El mar es, por definición, un entorno hostil para el ser humano. Un simple descuido puede tener consecuencias graves. Salvamento Marítimo, una entidad dependiente de la Dirección General de Marina Mercante, resume esta realidad con su lema: "En la mar, riesgos cero".
Para minimizar los riesgos, es obligatorio revisar el estado del motor, el equipo de seguridad, planificar la navegación y mantener en perfecto estado el sistema de radiocomunicaciones. Este sistema es básico, ya que permite alertar en caso de emergencia y activar el protocolo de rescate.
Un radio de acción muy amplio
España cuenta con una área de responsabilidad de búsqueda y salvamento que abarca un millón y medio de kilómetros cuadrados de superficie marina, equivalente a tres veces su territorio. En esta vasta área conviven flotas pesqueras, buques mercantes, embarcaciones de recreo y competición, y personas migrantes que emprenden viajes extremadamente peligrosos.
¿Cómo se garantiza que Salvamento Marítimo pueda cumplir su misión de 'salvar vidas'? La clave es, una vez más, la conectividad.
Casi 50 estaciones costeras
Cellnex opera tres Centros de Comunicaciones Radiomarítimas (CCRS) que 'vigilan' lo que sucede en el mar. "Nuestra labor es la escucha permanente", asegura la responsable del área de Centros de Operaciones Marítimas de Cellnex, María Fernández.
Estos CCRS están ubicados en A Coruña, Valencia y Las Palmas. Están interconectados y operativos las 24 horas del día, los 365 días del año, con personal dedicado. Desde estos centros se gestiona de manera remota el equipamiento de las 47 Estaciones Costeras que Cellnex tiene distribuidas a lo largo de la costa española.
Conectividad garantizada
Desde 2008, cuando Cellnex (entonces Abertis Telecom) se adjudicó el contrato para la prestación del Servicio de Socorro y Seguridad de la Vida Humana en el Mar, ha garantizado las comunicaciones marítimas en caso de emergencia. Su labor incluye la recepción y gestión de mensajes de socorro, la emisión de boletines meteorológicos y avisos de temporal, radioavisos y contacto con el Centro Radiomédico, entre otros.
Recientemente, la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR) ha renovado este contrato con Cellnex. En estos quince años, el desarrollo tecnológico y la digitalización han mejorado las radiocomunicaciones marítimas. Los equipos radioenlaces o “multiplexores” han sido reemplazados por tecnología IP, que permite resolver incidencias de forma remota.
La escucha permanente: clave en el mar
Es fácil imaginar la importancia de las comunicaciones en una situación de emergencia en el mar. "Cada incidencia marítima tiene sus propias peculiaridades", explica Fernández para referirse al tipo de barco y la naturaleza del peligro, lascondiciones climatológicas y marítimas, o la distancia a la costa. "La gestión inicial de una emergencia es uno de los pilares básicos del éxito", añade.
Las embarcaciones están equipadas con sistemas de comunicación adecuados a su zona de navegación. Estas van desde equipos de VHF para navegación dentro de 35/40 millas náuticas, hasta equipos de Onda Media para los que naveguen denrro de 150 millas náuticas y hasta un equipo de comunicaciones por satélite de Inmarsat o de Onda Corta para los buques que también naveguen en la denominada zona A3.
"Nuestros Centros de Comunicaciones Radiomarítimas realizan escucha continua y retransmiten las alertas y llamadas de socorro, realizando Salvamento Marítimo la coordinación de la operativa de búsqueda y rescate", añade Fernández.
Un mar superpoblado
En 2023, ha habido un notable aumento en el número de embarcaciones, lo que ha incrementado las incidencias. Según Salvamento Marítimo, el número de personas asistidas en 2023 ha aumentado un 44% respecto a los dos años anteriores. Las embarcaciones de recreo superan las 2.300 en incidentes, mientras que los buques mercantes y pesqueros no llegan a 1.000.
El mar también es una ruta peligrosa para los migrantes. En 2023, Salvamento Marítimo rescató a más de 26.000 personas en embarcaciones precarias que intentaban llegar a la costa. Una vez más, la conectividad demuestra ser vital para salvar vidas.