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El mundo está en guerra. La situación de Ucrania, Palestina y Yemen lo confirman. Los movimientos geopolíticos están a la orden del día y su nuevo protagonista es Trump.

El presidente de Estados Unidos está dispuesto a conquistar Groenlandia y a subir aranceles a quien sea. Su relación con Europa se deteriora, pero esto es algo que ha pasado en otros momentos de la historia.

Dónde está

Hubo tiempos mejores, esa es una realidad. Épocas en que el país norteamericano fue el gran aliado de Europa y esta le recompensó cediendo terrenos para sus bases militares. En España todavía existe la de Rota, pero hubo muchas más.

Una de ellas estaba en Cataluña, concretamente en el Parque Natural del Montgrí, les Illes Medes y el Baix Ter. Con más de 8.100 hectáreas de superficie, esta zona es una de las joyas de la Costa Brava, más concretamente del Empordà.

Base en venta

Cuando se construyó esa base, no estaba así catalogado, por lo que ahora, pese a su protección medioambiental, aparece allí un edificio recubierto de yeso que destroza la armonía de la zona. Y no solo eso, está completamente abandonado desde hace 30 años.

Con el nombre de base LORAN, esta antigua estación de radionavegación militar estadounidense es casi un lastre en la zona. Estuvo en venta desde 1995 y las complicaciones fueron tantas que se lo ha acabado quedando el Ayuntamiento de Torroella de Montgrí.

Cuándo llegó Estados Unidos a la Costa Brava

Su origen se remonta a 1961, cuando el gobierno estadounidense estableció este complejo en la zona del Alt de Pedrosa. El objetivo era controlar y vigilar las embarcaciones en aguas europeas. 

Para su construcción, se expropiaron los terrenos donde se instaló la estación, que formaba parte del sistema de guardacostas de Estados Unidos junto con otras bases del Mediterráneo. Con una torre de 180 metros de altura, la base triangulaba su señal con estaciones en Lampedusa (Italia)y Kargaburum (Turquía). 

Base militar estadounidense de la Costa Brava AYUNTAMIENTO DE TORROELLA

Por qué está allí

Esta buena central de comunicación, más los dispositivos que allí había, permitían ubicar la posición exacta de casi cualquier embarcación en aguas del Mediterráneo. Pero en realidad, tenía una función más destacada.

Los años 60 estuvieron marcados por la Guerra Fría que enfrentaba a la URSS con Estados Unidos. Una base naval de estas características, operada por la Guardia Costera estadounidense y a un paso del mar, convierten a LORAN en un punto estratégico. 

La vida en L'Estartit

Pero de esta base no solo se beneficiaron los Estados Unidos. La proximidad de la base con l’Estartit hizo que muchos de los marines residentes se integraran en la vida cotidiana del pueblo.

Durante la época en que estuvo activo este enclave militar, era algo habitual cruzarse algún estadounidense por el Estartit o Torroella. Muchos de ellos alquilaron viviendas y se convirtieron en unos vecinos más, participando en eventos y estableciendo relaciones con el resto de habitantes locales.

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