La educación financiera es una de las competencias claves en el mundo actual. Permite a las personas mejorar la comprensión de conceptos y productos bancarios, prevenir el fraude y tomar decisiones adecuadas según las necesidades. No importa la edad, pues en cada etapa de la vida el mundo de la economía presenta nuevos desafíos.

Banco Santander y SANFI han puesto en marcha un nuevo programa de educación financiera dirigido especialmente a las personas mayores de 65 años, con el objetivo de ofrecer formación relacionada con la transformación digital que están experimentando diversos sectores socio económicos y que ha cambiado la manera de hacer trámites y, en general, nuestra vida cotidiana.

Talleres piloto

La iniciativa ‘Finanzas para Mortales- edición Senior’ ha iniciado su recorrido por distintas localidades españolas. Una veintena de talleres piloto bajo el lema “Entendiéndonos con la banca digital” en la Comunidad de Castilla y León, una de las más despobladas de España, han sido el punto de partida.

Su expansión ha continuado durante el pasado mes de junio con 33 nuevas sesiones (18 en capitales de provincia y 15 en poblaciones rurales de entre 300 y 5.000 habitantes) en las que profesionales voluntarios del banco han explicado conceptos básicos de economía especialmente dirigidos a este colectivo vulnerable. Se espera que en los próximos meses se extienda a más poblaciones.

Formación digital

Los talleres abordan distintos temas, como los principales tipos de ciberataques (smishing, phishing, vishing…) y los consejos para una vida digital segura; formación básica sobre los distintos canales de banca digital, las claves de acceso e identificación o cómo navegar por la app y la web; el uso de los cajeros automáticos y de Correos Cash; y otros conceptos relacionados con operaciones y trámites habituales.

“Las principales preguntas de los alumnos sénior se centran en ciberseguridad por las constantes noticias sobre estafas y fraudes, la utilización de las claves de acceso o cómo crearlas para que sean seguras, la confirmación de operaciones mediante la clave de firma o preguntas relacionadas con la navegación en internet. También sienten inquietud por el temor a equivocarse, pulsar en la pantalla inadecuada y no saber rectificar o el no saber a quién recurrir ante el temor al error; nosotros insistimos mucho en que no faciliten ningún dato ante cualquier duda”, explica Javier González Zorita, formador e impulsor del voluntariado de Banco Santander en Castilla y León.

Educación financiera

Banco Santander tiene una larga experiencia en educación financiera especializada en el segmento sénior. Recientemente se unió al proyecto DEFINE, destinado a mejorar las habilidades en el manejo de los servicios online. También ha participado en “Educación financiera digitalizada para personas mayores: soluciones de juegos de escenarios interactivos para aumentar la alfabetización financiera en línea”, una iniciativa cofinanciada por el Programa Erasmus + de la Unión Europea, y que se desarrolló de la mano de la Universidad de Alicante (UA).

Este último proyecto se puso en marcha en enero de 2020 y se extendió hasta marzo de este año, y contó con la participaron otras siete instituciones asociadas de Austria, Dinamarca, España, Italia y Francia. El banco, además de proporcionar formadores voluntarios, diseñó una maqueta navegable de su App (web/móvil) para que los alumnos pudieran conocer y evaluar las utilidades, posibilidades y seguridad de estas herramientas online, sin necesidad de tener que realizar una instalación propia.

Los mayores de 65 años también tienen la opción de mantenerse al día a través de las sesiones formativas presenciales y online del programa Finanzas para Mortales, en las que el año pasado participaron 75.320 personas en España. En su página web, ofrece contenido muy variados sobre finanzas personales y economía en general, explicados de manera didáctica.

Soluciones financieras ‘a medida’ para los clientes sénior

Además, el grupo cántabro ofrece al segmento sénior un paquete especial de servicios financieros y no financieros que incluyen planificación para el futuro, simuladores financieros y más opciones de ahorro, protección, seguridad, e incluso experiencias de viajes y ocio.

Según las estimaciones demográficas, la población mayor de 65 años tendrá un peso del 25% en 2030. Se prevé que sean más de 11,5 millones de personas (casi tres millones más que actualmente) con la incorporación de los baby-boomers a la edad de jubilación. El aumento de la esperanza de vida y el cambio en sus hábitos hace necesario nuevas opciones para afrontar su día a día.

Servicios online de salud 

La entidad tiene en España más de 3,5 millones de clientes mayores de 65, de los que 1,1 millones operan habitualmente con el banco a través de canales online. Una de las principales soluciones es el Plan Santander One Senior, que da acceso a una serie de servicios clave como videoconsulta de salud, con orientación médica telefónica o a través de videoconferencia (24 horas al día los 365 días al año). Son gratuitas, ilimitadas y anónimas, aunque el servicio no incluye la prescripción de medicamentos.

También facilita información relacionada con síntomas Covid-19, accidentes domésticos, explicación referente a análisis clínicos o consultas farmacológicas (dosis, interacción de medicamentos, síndromes geriátricos, o información sobre centros sanitarios y farmacias); una segunda opinión médica internacional, consultas telefónicas psicológicas (con un servicio especial de urgencias abierto permanentemente; o el servicio de Teleasistencia, que da apoyo las 24 horas al día con un botón SOS en móvil del cliente.

Mayor flexibilidad horaria

El plan ofrece condiciones especiales de Correos Cash (con tres ingresos o reintegros gratuitos al mes y dos envíos a domicilio de efectivo al año), transferencias ilimitadas y seguro protección de robo en cajeros automáticos.

Respecto a las oficinas bancarias, el Santander ha ampliado el horario de caja de todas sus sucursales en España hasta las 14 horas, permitiendo dar mayor flexibilidad a todos los clientes que necesiten hacer una operación en ventanilla. Es una medida con un impacto especial para los mayores, los que más acuden presencialmente a la oficina.