación en realidad se esconden los recortes y los problemas de tesorería del gobierno de Ada Colau. Y es que los pequeños cambios efectuados en la Ronda de Sant Antoni han tenido un coste de 350.000 euros, según fuentes municipales. Un ahorro sustancial en comparación con los cinco millones presupuestados inicialmente.
Pavimento de la Ronda de Sant Antoni / CG
Según el Ayuntamiento de Barcelona, su intención a largo plazo es transformar esta calle ganando más espacio para los peatones --con aceras más anchas--, y donde las bicicletas y el transporte público ganen protagonismo. Para los comunes, la renovación de la ronda es uno de los proyectos fundamentales del barrio de Sant Antoni, junto con la reapertura del antiguo mercado y la supermanzana que se está desplegando a plazos en sus entornos. Pero el proyecto, de momento, ha quedado en unos renders, que según Rodríguez (PDeCAT) simbolizan la "realidad virtual de un proyecto que no existe y que el gobierno de Colau utiliza para sacar rédito electoral".