La tasa de emancipación juvenil se cerró en 2020 en el 15,8%, tres puntos por debajo del nivel registrado en 2019. Estos datos, extraídos de la última actualización del Consejo de la Juventud de España, suponen la cifra más baja en los últimos 21 años.
De hecho, se trata de un problema que va en aumento. España es uno de los países europeos donde los jóvenes se independizan más tarde. Tanto es así que la edad media en la que los jóvenes españoles abandonan el nido ronda los 30 años frente a los 26 del conjunto europeo. A excepción de Suecia, Luxemburgo o Dinamarca donde la media de independización está en los 18 años.
¿Por qué se retrasa la emancipación?
Entre los principales factores que explican esta causalidad se encuentran la alta tasa de paro juvenil, las dificultades para ahorrar ante la precariedad laboral y los salarios bajos.
Además, el problema se ha acuciado debido a la inestabilidad económica derivada de la pandemia del Covid-19: un precio de los inmuebles que la gran mayoría de jóvenes no puede asumir, la dificultad de acceso a condiciones de financiación y la incertidumbre para poder encontrar trabajo o mejorar laboralmente. Muchas de estas problemáticas llevaban ya un tiempo retrasando la edad de emancipación de los jóvenes, sin embargo han empeorado durante la crisis sanitaria.
30% del sueldo para la vivienda
De hecho, el 55% de los menores de 30 años terminaron el ejercicio residiendo en casa de sus padres, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supone el mayor porcentaje desde el año 2013, cuando la tasa se situó en el 48,5%. También muestra un cambio de tendencia negativa que rompe con la estabilización que se había observado los tres ejercicios anteriores, en los que la media se situó en torno al 52%.
En este cambio, tiene mucho que ver el hecho de que en la actualidad los jóvenes de hasta 29 años deben destinar más del 30% de su sueldo para obtener una vivienda en propiedad, lo cual es muy desaconsejable si quieren tener un colchón económico apropiado.
Una rápida recuperación
En este sentido, es importante tener en cuenta que como mayor sea la partida salarial que se destine en el pago de la hipoteca, menos posibilidades hay de que el banco la conceda (una de las partes más farragosas del proceso). Por regiones, el mayor esfuerzo se produce en Baleares, donde el préstamo hipotecario supone más del 90% de su salario. Por encima del 60% también están Madrid, el País Vasco, Canarias y Cataluña, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Con todo, algo ha empezado a cambiar en el mercado inmobiliario. Y es que el avance de la vacunación y los bajos intereses han promovido una recuperación en el sector que ya rozan los niveles preCovid. Las cifras hablan por sí solas: el número de hipotecas sobre viviendas inscritas en mayo ha sido de 35.225, un 37,4% más que en el mismo mes de 2020, y sus titulares rondan los 40 años.
'Tomamos impulso'
¿Qué ocurre con los denominados milenials? Aquellos con edades inferiores a los 40 años, un grupo que representa un total de 8,5 millones de personas en España, se caracterizan por haber atravesado dos crisis económicas de gran envergadura: la del 2008 y la del 2020.
A pesar de las dificultades que sufren, se trata de un grupo que, cada vez más, se arriesga a abandonar el alquiler y aventurarse a comprar una vivienda. Una búsqueda que requiere, como mínimo, un año. Así lo constatan en Tomamos impulso, una iniciativa que surge de la unión de tres entidades –el banco TARGOBANK y las aseguradoras Agrupació y Atlantis-. Aglutina un completo paquete de servicios en el ámbito de las finanzas, seguros, hipotecas, movilidad y ocio, adaptable a la necesidad particular de cada usuario y cliente. También para los más jóvenes.
¿Quiénes son los compradores?
El estandar de comprador joven en España es un hombre o mujer de 31 años de media, con escaso capital ahorrado, que requiere de una financiación del 90% y, cuya opción más recomendable por la estabilidad que ofrece y por la caída histórica de los tipos de interés son las hipotecas de tipo fijo.
La contratación de de este tipo de hipotecas ha experimentado un gran auge desde el año 2015. En esa fecha, únicamente representaba el 5% y a junio de 2021 ya había alcanzado el 80% del total.
Impulsar a los jóvenes propietarios
Las razones son lógicas y es que una hipoteca, en la mayoría de los casos, supone un compromiso de 30 años. Así, para este perfil, conocer con antelación los gastos mensuales y la estabilidad en la cuota de su hipoteca es algo indispensable y habitual.
Así, aunque el Gobierno, a través de diferentes iniciativas de viviendas asequibles, impulsa que este segmento poblacional pueda acceder a un hogar, es necesario que aquellas entidades que conforman el sector se lo pongan más fácil a los milenials.