Con el verano las redes sociales se llenan de fotos de menores disfrutando en las piscinas y playas. Y es que las buenas temperaturas, la mayor cantidad de tiempo libre y las vacaciones hacen que los padres quieran inmortalizar la alegría de sus hijos para compartirla en internet. De hecho, se calcula que los padres publican una media de 1.500 fotos de sus hijos en las redes sociales antes que cumplan los cinco años. El 92% de los menores de dos años ya tienen su huella digital en la red. Y un tercio de las madres menores de 34 años tienen cuentas en Facebook a nombre de sus hijos antes de su primer cumpleaños.
Pero, ¿quién, cómo y cuándo se comparten estas fotos? Es la pregunta que se han hecho en StepsLife, un servicio que permite preservar y revivir los recuerdos de los primeros años de vida de los niños de forma privada y controlada. El portal ha recogido las tendencias de uso de de sus usuarios para obtener los siguientes datos de comportamiento.
Las primeras veces, inmortalizadas para la posteridad
El estudio revela que quienes comparten fotos de los hijos son principalmente mujeres de entre 24 y 44 años, de las cuales un 60% tienen bebés de 0-1 años. El perfil de las que más comparten, además, son las madres (82%), seguidas de padres, tías, abuelas y abuelos.
Un menor jugando en la playa, una foto que puede verse frecuentemente en las redes sociales / PIXABAY
La mayoría de fotos se comparten a las 12 del mediodía (break en el trabajo), habiendo un segundo pico a las 7 de la tarde que aumenta hasta las 11 de la noche (que coincide cuando los peques cenan y se van a dormir, momento en el que los padres tienen más tiempo libre). Mientras que el grueso de fotos que se comparten es del primer y segundo año de vida. Esto ocurre porque los primeros 24 meses de vida coinciden con el período de desarrollo más rápido del niño y la aparición de las ‘primeras veces’: primera sonrisa, primer diente, primera vez gateando, primera papilla…
Privacidad de los menores
El problema más importante, según explican desde StepsLife, es el de la privacidad de los datos y la seguridad de la información. Y es normal. De hecho, en Francia, las autoridades han advertido a los padres que podrían ser penados con hasta un año de prisión y una multa de 45.000 euros por dar a conocer los detalles de la vida de sus hijos en las redes sociales sin su consentimiento.
Y es que, actualmente, más del 45% de los padres con Facebook permiten que sus amigos vean las publicaciones de sus hijos, un 20% más dejan que las vean amigos de amigos y un 8% tiene sus perfiles totalmente públicos. Un auténtico problema que atenta contra la privacidad del bebé.