Un grupo de arquitectos se ha propuesto combatir el sesgo ideológico que, en los últimos años, se ha apoderado del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC). Y, con esta finalidad, se presentan a las elecciones que esta organización profesional celebra el 10 de mayo.
Ese día, este colectivo está convocado a decidir la renovación de sus órganos de gobierno (junta de gobierno y juntas directivas de las demarcaciones) y de los 200 representantes de la Asamblea General (distribuidos entre las demarcaciones colegiadas).
Bajo el nombre de Arquitectos Unidos y pilotados por Ricardo Gómez Val, una treintena de arquitectos se presenta para formar parte de esa Asamblea General, un órgano que gestiona los presupuestos del colegio, que actualmente ascienden a 12 millones de euros. Una cifra que ha ido disminuyendo en los últimos años debido a la crisis en el sector inmobiliario.
A favor del referéndum
“Nos hemos unido en contra de la politización después de que, en los últimos años, el COAC haya apoyado el derecho a decidir y suscribiera un manifiesto a favor del referéndum del 1 de octubre”, explica Gómez Val a Crónica Global.
El arquitecto catalán Óscar Tusquets
El COAC estaba presidido por Lluís Comerón, pero abandonó el cargo al ser elegido máximo responsable del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. Tres candidatos aspiran a sustituirle: Assumpció Puig --actual decana en funciones-- y Enric Mir, ambos continuistas y favorables al independentismo, y Ramon Torra, que representa la renovación.
La sentencia judicial
Este mismo abril, un juez de Barcelona anuló la adhesión del colegio a ese manifiesto por entender que había invadido parcelas de libertad ideológica y de pensamiento”. La sentencia respondía a la demanda que un grupo de colegiados presentó antes de que Comerón fuera candidato a representar a todos los arquitectos de España. Cuando se publicó el fallo, ya había asumido ese cargo.
A pesar de esa resolución judicial, indica Gómez Val, el COAC suscribió un comunicado del Consejo de la Abogacía Catalana en defensa de los políticos presos y muy crítico con las resoluciones del Tribunal Supremo sobre el procés.
“Para los arquitectos, al igual que los médicos o los abogados, la colegiación es obligatoria. Por eso, es necesario que nuestros representantes mantengan una absoluta neutralidad. El colegio ha sido utilizado como instrumento político y nosotros queremos romper esas dinámicas”, añade Gómez Val.
Apuesta por volver a centrarse en la profesión, “que ha cambiado mucho y que la arquitectura de Barcelona vuelva a ser un referente mundial”. Su candidatura, que se presentará este viernes, es transversal y cuenta con el apoyo del arquitecto Óscar Tusquets.