El jueves 20 de julio, el cadáver de Salvador Dalí será desenterrado. Ésta ha sido la fecha elegida para realizar las pruebas de ADN al artista y dictaminar si Pilar Abel es su hija, tal y como ella afirma. Aunque todavía cabe un recurso para evitar la exhumación, de momento está previsto que el cuerpo no se traslade, sino que las muestras se tomen en el mismo Museo Dalí de Figueres, donde está sepultado.
Abel acudió el martes al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid para aportar una muestra de saliva que se comparará con el ADN de Dalí para determinar si era su padre biológico. La mujer presentó hace un año una demanda para exigir que se la reconociera como tal.
Más pruebas
Éste será la segunda vez que se intenta la exhumación de uno de los principales pintores del surrealismo. A finales de 2016, ya hubo una orden para sacar el cuerpo de su tumba, aunque un recurso de la Fundación Gala-Dalí lo impidió. Pilar Abel, pitonisa de profesión, asegura desde hace años que su madre mantuvo una relación sentimental secreta con Dalí.
La fundación que lleva el nombre del artista solicitó que las pruebas de ADN se realizaran también a su hermano, para comprobar si son hijos del mismo padre. Aún así, la mujer se niega y argumenta que tiene leucemia. La madre de Abel, de 87 años y establecida en una residencia en Figueres, sí tendrá que someterse a las pruebas biológicas, tal y como dictó la jueza que se ha ocupado del caso. El juicio será el 18 de septiembre.