Uno de los caballos de batalla en la lucha por reducir los efectos de la movilidad urbana es encontrar una solución a la congestión del tráfico en los accesos a la ciudad de Barcelona. El especialista en proyectos de ingeniería Marcel Sala aporta una serie de conclusiones dirigidas a paliar los efectos de la sobresaturación circulatoria que tanto preocupa en los últimos años.

La respuesta, sin embargo, no parece sencilla, según un trabajo de investigación realizado por este ingeniero barcelonés que le ha valido ser galardonado con el Premio Abertis en Gestión de Infraestructuras de Transporte (Universidad Politécnica de Catalunya). El estudio, titulado ‘Modeling present and future freeway management strategies: Variable speed limits, lane-changing and platooning of connected autonomous vehicles’ (Modelado de estrategias de gestión de autopistas presentes y futuras: Límites de velocidad variables, cambio de carril y pelotón de vehículos autónomos conectados), propone una serie de aternativas que requieren de la participación de varios actores.

Optimizar la circulación

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El estudio de Marcel Sala examina el modelo de estrategias de gestión de autopistas presentes y futuras y, a su vez, analiza cómo optimizar la circulación de vehículos a partir de los datos recopilados en una autovía de acceso a Barcelona, en la que se observaron los efectos reales de la variación de los límites de velocidad y los cambios de carril.

El vehículo autónomo

El estudio indaga, además, en las posibilidades que, en un futuro próximo, ofrecerá la irrupción de los vehículos autónomos (VA) en las autopistas. Según explica el ingeniero barcelonés, la gestión del tráfico mediante límites de velocidad variables, y también la regulación del cambio de carril, son medidas que pueden contribuir de forma determinante a la mejora de la fluidez del tráfico, si son aplicadas de forma correcta en puntos estratégicos de la red viaria. Aun así, por si solas no van a conseguir eliminar la congestión pues, se necesita de un paquete de medidas más completo.

La irrupción de los denominados trenes de carretera con vehículos autónomos (una serie de vehículos circulando muy juntos, como los vagones de un tren puede resultar de gran utilidad, ya que contribuirían a la mejora de la fluidez del tráfico. Gracias a esta medida, se puede producir un gran incremento de la capacidad en las autopistas en un futuro cuando esta tecnología sea una realidad.

 

Una de las habituales retenciones en las rondas de Barcelona / EP

La implicación de la administración

El vehículo autónomo en las autopistas españolas no será, sin embargo, la panacea si la administración no toma medidas de control. De no ser así, el tráfico y la congestión pueden empeorar.

En cambio, si las administraciones regulan adecuadamente los vehículos autónomos y “se instauran unos estándares de interoperabilidad de las comunicaciones entre vehículos, entonces será posible implementar medidas como los trenes de carretera, con el potencial de reducir la congestión y permitir grandes incrementos de trafico sin necesidad de ampliar las actuales autopistas”, señala Sala.

La idoneidad de los límites de velocidad

Con respecto a la variación de los límites de velocidad y los cambios de carril en el tráfico, el doctor Sala considera que todo dependerá del volumen de tráfico. “Para tráfico ligero, por ejemplo, los límites de velocidad altos son deseables pues permiten a los conductores llegar más rápido”.

Pero en condiciones de tráfico denso, “los límites de velocidad bajos favorecen un reparto más equitativo del tráfico en los distintos carriles y eso al mismo tiempo ayuda a reducir la cantidad de paradas y arrancadas en el tráfico”. Ese ultimo efecto es en parte debido a la reducción de los cambios de carril que se producen al distribuir de forma mas uniforme el tráfico en los distintos carriles.

Múltiples medidas

“Descongestionar los accesos a la ciudad de Barcelona es una tarea titánica que requiere de usar de todas las medidas disponibles”, explica Marcel Sala. Estas medidas pasarían, según su experiencia, por “incrementar la capacidad como los límites de velocidad variables (ya en uso en Barcelona), limitar el cambio de carril, controlar el acceso en autopista o el uso temporal del arcén como carril adicional”, entre otras muchas alternativas.

Pero todas ellas serían insuficientes si no se combinan con medidas para reducir la demanda, “como el pago por congestión en horas punta, la mejora del transporte público, construir aparcamientos disuasorios, etc.”. Si no, como atestigua el trabajo de investigación del doctor Sala, todos los esfuerzos resultarán inútiles.