“Existe una enorme falta de información y concienciación en la sociedad sobre el elevado riesgo que tienen las mujeres de padecer enfermedades cardiovasculares. La sociedad lo desconoce y ellas también. Las dolencias que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos no son exclusivas de los hombres. Existe la creencia generalizada de que el infarto se da solamente en varones con mucho estrés… y eso no es cierto”, advierte el doctor Xavier Ruyra, Jefe del servicio de Cirugía cardiaca del Instituto del Corazón Teknon y Presidente de la Fundación CardioDreams.

Mientras que el cáncer de mama causa 6.500 muertes en España cada año, más de 65.000 mujeres fallecen por algún tipo de cardiopatía isquémica (18.000 de ellas solo en Catalunya). El 15% de esas defunciones se producen como consecuencia de un infarto agudo de miocardio y el 26% por enfermedades cerebrovasculares

Sintomatología

Clínicamente está demostrado que con la menopausia las mujeres pierden la protección natural de las hormonas (estrógenos), sus arterias se hacen menos elásticas y la sangre más viscosa y, además, favorece la formación de placas blandas en las arterias. Todas ellas son señales que alertan de que ellas deberían extremar las precauciones.

Además, señala el doctor Ruyra, “la sintomatología de la enfermedad isquémica cardiaca en la mujer es más atípica y engañosa (dolor epigástrico, malestar general, dolor torácico poco localizado, náuseas y vómitos que semejan un corte de digestión) en relación con el de los varones (dolor opresivo centrotorácico que se irradia al brazo izquierdo)”.

Desinformación

Por ello, es poco habitual identificar la gravedad de esta dolencia en el sexo femenino, que en demasiadas ocasiones demora su asistencia a un centro hospitalario. Las mujeres llegan hasta tres veces más tarde a Urgencias que los hombres y eso tiene una importancia capital, puesto que casi la mitad de los fallecimientos por infarto se producen en las primeras tres o cuatro horas desde que aparecen los primeros síntomas.

La enfermedad coronaria aparece en la mujer una media de diez años más tarde que en el hombre y suele ir en concordancia en el tiempo con otros factores de riesgo más comunes en las mujeres, como el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión o el síndrome metabólico. A todo ello hay que añadir que las chicas jóvenes son en la actualidad más fumadoras que años atrás.

Brecha de género

Se podría decir que existe una cierta brecha de género e incluso desigualdad cuando se trata de abordar la investigación sobre las enfermedades cardiovasculares. “La ciencia tiene menos información sobre el corazón de las mujeres que sobre el de los varones, ya que la mayor parte de estudios y ensayos clínicos existentes han incluido mayoritariamente al colectivo masculino”, argumenta el cardiólogo del Instituto del Corazón Teknon

Datos publicados recientemente en Circulation Cardiovascular Quality revelan que en ensayos de patología cardiovascular la inclusión de mujeres era del 44% en estudios de hipertensión arterial, el 40% en diabetes, el 38% en ictus y el 25% en enfermedad coronaria, a pesar de que estas son enfermedades muy frecuentes en el sexo femenino, sobre todo a partir de la menopausia.

Diferente trato

Esto lo demuestran algunos estudios que ponen en evidencia que cuando un hombre y una mujer acuden a una primera visita en el servicio de atención primaria con los mismos síntomas, si la mujer explica que se encuentra en un momento de mucho estrés en su vida, sus síntomas se achacan erróneamente a esa causa, mientras que, en el caso de los varones, se pronostica correctamente una enfermedad cardiovascular y por tanto, reciben antes un tratamiento adecuado.

Los datos son muy reveladores. Ante las mismas señales, el diagnóstico de enfermedad cardiovascular se dio en el 56% de los varones frente al 15% de las mujeres; el 62% de las visitas de los hombres se derivaron a un cardiólogo, frente a un 30% en el caso de mujeres y, para finalizar, se prescribió una medicación adecuada para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares al 47% de los hombres, mientras que solo se prescribió al 13% de las féminas.

Concienciar e informar

Cada vez existen más iniciativas y programas dedicados de forma exclusiva a la salud cardiovascular femenina. Pero no es suficiente. Un gran avance sería que organismos y entidades oficiales llevaran a cabo algunas acciones que ayudasen a cambiar esta realidad.

Entre ellas, concienciar e informar a la sociedad, y en particular a las mujeres, de la importancia de realizar chequeos de salud cardiovascular a partir de los 50 años. Igualmente, habría que establecer políticas y programas sanitarios para facilitar el acceso de la población femenina a esos chequeos.

El doctor Xavier Ruyra y su Fundación CardioDreams, con la colaboración de Fundación Bancaria La Caixa y CM Teknon de Barcelona, han lanzado la campaña 'Directas al Corazón', que tiene como finalidad perseguir esos objetivos.

Otras iniciativas

También sería necesario normalizar el binomio: chequeo ginecológico + chequeo cardiovascular en mujeres para que sean tan habituales como hacerse una mamografía.

Otras medidas que se podrían aplicar sería introducir en los estudios universitarios de Medicina los conceptos de género y dedicar temarios monográficos dedicados a la salud y la enfermedad en el sexo femenino.