La inclusión financiera es una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza y promover la prosperidad. El acceso a los servicios financieros facilita la vida diaria y ayuda a las familias y a las empresas a planificar sus objetivos.
Sin embargo, el Banco Mundial advierte que aún queda mucho camino por recorrer: unos 1.400 millones de adultos a nivel global aún no están bancarizados, y “comúnmente se trata de mujeres, personas pobres, personas con menor nivel de educación y habitantes de zonas rurales”.
Las microfinanzas, una fórmula de éxito
Los programas de microfinanzas se han convertido en una de las fórmulas más fiables y con más éxito para incorporar al sistema a quienes no tienen acceso a los servicios bancarios básicos.
Cada vez son más las historias reales en las que las buenas ideas se materializan con el apoyo de pequeños préstamos que permiten impulsar iniciativas comerciales de personas con escasa capacidad económica y reducir la pobreza en la que se encuentran. Una pequeña tienda de alimentación, un salón de belleza, comida por encargo, venta de artesanía local…
Ayudas a microemprendedores
Banco Santander concedió más de 900 millones de euros en créditos durante 2022 a través de sus programas de microfinanzas en Latinoamérica, según los datos del último informe anual, con el fin de fomentar la movilidad social y ayudar a personas de bajos ingresos y escasa bancarización a crear y hacer crecer sus negocios. Se trata de negocios pujantes para atender las necesidades de sus comunidades locales.
Sólo el año pasado, la entidad apoyó a 1,6 millones de microemprendedores, de los que más del 70% fueron mujeres. Bajo el paraguas de ‘Santander Microfinanzas’ se desarrollan distintos programas en los países en los que opera el banco: México (Tuiio), El Salvador (Enlace), Perú (Surgir) y Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y Chile (Prospera).
Programa Tuiio
La historia de la mexicana Mercedes Cruz, en el estado de Hidalgo, es solo un ejemplo de lo mucho que se puede lograr con un pequeño impulso. La pandemia la dejó sin trabajo y junto a su suegra puso marcha un negocio de venta de comida de puerta en puerta para despegar de nuevo.
A través de la iniciativa Tuiio, el Santander le dio un crédito y educación financiera para que su emprendimiento, El Sazón de Ángel, fuera una realidad. “Sin este préstamo no habríamos podido despegar. Empezamos de cero con ese dinero. Nos ayudaron a construir algo y seguir adelante”, comenta.
Plataforma Prospera
También Rita de Cássia ha contado con el respaldo del banco. Esta brasileña soñaba con profesionalizar sus servicios como esteticista en Heliópolis, una comunidad ubicada en la ciudad São Paulo. Tras varios años desarrollando su negocio en un espacio habilitado en su casa, se propuso crear un espacio más adecuado para poder brindar una mejor experiencia a los clientes de su comunidad.
Gracias al microcrédito a través de Prospera, Cássia financió la edificación de su nueva clínica de estética facial y corporal, y además accedió a una renovación del préstamo para adquirir una motocicleta para poder ofrecer servicio a domicilio. “Empecé a trabajar muy joven. Ha sido un camino difícil, pero este es mi verdadero sueño. Mi inspiración ha sido mi abuela, que fue emprendedora, y quien ha estado paso a paso y día a día conmigo ha sido Banco Santander”, asegura Rita.
Santander amplía su objetivo de inclusión financiera
El grupo que preside Ana Botín tiene una hoja de ruta clara para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por Naciones Unidas. Y la inclusión financiera es uno de sus principales compromisos de banca responsable. Dentro de esta agenda, el banco anunció en 2019 su compromiso de empoderar financieramente a 10 millones de personas hasta 2025.
Un objetivo que ha superado con creces: ha alcanzado, dos años antes, la cifra de 11,8 millones de particulares y pymes (5,5 millones de ellos sólo en 2022). Ahora, la entidad ha elevado su compromiso a 15 millones de personas para esa fecha.
Tres pilares
Las políticas e iniciativas en las que trabaja el Santander se basan en tres pilares: acceso a los servicios bancarios, para garantizar que comunidades desfavorecidas puedan obtener efectivo en cualquier lugar, a través de sucursales remotas y acuerdos con entidades públicas y privadas que amplían el radio de acción; programas de financiación, en especial de microfinanzas; y educación financiera para facilitar conocimientos básicos en economía que faciliten la vida cotidiana y ayudar a los usuarios a manejarse en temas como consumo responsable, banca digital, ciberseguridad y prevención del fraude, conocimiento de productos y servicios bancarios, finanzas sostenibles o gestión de las finanzas personales. Una de las iniciativas más conocidas es ‘Finanzas para Mortales’ (FxM).
Programas de formación
En este sentido, el grupo facilitó el año pasado el empoderamiento de un millón de personas a través de iniciativas de acceso (un 14% por encima del ejercicio anterior). También concedió financiación a medida a 1,8 millones de particulares y pymes con dificultades para obtener crédito o en una situación vulnerable (un 39% más); y aumentó en un 52% el número de personas, hasta 2,7 millones, que han mejorado sus conocimientos financieros a través de programas de formación impulsados por el banco.
Cabe recordar que el Santander fue nombrado Banco del Año en Inclusión Financiera por la prestigiosa revista The Banker en 2022, un reconocimiento a las iniciativas de la entidad en banca responsable y sostenible. También recibió el premio al Mejor Banco del Mundo en Inclusión Financiera, por segundo año consecutivo, en los Awards for Excellence que concede Euromoney; y es uno de los bancos más sostenibles del mundo, según el índice Dow Jones Sustainability Index.