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La industria catalana debate la hoja de ruta que defina su futuro energético

El sector tiene el objetivo de garantizar la competitividad de las empresas, evitar las causas de la deslocalización y favorecer el empleo

La industria catalana lo tiene muy claro: Es necesario acelerar la transición energética y la forma más eficiente de conseguirlo es a través de nuevas fuentes que deriven en un modelo energético descarbonizado y sostenible. Se trata, en definitiva, de establecer una hoja de ruta que implique a todos los sectores de la sociedad a contribuir a la implantación de proyectos de renovables que permitan alcanzar los objetivos climáticos para el 2050, en línea con los objetivos de la Unión Europea.

FIE 2023: un espacio de expertos


En este contexto, el Foro Industria y Energía, con la colaboración del Consorci de la Zona Franca de Barcelona y Foment del Treball, organiza el FIE2023, que se celebrará el próximo 13 de septiembre en el espacio DFactory.

Este evento, que celebra su segunda edición, reunirá a autoridades europeas, nacionales y locales, junto a técnicos y representantes de los principales sectores industriales y analizará los retos de la industria ante el proceso de transición ecológica en Catalunya. A su vez, estudiará los desafíos a los que se enfrentan factorías, complejos fabriles y centros de producción en tiempos de transición ecológica.

Un operario revisa las instalaciones de un molino de viento

Un cartel de excepción


El encuentro contará con ponentes de primer nivel, como los expresidentes de la Generalitat de Catalunya José Montilla y Artur Mas, quienes protagonizarán un diálogo sobre la situación de Catalunya y su futuro en materia energética para el desarrollo industrial. También estarán representadas las máximas autoridades locales, con la presencia de Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, así como el ministro de Industria, Energía y Turismo Héctor Gómez, y el conseller de Indùstria de la Generalitat de Catalunya Roger Torrent.

Pere Navarro delegado del Estado en el CZFB, Juan Francisco Caro, director de Opina 360, Pere Palacín (catedrático de IQS, ex director general de Energía de la Generalitat de Catalunya) o Carlos Reyero (director general de Forestalia) expresarán desde su óptica el futuro energético que le espera a Cataluña. El jefe de la oposición, Salvador Illa, presentará a Ruud Kempener, miembro del Gabinete de la Comisaría de Energía de la UE, que ofrecerá las claves de una estrategia común para la autonomía energética tras la pandemia y frente a la guerra de Ucrania. Representantes de Foment del Treball, PIMEC y AEQT ofrecerán su visión de las necesidades energéticas de la industria.










Imágen de unos engranajes en funcionamiento

Implicación colectiva


Conseguir una transición energética manteniendo y fomentando la competitividad de la industria catalana es un desafío que implica a las distintas administraciones, organizaciones empresariales, empresas públicas y privadas, academia y sociedad civil.

Así lo afirma Pere Palacín, catedrático de IQS, ex director general de Energía de la Generalitat de Cataluña. “La energía es un coste muy importante para todo tipo de industria. Los grandes grupos empresariales con sedes internacionales buscan ubicarse en aquellos países donde el coste energético es inferior”.

“Por eso la transición energética es una gran oportunidad para situar España como polo atractivo de inversión de estas empresas, así como para el sostenimiento de las empresas locales. Y para conseguir este objetivo es fundamental “alinear administraciones, sociedad y promotores facilitando la implantación de las infraestructuras necesarias siempre siendo respetuosos con el medio ambiente”. “No podemos desaprovechar esta oportunidad”, concluye el experto en gestión energética.

Implicación colectiva


Conseguir una transición energética manteniendo y fomentando la competitividad de la industria catalana es un desafío que implica a las distintas administraciones, organizaciones empresariales, empresas públicas y privadas, academia y sociedad civil.

Así lo afirma Pere Palacín, catedrático de IQS, ex director general de Energía de la Generalitat de Cataluña. “La energía es un coste muy importante para todo tipo de industria. Los grandes grupos empresariales con sedes internacionales buscan ubicarse en aquellos países donde el coste energético es inferior”.

“Por eso la transición energética es una gran oportunidad para situar España como polo atractivo de inversión de estas empresas, así como para el sostenimiento de las empresas locales. Y para conseguir este objetivo es fundamental “alinear administraciones, sociedad y promotores facilitando la implantación de las infraestructuras necesarias siempre siendo respetuosos con el medio ambiente”. “No podemos desaprovechar esta oportunidad”, concluye el experto en gestión energética.

Imágen de unos engranajes en funcionamiento

Un objetivo todavía lejano


La presencia de energías renovables es todavía hoy muy deficitaria en Cataluña, apenas el 20% del total de la energía consumida. Según los últimos datos del Institut Català d’Energia, el 46% de la energía consumida por las industrias catalanas procede del gas natural y el 37,9% de electricidad. Estas cifras indican que, a pesar de las buenas intenciones, queda mucho camino por recorrer.

Para facilitar ese escenario, el Pacto Verde Europeo establece el objetivo de que el 40% de la energía se genere a partir de renovables en 2030. La descarbonización de la industria catalana implica el abandono del modelo energético fósil-nuclear y apostar decididamente por las nuevas fuentes energéticas.

Vista aérea de una instalación de placas solares

Instalaciones de una planta industrial

¿De dónde viene la energía que usa la industria?


En este contexto, durante el congreso, Juan Francisco Caro, presidente de Opina360, dará a conocer el informe “¿De dónde viene la energía que usa la industria?”, en el que se analiza el origen de la energía utilizada en los procesos industriales y las tendencias de los últimos años.

“A menudo se hace seguimiento sobre el avance de las renovables en la generación eléctrica del país, pero no se pone el foco en la industria como consumidora final de energía. Con este informe queremos aportar datos y análisis específicos sobre el sector industrial”, avanza el director de dicha empresa demoscópica.

¿De dónde viene la energía que usa la industria?


En este contexto, durante el congreso, Juan Francisco Caro, presidente de Opina360, dará a conocer el informe “¿De dónde viene la energía que usa la industria?”, en el que se analiza el origen de la energía utilizada en los procesos industriales y las tendencias de los últimos años.

“A menudo se hace seguimiento sobre el avance de las renovables en la generación eléctrica del país, pero no se pone el foco en la industria como consumidora final de energía. Con este informe queremos aportar datos y análisis específicos sobre el sector industrial”, avanza el director de dicha empresa demoscópica.

Instalaciones de una planta industrial

Evolución del consumo energético


Concretamente, el informe analiza la evolución y la situación actual del consumo energético de la industria, “para mostrar cómo está cambiando el perfil de las fuentes energéticas y qué queda por hacer en la transición ecológica de la industria”.

Como avance, cabe apuntar que “en los últimos años se viene observando un cierto incremento del volumen de energía consumida por la industria, con un creciente protagonismo del gas natural, que supera ya el 43% del total, y un peso todavía pequeño de las fuentes renovables, como la biomasa y el biogás inferior al 10% si se tiene en cuenta solamente el consumo directo”, explica Juan Francisco Caro.

Nuevas fórmulas


La industria catalana se encuentra ante el desafío de lograr una descarbonización que no afecte a su competitividad. Esta transición energética conlleva múltiples desafíos. Las energías renovables son una de las medidas indispensables para hacer realidad esta transición energética, pero no es la única.

Es necesario priorizar la mejora de la eficiencia energética por parte de todos los usuarios y reducir la demanda energética. También hay que generar nuevos modelos de presente y de futuro de la gestión energética, ahondando en cuestiones como el autoconsumo, la nueva regulación de las redes de distribución de energía eléctrica cerradas y la gestión energética renovable en polígonos industriales.

Campo con molinos de viento al fondo

Nuevos proyectos

Este es el camino que han emprendido empresas como Forestalia, que asume el reto de combatir el cambio climático aportando soluciones sostenibles que, además, generen empleo. Según explica su director, Carlos Reyero, “el propósito de nuestro proyecto es facilitar el suministro de energía renovable a Cataluña, tratando de dar respuesta a las necesidades de consumidores privados e industriales y atendiendo a las necesarias medidas de protección medioambiental”.

“Si tuviéramos que resumir el proyecto en unas ideas básicas, estas serían el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad de forma estable a largo plazo, con dotación de infraestructuras que lo aseguren; la eficiencia económica; la integración de los intereses del territorio con los de la industria y el equilibrio entre demanda y disponibilidad de energía renovable”.

“Evidentemente, todo esto precisa de la voluntad y del consenso de diversos agentes sociales y económicos catalanes; por esta razón lo ponemos sobre la mesa convencidos de su idoneidad y de que representa una oportunidad para Catalunya”, concluye el director de Forestalia.

Nuevos proyectos

Este es el camino que han emprendido empresas como Forestalia, que asume el reto de combatir el cambio climático aportando soluciones sostenibles que, además, generen empleo. Según explica su director, Carlos Reyero, “el propósito de nuestro proyecto es facilitar el suministro de energía renovable a Cataluña, tratando de dar respuesta a las necesidades de consumidores privados e industriales y atendiendo a las necesarias medidas de protección medioambiental”.

“Si tuviéramos que resumir el proyecto en unas ideas básicas, estas serían el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad de forma estable a largo plazo, con dotación de infraestructuras que lo aseguren; la eficiencia económica; la integración de los intereses del territorio con los de la industria y el equilibrio entre demanda y disponibilidad de energía renovable”.

“Evidentemente, todo esto precisa de la voluntad y del consenso de diversos agentes sociales y económicos catalanes; por esta razón lo ponemos sobre la mesa convencidos de su idoneidad y de que representa una oportunidad para Catalunya”, concluye el director de Forestalia.

Campo con molinos de viento al fondo