Se comenta por la plaza de Colón de Madrid, principio de La Castellana, que las posturas del Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento se están acercando. Sorpresa. E interrogantes. ¿A qué es debido ese acercamiento? ¿Ha cambiado Fomento de bando? Siempre, hasta ahora, Fomento ha defendido las posiciones de Distrito Castellana Norte (DCN). Un giro inquietante. ¿Algún problema con DCN o con el BBVA-San José? Puede. Aunque esto no ha hecho más que empezar. Son las primeras reuniones de los estamentos interesados.
Nadie suelta prenda. Nadie dice palabra. Preguntas al ministerio, y no están. Preguntas a DCN y te cuentan el mismo discurso de hace dos años. Preguntas al Ayuntamiento y nadie dice palabra. Calvo, desaparecido. Demasiado secretismo para decidir si se hace la ampliación de la Castellana o no. ¿Y los equipos? Los equipos trabajan. Y de su trabajo se puede deducir que algo se avanza. Han llegado a dos acuerdos, además de suspender la reunión del día 9 de febrero: 20% menos de viviendas ¿a cambio de qué? Ahora se quedan en 13.600 viviendas. Y no afecta a la inversión, ¿quién se lo cree? Y el otro acuerdo es dividir el macro-proyecto de La Castellana en tres partes. ¡Aleluya! Por algo hay que empezar. Dicen que hay sintonía. Que entre el ministro Íñigo de la Serna, la alcaldesa Manuela Carmena y el concejal de Urbanismo o como ahora se llame, José Manuel Calvo, hay feeling, buena sintonía. Vaya, algo es algo. Empezamos a avanzar. Y por eso en las reuniones se han alcanzado varios acuerdos: dividir el proyecto en tres partes y sólo seis alturas en los bloque de viviendas. Con seis alturas... pues no salen las viviendas que DCN quiere construir. Pues no se va a conseguir la rentabilidad pensada en las oficinas de DCN, banco BBVA. Pues habrá que construir más torres.
La construcción de las torres no les gusta nada a los ciudadanos de los barrios afectados. Nada. Porque les quitará los espacios libres, porque les quitará los amaneceres. Puede que en verano se esté bien a la sombra, pero en los duros inviernos madrileños los ciudadanos quieren ver el sol. Quieren luz y comunicación. Las torres serán edificios aislados y que provocan el aislamiento de los ciudadanos residentes.
La construcción de las torres no les gusta nada a los ciudadanos de los barrios afectados. Nada
Entre los intereses de la promotora y el Ayuntamiento hay un choque fuerte. Ella quiere rentabilidad; el Ayuntamiento pretende que no se vean afectados los barrios y sus residentes. Pese a lo cual han pactado que la Operación Chamartín se divida en tres fases: el sur de la M-30, el norte de la M-30 y la estación de Chamartín. Curioso, la estación de Chamartín será lo último en realizarse. Pues parece, a vista del ciudadano de la calle, que debería ser lo primero. No vaya a ser que luego... A lo peor se cansa la constructora y ahí se queda la nueva estación. Sin hacer. Que la haga Renfe, el ministerio, y la paguen todos los ciudadanos con los impuestos. ¡Cosas veredes, amigo Calvo, De la Serna y Carmena! ¿Construir lo último la estación? No. No será verdad. O nos quedamos sin estación. Ya sabemos que para el Ayuntamiento la estación es algo imprescindible. Pero no sabemos qué Ayuntamiento habrá para cuando toque construir la misma.
Ya tenemos tres partes de la Operación Chamartín para desarrollar. Por separado. O eso pretenden a día de hoy. Planteamientos independientes. Gestión independiente. ¡Uf! Eso no es lo que quería DCN. Sorprende que lo acepte. Salvo... que haya alguna otra cosa. Y puede que la haya. ¿Se mantienen las buenas relaciones entre el BBVA y la constructora San José? La pregunta del millón. Pero parece que ya no riman como antes, ni siguen el mismo compás. ¿Será la gran deuda de San José? Puede. Se escucha en algún despacho que el BBVA busca nuevo socio para la obra. Una empresa gallega, para más señas. O dos. Pero esperemos a ver cómo se desarrollan la próximas reuniones.
En una de las tres partes en que se pretende dividir la obra, la sur, se pretende construir la nueva Ciudad Financiera. Grandes torres. Destinadas a actividades económicas. Será la Central Business District. Como lo leen. No se le pone nombre en castellano. En inglés. Será por la internacionalización financiera. Será para robarle a Londres las empresas. Estarán las torres cerca de la estación desafiando a las ya existentes en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Para dar sombra a los barrios e incomunicarlos un poco más.
En la parte sur de la obra se pretende construir la nueva Ciudad Financiera. Grandes torres. Destinadas a actividades económicas. Será la Central Business District
La parte norte del proyecto será la zona residencial. Pisos. Más pisos. Dicen que sólo tendrán seis plantas. ¿Nos lo creemos? Los ciudadanos de esos barrios no se lo creen. Tienen el miedo metido en el cuerpo al ver lo que se le viene encima. O por los lados. Sin nada que a ellos les beneficie. Sin nada que a ellos les haga la vida más agradable. Sin servicios que les ayuden a sobrevivir a tanta obra.
Según el acuerdo, se limitarán las obras que afecten a las vías del tren. Y se arreglará la calle de Agustín de Foxá. Veremos. Veremos la calle cómo está y si no será el Ayuntamiento el que tenga que solucionar lo no realizado. ¿Y las zonas verdes? Prometen un eje longitudinal. Qué cosa más rara. Dejarán pocas porque luego hay que cuidar y regar. Y no estamos para tirar el agua. Lo veremos. Como habrá que estar atentos a la prolongación de La Castellana. Grave problema. Consideran que lo esencial será conectar norte-sur y no la prolongación. Ya estamos. Vamos cambiando el sentido inicial que era la prolongación. ¿Es difícil? Sí. Pero para eso llevan años estudiando cómo prolongar la vía considerada el eje central de la ciudad. Su columna vertebral. ¿Cómo quedará?
¿Y las torres?
¿Cómo serán? ¿Tendrá la principal 70 plantas, como preveía el proyecto DCN? ¿Acompañarán a este gigante otras cinco más? Está por ver. Pero es lo que quiere el BBVA y San José. Y es el miedo de los vecinos a quedarse en la sombra todo el día. Habrá nuevas reuniones. La del día 9 de febrero se ha pospuesto. La solución al llamado Nudo Norte era uno de los temas a tratar. Y en el Ayuntamiento de Madrid reina el optimismo. Más en concreto en la Concejalía de Urbanismo o como se llame ahora. Área de Desarrollo Urbano Sostenible. Por nombrecitos que no quede. Y por ganas de que se apruebe la obra, tampoco. Al menos por Distrito Castellana Norte. Otra cosa es lo que les espera a los ciudadanos de esos barrios. Tiemblan.