Purificación Causapié es la portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid que se ocupa de la Operación Chamartín. Pocas veces el nombre y apellido de una persona han conseguido una situación tan peculiar como la que surge cuando se asocian los conceptos que expresan (purificación y causa pie) con algo relacionado con ella: la actualidad de una Operación Chamartín, que está pendiente de negociaciones secretas, cuando se atisban diferencias entre lo que se intuye y la realidad en asuntos que se investigan (Operación Lezo, aún no relacionada con ella), o que son objeto de atención en comisiones como la que se anuncia con el titular "El Ayuntamiento de Madrid convoca a Gallardón por el contrato de la M-30".
En esta situación, con sospechas asentadas en hechos clandestinos, como ya se ha dicho por activa y se malicia por pasiva (algunos hasta lo aseguran), únicamente cuentan quienes tienen capacidad para negociar unos acuerdos que se fraguan en secreto buscando avenencias que ya se han definido como "cambalaches de tapadillo" entre el Ayuntamiento de Madrid, ADIF, DCN, y los que negocian en su nombre.
Frente a ellos, están los grupos políticos locales (el PSOE de la señora Causapié entre ellos), las asociaciones de vecinos y usuarios madrileños; y los dos conceptos: purificación, como eliminación de impurezas o imperfecciones de una cosa material o inmaterial. Y causa pie, entendida como razón para obrar de una determinada manera (causa), unida a la muy precisa forma verbal pretérita (pie) que "clama con anhelo, deseo o insistencia por una cosa".
Hace fechas que entrevimos la razón (causa) y apuntamos la posibilidad de que la forma verbal (pie) pudiera hacerse efectiva desde las filas socialistas. Fue cuando descubrimos el empecinamiento obtuso de los que, reunidos en mesas de negociación, impusieron una omertá que inquietaba y ocultaba demasiado. Nos entrevistamos entonces con los grupos políticos municipales madrileños. Pusimos luz en lo que ocurría entre ellos y con ellos. Advertimos qué podía estar haciéndose sin ellos. Y seguimos recabando información y datos. Pero la realidad es tan burda que ya desborda el pacto de silencio. Una fuente fiable, hace unas horas, nos apuntaba: "Partiendo de la situación actual, (hay una) propuesta especuladora del BBVA frente a la propuesta de ciudad del ayuntamiento en mayo. (En) el PSOE, apoyo del Gobierno municipal, se está esperando una foto de Podemos+PP+BBVA. Ojo con el acuerdo".
Nada más. Ni menos: EL PSOE con Purificación Causapié (y purificación causa pie) espera el acuerdo entre el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ahora Madrid (Podemos) con Manuela Carmena de alcaldesa; ADIF, que dirige el PP con Juan Bravo como figura visible, y DCN, con Antonio Béjar al frente.
EL PSOE con Purificación Causapié (y purificación causa pie) espera el acuerdo entre el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ahora Madrid (Podemos) con Manuela Carmena de alcaldesa; ADIF, que dirige el PP con Juan Bravo como figura visible, y DCN, con Antonio Béjar al frente.
Una vez conocido el acuerdo, sin duda, aparecerá el "causa pie", bien como crítica-protesta al convenio que hoy permite la gobernabilidad del Ayuntamiento de Madrid, o como motivo-disculpa para decidir lo que convenga a Purificación Causapié o a quien tome su relevo en el PSOE madrileño.
Quien nos informa no da posiciones personales ni explica el estado del socialismo en el Ayuntamiento de Madrid y en el ámbito nacional. Sólo avisa: "Ojo con el acuerdo". En esta situación, conviene revisar lo conocido en un PSOE que espera la foto (Podemos+PP+BBVA) y novedades antes de actuar: Una situación convulsa, "sin muchas unanimidades". Con cada uno ocupado en lo que conviene a su carrera política personal, que en algún caso puede verse afectada por la Operación Chamartín. Y, agravando perturbaciones, con partes del partido vagando inestables en grupúsculos desideologizados (facciones) creados en torno a miembros del aparato (apparatchik) incapaces de ejercer un liderazgo general (Susana Díaz, Pedro Sánchez, Patxi López).
Esa es, a grandes rasgos, la realidad del PSOE hoy.
Hay, además, otros acontecimientos, quizá ajenos al socialismo, que parecen perseguir objetivos en torno a la Operación Chamartín: Aprovechar el eco mediático que surge junto a la ponzoña que acompaña a las denuncias de corrupción. Y fabricar una base argumental que afecte a las personas que tienen capacidad para decidir sobre el futuro en las mesas de negociación.
El socialismo madrileño, víctima de una realidad que les impide tomar parte en las mesas de negociación, no tiene otra opción que tener en cuenta el aviso "ojo con el acuerdo" (un acuerdo en el que no participan). Y ampararse en las siglas de un PSOE pasivo y a la espera
Buscando esa base argumental en las noticias que publica uno de los periódicos gratuitos madrileños, aparecen algunos hechos: "El Ayuntamiento de Madrid convoca a Gallardón por el contrato de la M-30. El exalcalde, su vicealcalde, Manuel Cobo; y el exconcejal Antonio de Guindos han sido citados a comparecer el 6 de junio próximo en la comisión municipal que investiga las irregularidades detectadas en la gestión de la sociedad mixta Madrid-Calle 30". "La corrupción acorrala al PP". "Sospechas: PSOE y Ahora Madrid piensan que el ayuntamiento intentó beneficiar a empresas influyentes". "Arrancó en 2004: La sociedad Madrid Calle 30 se fundó en 2004 para construir los túneles de la M-30". "La Comisión es una cacería".
Entresacando contenidos, aparece la corrupción que acosa a un partido que ha puesto a Juan Bravo al frente de ADIF. En el momento en que ADIF participa en una mesa de negociación para decidir el futuro de la Operación Chamartín. Con sospechas de irregularidades y la participación de Bravo en la construcción de la M-30...
Todo parece indicar que lo anterior sirve de base argumental para el envite contra personas situadas en las cimas de las instituciones que tienen capacidad para decidir. O para intimidar a quienes, citados o avisados, participan en las mesas de negociación.
Mientras tanto, el socialismo madrileño, víctima de una realidad que les impide tomar parte en las mesas de negociación, no tiene otra opción que tener en cuenta el aviso "ojo con el acuerdo" (un acuerdo en el que no participan). Y ampararse en las siglas de un PSOE pasivo y a la espera.